Sobró fe pero faltó puntería

El escaso acierto ofensivo lastró todos los intentos del Monbus Obradoiro de dar la sorpresa en el Palau // Opuso actitud y buen juego frente al Barça, pero ‘pinchó’ en el momento decisivo
Monbus Obradoiro
Cristina Guillén
Pau Gasol buscando la canasta ante la defensa de Álex Suárez. Foto: acb Photo / V. Salgado

Faltó acierto y contra un grande, grandísimo, contra un aspirante a mandar en Europa, eso se paga. Fue el Monbus Obradoiro un rival incómodo para el Barça a base de pizarra, actitud, coraje y juego, pero no le bastó y deja todavía en el aire la opción de certificar el título de la permanencia con una próxima parada el domingo en la pista del Movistar Estudiantes.

El duelo en el templo del Palau arrancaba con dos incógnitas: la primera, obvia, conocer si al conjunto anfitrión le duraba aún la resaca después del excepcional partido del martes ante el Zenit que selló su pase a la Final Four; y la segunda, saber el estado del tobillo de Laurynas Birutis, duda hasta última hora por una fuerte torcedura en el entrenamiento de este miércoles y pieza clave para sostener el juego interior del Obra frente al poderío local.

La última pregunta se resolvió pronto. El gigante lituano se quedaba en la grada pendiente de apurar su recuperación para el duelo del domingo ante un rival directo. En el caso de la primera estaba claro que el carácter competitivo que imprime Sarunas Jasikevicius a su Barça iba a impedir cualquier tipo de relajación aunque dejase fuera de la convocatoria a Brandon Davies y a Higgins.

Igualdad. El encuentro arrancó con buen ritmo, sin excesivo acierto de cara al aro por parte de ninguno de los dos contendientes, muchas rotaciones y el anfitrión dominando tanto en el juego de la pintura (6 de los primeros 15 puntos salieron de la muñeca de Pau Gasol) como en el rebote, mientras el conjunto compostelano buscaba sus opciones desde el perímetro, con 3 triples que ajustaban la distancia en el electrónico cuando el cuadro local semejaba cobrar cualquier ligera renta (15-15, min. 9).

La propuesta de zona habitual en la pizarra de Moncho Fernández este curso sostuvo al Monbus en la recta final del cuarto aunque fue un acierto desde la línea de 6,75 de Rolands Smits la que colocó al plantel blaugrana con ventaja al cierre de los primeros 10 minutos (18-17).

Bien parapetado atrás con la defensa 2-3, se cortocircuitó sin embargo el Obra en ataque con tres pérdidas consecutivas y 3 minutos en blanco que supusieron un regalo demasiado generoso para un rival al que no le gusta perdonar. Smits -aprovechando los minutos en pista tan caros en un aspirante a campeón de la Euroliga-, Bolmaro y Kuric (con un triple) enseguida firmaron el +10 azulgrana hasta que por fin Czerapowicz, tras recibir falta en la línea de 6,75, cortó la sangría después de que el técnico de Pontepedriña también parase la vía de agua con un tiempo muerto (27-20, min. 24).

Pero continuaba incómodo el conjunto compostelano. Un paupérrimo 1/11 en tiros de campo en este tramo dilapidaba cualquier intención de reacción. Ni Enoch ni Cohen lograban recibir dentro de la zona ni cuando los emparejamientos tras los cambios les favorecían en lo físico, y con tan solo dos canastas en juego en el segundo set se amarraba como podía al partido (36-28, min. 20).

No había acierto (3/14 en tiros de 3 puntos y 4/13 en tiros de 2), el combate del rebote era local (21 a 19) y hasta las pérdidas penalizaban (3 por 6)... aunque seguía vivo el cuadro santiagués al descanso.

Fue Kartal Ozmizrak el que se enfundó galones e hizo creer al grupo tras el paso por los vestuarios. Cinco puntos consecutivos del base turco, y un buen trabajo del colectivo atrás acercaron de nuevo en el electrónico al Obra pero Westermann y Mirotic dilapidaron la reacción devolviendo el parcial (43-35, min. 24).

La ventaja se disparó ya con el pívot del Barça imparable y un 14-3 de parcial que colocó la máxima distancia en el marcador a falta de 3 minutos para el cierre del set. Superado por el juego y el físico de su anfitrión, faltaba además acierto para mantener el tú a tú contra uno de los más grandes equipos del continente (53-37, min. 28).

Cuanto más se gustaba el Barcelona más se apagaba el conjunto gallego, que amagaba con retazos de casta y calidad de Czerapowicz como contrapunto al hambre y a la intensidad de Bolmaro. El pique final en el duelo Enoch-Pau salió de cara para el pívot americano y el Monbus recuperó opciones, más cuando Daum sumó al triple y desde el tiro libre en el inicio del cuarto definitivo y Enoch le acompañó con furia con un mate (57-55, min. 33).

No le gustó el parcial de 5-12 a Jasikevicius y recuperó en pista a Calathes y a Abrines para dotar de orden y de amenaza su juego. Fue clave. Mientras el Obra pecó por enésima vez de falta de puntería (1/9 en los lanzamientos desde los 6,75 en este cuarto) cuando más cerca tuvo voltear el electrónico, le castigaba en la réplica el Barça desde la línea de 3 puntos.

Derrota ajustada, otra vez, pero una derrota con orgullo, siendo capaces de competir. A pensar en el Movistar.