Un Obradoiro diezmado se desinfla en Andorra

Con diez efectivos por la baja a última hora de Ellenson, el equipo santiagués cae tras encajar un parcial de 20-3 en el tercer periodo (86-73)
Monbus Obradoiro
Óscar de la Fuente
DIRECTO AL ARO El local Conor Morgan entra a canasta ante la mirada de la defensa del Obra. Foto: acbPhoto/Albert Martín

El Monbus Obradoiro reanudó la Liga Endesa tras el primer parón de la temporada con una derrota en la pista del Morabanc Andorra (86-73). Pese al buen inicio del conjunto de Moncho Fernández, pasó factura la escasez de efectivos por los problemas físicos y la segunda parte se convirtió en un quiero y no puedo ante el que el rival no realizó ninguna concesión. Un parcial de 20-3 fue clave.

Con solamente diez jugadores sanos, el Obra encontró en Laurynas Birutis (18 puntos y 7 rebotes; 28 de valoración) y Kassius Robertson (20 tantos; 17 de valoración) a sus hombres más inspirados mientras el Andorra repartió el protagonismo. El equipo de la capital gallega se queda con un balance de 4-8.

Saltó la sorpresa de inicio, sin rastro de Henry Ellenson en el acta del partido. Minutos más tarde el club informaba que el ala-pívot estadounidense se había quedado en el hotel a causa de una indisposición estomacal. Sin Ellenson, sin los todavía lesionados Laurynas Beliauskas y Álex Suárez, sin el recién fichado Edgar Vicedo... al Obra le quedaban diez efectivos para competir incluyendo al escolta del filial Sergi Huguet.

Así, fue Marko Filipovity la sorpresa en el cinco inicial, el único 4 sano del equipo, que se repartiría el puesto de ala-pívot con Thomas Scrubb, lo que condicionaba a su vez toda la rotación exterior. Para protegerse, el equipo santiagués comenzó defendiendo en zona y encontrando el acierto ofensivo gracias a su buen movimiento de balón.

La igualdad marcó los compases iniciales aunque un triple de Álvaro Muñoz dio la primera ventaja visitante (6-7, min. 3). El alero abulense asumió protagonismo en un plantel diezmado y durante el primer periodo fue el guía obradoirista, con ocho puntos en su cuenta. Fue su segundo triple el que propició la mayor diferencia a favor (13-19, min. 7).

Aún así, el arreón final del Andorra con la energía de Paulí y Morgan, mientras en el Obra volvía a verse a Oliver y Zurbriggen compartiendo pista, estrechó la ventaja santiaguesa hasta la mínima expresión (20-21, min. 10).

El excelente inicio de cara al aro ya había dado paso a otra fase con algo menos de acierto, y así continuó en el segundo periodo pese a que se abrió con cinco puntos entre Zurbriggen (un triple) y Oliver (20-26, min. 12). Los de Moncho Fernández comenzaron a sufrir para ver buenas posiciones cerca de la canasta y el Andorra sacó partido (29-29, min. 15).

Los errores dieron pie a más oportunidades del equipo de Ibon Navarro para aprovechar su velocidad y exuberancia física, aunque en el toma y daca el Obradoiro aprovechó su acierto exterior (4/5 en el segundo cuarto) con sendos triples de Robertson y Hobbs para volver a estirarse (36-40, min. 19) antes de que dos canastas de Paulí y Nakic dejasen el electrónico en tablas al descanso (40-40).

EL PRINCIPIO DEL FIN. La reanudación le acabó costando el partido al Monbus Obradoiro. Sin rastro de su buen movimiento de balón y el acierto del inicio, el equipo santiagués era incapaz de sumar mientras el Andorra corría cada vez más en pos de anotarse puntos fáciles. El 9-0 de salida, unido al 4-0 con el que había acabado la primera parte, puso una losa de la que el Obra ya no se levantó (49-40, min. 23).

Los errores no forzados empezaron a multiplicarse en el bando visitante y no había quien ejerciese de líder para desatascar la situación aunque Robertson y Birutis fueron quienes más lo intentaron. Un triple de Mekel llevó la barrera hasta los trece puntos (56-43, min. 24 tras un parcial de 20-3), que llegó a ser de catorce poco después y cuando más adverso se antojaba el panorama un 2+1 de Robertson insufló algo de vida (62-54, min. 29). Al final del tercer cuarto, la diferencia era remontable (65-55).

Fue un espejismo porque el último periodo fue más de lo mismo, un Andorra superior en intensidad y acierto ante un Obra al que el partido se le hacía cada vez más largo. Un tiro libre de Robertson situó a los visitantes a menos de diez puntos por última vez (65-56, min. 31). El canadiense lo intentó con la ayuda de Birutis pero el conjunto pirenaico supo gestionar su ventaja sin sobresaltos.