Una exhibición triplista como no se había visto nunca en el Obra

El conjunto santiagués encestó ante el Zaragoza 16 tiros desde lejos con un acierto del 64 %, una mezcla inédita hasta ahora
Liga Endesa
Óscar de la Fuente
CONTIGO EMPEZÓ TODO Jake Cohen, anotando el primer triple del duelo ante el Zaragoza. Foto: Antonio Hernández

A veces el baloncesto es así de caprichoso. El Monbus Obradoiro venía lamentando el desacierto ofensivo de los últimos encuentros, especialmente en los intentos de tres puntos, y de repente la puntería regresó por todo lo alto. Su exhibición ante el Casademont Zaragoza el pasado domingo (102-91) alcanzó niveles inéditos en su historia, pues nunca había combinado tantas conversiones y tanto acierto: 16 triples con un 64 % de efectividad.

El conjunto de Moncho Fernández sí había anotado más triples en otros partidos, hasta en cinco ocasiones. Su récord está a punto de cumplir un lustro: el 3 de enero de 2016 ganó ante el Andorra (104-103) con un 20/34, con un porcentaje también excelente (59 %)... aunque con una prórroga. Su mejor marca sin tiempos extra es más reciente, de la temporada pasada: 19/34 (56 %) en el triunfo contra el Manresa en Sar (97-83). Pero en ninguno de los encuentros en los que había llegado a 16 triples anotados lo había hecho con una efectividad del 64 %.

El precedente más semejante obliga a remontarse a la temporada 2017/18. En uno de sus partidos más completos y brillantes de la última década, teniendo en cuenta también la entidad del rival, el Obra trituró al Valencia Basket (96-77) con una estadística de 15/22 en los tiros desde fuera del arco de 6,75 metros. El acierto fue todavía superior, del 68 %, pero con un triple encestado menos que el pasado domingo.

Los obradoiristas con buena memoria tampoco habrán olvidado la visita del Joventut a Sar en la campaña 2009/10, otro 3 de enero... pero de 2010. Con el plantel de Curro Segura lanzado antes de perder sus opciones de Copa del Rey la semana siguiente en la cancha del Estudiantes, superó por 106-90 a la Penya en un choque en el que le salió casi todo, con un 14/23 desde la larga distancia (61 %).

POCOS INTENTOS. De la estadística del Obra contra el Zaragoza, hace dos días, llaman la atención varias cifras. No solo la marca de 16 triples a favor, sino también la de 25 intentos, que evidencia la buena selección de tiro de los pupilos de Moncho Fernández. No fue un bombardeo al conjunto maño, fue una sucesión de lanzamientos con precisión quirúrgica. Y no fue responsabilidad exclusiva de Kassius Robertson. El escolta canadiense fue el indiscutible y merecido protagonista con 37 puntos en su cuenta y 9/14 desde la larga distancia, pero sus compañeros se combinaron para firmar un nada desdeñable 7/11.

De hecho, el Obradoiro estuvo por debajo de su promedio de triples intentados esta temporada. Probó suerte 25 veces, y solo en dos de sus anteriores catorce encuentros se había quedado por debajo de esa cifra: lanzó 18 tiros lejanos en la pista del Manresa, donde cosechó la victoria de la segunda jornada, y 23 en la del Unicaja, donde perdió.

El cuadro santiagués ya había demostrado la recuperación de su buena mano en la derrota del jueves frente al Joventut (83-87). Pese al desplome final que le hizo desperdiciar una ventaja de siete puntos a dos minutos y medio de la conclusión, el Obra anotó 15 de sus 31 triples, con un 48 % de acierto muy superior al 34 % de sus seis anteriores tropiezos seguidos.

A LA ESPERA DE POZAS. El Monbus Obradoiro espera prolongar esa mejoría en su compromiso del próximo domingo en la pista del UCAM Murcia (12.00 horas), que empezará a preparar hoy con la incógnita de Pepe Pozas. El capitán obradoirista se torció el tobillo en una fea acción del último cuarto ante el Zaragoza y ayer se sometió a diversas pruebas aunque no conocerá el diagnóstico de su lesión hasta hoy.