ANTÍA JÁCOME Piragüista

“Volver al agua es una sensación muy diferente a la del ergómetro”

{Pontevedra 1999} Ni el confinamiento ni el aplazamiento de los Juegos le impiden ver su objetivo con claridad: clasificarse para la cita de Tokio // De regreso a los entrenamientos, el Preolímpico aguarda en mayo del próximo año, previo paso por el selectivo nacional // El premio: remar en el debut olímpico de la canoa femenina
Juegos Olímpicos
Iván Fernández

Estas tres últimas semanas por fin la vimos de nuevo entrenándose en el río Lérez. ¿Cómo se está encontrando en el regreso a las sesiones en el exterior?

Yo por lo menos en casa tengo ergómetro, así que pude mantenerme un pelín, pero lo que no tengo son pesas ni nada de eso. Volver al agua siempre es una sensación muy diferente a la del ergómetro. No me encuentro tan mal en el agua como me esperaba.

¿Perdió mucho la forma durante el confinamiento?

Sí y no. Sí en cuanto ir a correr. Yendo a correr coges mucho aeróbico, y eso a mí me hace bastante falta, por lo que en eso lo noto bastante. Pero a la hora de remar y en la técnica me encuentro igual.

En una situación como esta, lo que más se resiente suele ser la masa muscular y la fuerza.

Las mujeres pierden mucho más rápido la masa muscular que los hombres. A mi compañera de C2 (Patricia Coco) le dejaron unas pesas y pudo mantener más o menos la fuerza; yo no tenía nada, por lo que mi entrenador adaptó los ejercicios de gimnasio a lo que yo tenía en casa, con gomas, botellas de agua... Tengo una barra para hacer dominadas, y con todo eso me pude ir salvando.

Aunque estos días se estuvo entrenando en solitario, ¿tuvo que someterse ya a algún test de coronavirus de cara al trabajo en grupo?

Fui hace dos semanas a hacerme el test para poder incorporarnos a la concentración todos juntos.

¿Ya sabe cuándo podrá volver a la concentración en Sevilla?

Yo estoy en Pontevedra de momento, pero el miércoles nos iremos todos ya para Sevilla, para quedarnos todos allí concentrados.

A pesar de que se haya aplazado un año, el gran objetivo sigue siendo los Juegos de Tokio, ahora a través del Preolímpico, pero para los que ya estuvieron a punto de clasificarse en el Mundial.

Este año íbamos bastante bien y era bastante asequible. De todas las que estábamos para entrar en el Preolímpico éramos las primeras. Obviamente, la gente mejora, pero al igual que ellas, nosotros también. El Preolímpico iba a ser en mayo y teníamos ya todo enfocado en él. Antes teníamos otro selectivo nacional para clasificarse para el Preolímpico, pero en principio en España no hay otro C2 que pueda ganarnos, de momento. Nosotras sacamos los barcos de un selectivo nacional en el que competíamos todas las canoas, así que en principio iríamos nosotras al Preolímpico, pero ahora como pasó todo esto, no sabemos.

Aquí lo que cuenta son los puestos, y tras un duro camino en semifinales, acabaron como segunda canoa reserva al imponerse en la final B del Mundial, pero con un tiempo que les habría dado la clasificación olímpica y el quinto puesto en la final A. Eso tiene que hacerles ver que Tokio no queda tan lejos.

Para mí fue un palo muy grande. Después me llevé una alegría también muy grande cuando quedamos primeras en la B. Durante la cuarentena, como se cancelaba el Preolímpico, valoraron la opción de otorgar las plazas que estaban en juego en el Preolímpico siguiendo la clasificación del Mundial. Ahí nosotras ya estábamos clasificadas directamente, pero al final decidieron celebrar el Preolímpico el año que viene. En cualquier caso, siempre está bien estar en cabeza, por si pasa algo poder entrar directamente sin tener que hacer un Preolímpico.

En un año puede haber algún que otro cambio, ¿pero quiénes van a ser, a priori, sus principales rivales en el Preolímpico?

Gran Bretaña, Francia, Polonia... En el caso de Rusia depende de qué palistas lleve, pero esos tres barcos son los que quedaron más cerca de nosotras en el Mundial.

A la espera de conocer los nuevos criterios de selección del equipo nacional, y también de conseguir la clasificación en ambos barcos, ¿se plantea doblar el C1 200 y el C2 500 en Tokio?

Sí, es lo que tenía pensado. Si nos clasificamos, en principio mi compañera y yo podemos remar el C1 y el C2, así que si nos clasificamos remaríamos también el C1. Pero primero habría que clasificarse.

Usted ya pudo probar el campo de regatas en el test olímpico. ¿Qué le parece la pista de Tokio?

Fui con los entrenadores de kayak de Saúl (Craviotto), de (Marcus) Cooper y de toda esta gente, y ellos, que ya habían estado en más test olímpicos, dijeron que era el lugar en que más avanzado estaba un año antes de los Juegos. Para mí fue espectacular todo, la organización fue increíble y la pista me encantó. Es verdad que hay bastante viento porque donde está la pista es mar abierto, están intentando cerrar ese canal para que no entre tanto viento, pero aún así hay bastante.

Es una pista de agua salada, diferente a lo que se encuentra en su día a día.

Si nos clasificamos tendríamos que irnos tres semanas o un mes antes a entrenar allí, porque es muy diferente el tacto en el agua. Las sensaciones son diferentes porque el agua es más dura. Tokio es muy húmedo. Es un clima parecido a Galicia, pero yo estoy entrenando todo el año en Sevilla y es bastante diferente.

A los Juegos intentará llegar montando el C2 con la vallisoletana Patricia Coco. ¿Cómo se reparten los roles dentro de la canoa?

No sabría cómo definirnos. Las dos somos muy parecidas pero a la vez muy diferentes. Las dos somos velocistas y se nos da un poco peor el fondo. Los entrenos largos se nos dan mal a las dos y la velocidad se nos da bien. La principal diferencia la marca la edad. Patricia es casi diez años mayor que yo y, además, está estudiando Psicología. También es un apoyo para preguntarle cualquier cosa, porque tiene más experiencia que yo, es como una madre, por así decirlo, puedo preguntarle lo que sea y siempre lo sabe. Las dos somos muy cabezonas, chocamos mucho. Yo me altero muy fácil, y cuando ve que me estoy cabreando con mi entrenador, por ejemplo, o cuando el barco se va de dirección, ella empieza a tranquilizarme, me relaja bastante.