Alcoa y SEPI se dan 66 días para sellar la venta de San Cibrao

La plantilla, feliz por el proceso abierto // Xunta y comité de Alu Ibérica piden atención y soluciones
Crisis Industrial
José Calviño
Un momento de la reunión de González Formoso y Vieites

Dos no se pelean si uno no quiere... y si todas las partes en una negociación actúan de buena fe es más fácil llegar a acuerdos. Con estos principios en mente, Alcoa y el Gobierno iniciaron una cuenta atrás de 66 días, con fecha límite el 30 de abril, para sellar el acuerdo de compraventa de la planta de aluminio de San Cibrao, en el concello de Cervo, A Mariña lucense.

Así trascendió desde todos los participantes en la mesa multilateral celebrada el pasado lunes, encuentro virtual del que salió especialmente satisfecho el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, que lo calificó como “muy positivo”, pues todos quieren llegar a la meta en los mismos plazos.

Lo expuso el titular de Alcoa España, Álvaro Dorado, mientras el Gobierno central planteó que tras la venta a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ésta hará lo propio para que acabe bajo control de Liberty House, filial del grupo GFG Alliance, que “sigue interesada” y “va a ser quien compre” la factoría. “Tenemos que conseguir que esta fábrica se venda y se dé continuidad al 100 % de puestos de trabajo y producción”, sostuvo José Antonio Zan a los medios.

Ahora toca hacer seguimiento de los pasos de una negociación “pura y dura”. Recoge Europa Press que “nos avisarán cuando lleguen a acuerdo de termsheet –propuesta de condiciones para la venta– y de due diligence –auditoría para la operación–, a la espera del acuerdo final antes del 30 de abril”,dijo Zan.

Por su parte, el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, pidió que esa venta se produzca “cuanto antes” para que Liberty House le pueda dar “continuidad” a la factoría. A poder ser antes de dicho 30-A. “Alcoa mostró su interés para llegar a acuerdo cuanto antes”, valoró el conselleiro, que ve “una confluencia” de posiciones con las administraciones y trabajadores. Todo ello, con el fin de mantener los 524 empleos y la producción de la única planta de aluminio primario en España, en una “solución para todas las partes”. No esconde, eso sí, el escollo que siempre estuvo ahí sobre la futura relación entre la planta de aluminio, en venta, y la de alúmina, de la que Alcoa no quiere deshacerse.

En nombre del Gobierno, la subdelegada en Lugo, Isabel Rodríguez, alegó que “aunque estamos al principio del camino, pienso que las perspectivas son buenas, ya que se aprecia que hay voluntad negociadora”, dijo tras participar en la reunión, prudente, pero confiada en que fructifique la negociación.

Conexión herculina. La plantilla de San Cibrao se acordó ayer de mostrar su apoyo a los trabajadores despedidos en la antigua planta de Alcoa en A Coruña, ahora Alu Ibérica, “perseguidos por su labor”. Con su comité de empresa, incluido Juan Carlos López Corbacho –una de las personas cuyo contrato rescindió la empresa– se reunía en persona Francisco Conde y su equipo.

En este encuentro se llegó a la conclusión compartida de que es necesario encontrar una solución integral al problema de las factorías herculina y de Avilés, que de rebote acabaron en manos del grupo Riesgo. Reclaman al Gobierno central una auditoría técnica y financiera, y resolver, de una vez por todas, el problema de la falta de un precio eléctrico competitivo para la industria electrointensiva gallega, que sigue pendiente. La Xunta mostró también su disconformidad con la manera en la que ejecutó los despidos la compañía y abogó por recuperar el camino de la paz social.