Dos años con falta de stock de coches nuevos merma el mercado de ocasión y eleva precios

Los plazos de entrega de un vehículo a estrenar se dilatan en la actualidad entre cuatro y seis meses, como mínimo, mientras que uno comprado hace año y medio puede revenderse por algo más de lo que se pagó por él en su día
Ángela Precedo

¿Estás pensando en cambiar de coche? ¿Te planteas invertir en uno nuevo o recurrirás al mercado de segunda mano? Sea cuál sea tú respuesta, algo te podemos anticipar: a día de hoy ninguna de estas opciones es buena. Por una parte, los coches nuevos, cuando llegan al cliente, ya no son nuevos, pues la falta de componentes para la fabricación de los mismos ha hecho que los tiempos de entrega se dilaten hasta un año. Por otra, los coches seminuevos o de ocasión han aumentado tanto en demanda (al no haber de los nuevos), que han encarecido su coste hasta valores incluso superiores a su precio inicial de venta.

“El mejor termómetro de cómo está la situación actual está en las matriculaciones de vehículos: vamos a acabar el año en unas 830.000 unidades matriculadas, escasamente, lo que supone un 40 % menos que en el año 2019, y estar tres años consecutivos superando apenas las 800.000 unidades”, alerta a EL CORREO Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, que traduce estas alarmantes cifras con una sencilla frase: “Hemos perdido más de un millón de vehículos de venta en los últimos tres años o, lo que es lo mismo, si las circunstancias hubiesen sido las normales habríamos vendido un millón más de vehículos en estos tres años”.

A día de hoy, por tanto, la situación es complicada, con un mercado nacional que cada vez se está estrechando más. Toda la problemática arrancó tras la pandemia, se mantuvo durante todo el 2021 y también a lo largo de este 2022, o sea, dos años consecutivos sufriendo problemas de stockage en los concesionarios debido a la falta de fabricación de las factorías.

“Se esperaba que fuese un problema coyuntural de la pandemia, y que las fábricas de microchips fuesen poco a poco recuperando su fabricación, a la vez que esta también repercutiría positivamente en las fábricas de automóviles”, recuerda Morales, que, con todo, confiesa que “la realidad nos está desmintiendo, y este año está siendo igual de complicado que el pasado, ya que no se ha recuperado aún la fabricación normal de las plantas de producción”. Algo que se esperaba que durase corto tiempo, se ha alargado más de lo previsto y, tal y como lamenta el director de Faconauto, “lo más preocupante es que todavía no tenemos un horizonte de hasta cuándo va a durar este problema”.

Por ahora una cosa está clara: el tiempo medio de entrega de un vehículo nuevo oscila entre los cuatro y los seis meses, de ahí para arriba dependiendo de la marca, del modelo y de la serie dentro del modelo. Con todo, Morales puntualiza que esto “no quiere decir que los concesionarios no estén haciendo todo lo posible para reducir esos plazos y que el cliente reciba su coche cuanto antes, porque sí lo están haciendo”.

Además, explica que los problemas de fabricación no suponen que “el cliente que va al concesionario no se encuentre coches, porque coches hay, de hecho los concesionarios stockan coches de entrega inmediata, pero el problema es que ese coche a lo mejor no es exactamente el que busca el cliente en ese momento”. “Un cliente que es más flexible a elegir un modelo u otro seguramente pueda matricular su vehículo en un plazo de tiempo más normal”, asegura.

Por marcas, aunque la falta de vehículos nuevos es algo que afecta a todas, se nota una importante variación en las entregas de las marcas europeas, porque, tal y como recuerda el director de Faconauto, son las más dependientes de microchips de fabricación externa que no dan llegado, mientras que, por el contrario, las coreanas, fabricantes de sus propios microchips, mantienen plazos de entrega normales.

LO QUE NO SE HA VENDIDO, NO HA PASADO AL MERCADO DE OCASIÓN. Y aunque se habla de la gran problemática del mercado de coches nuevos, el de segunda mano no lo está pasando mejor. “El mercado de la automoción actúa como vasos comunicantes, así que si hemos perdido un millón de vehículos en ventas en los últimos tres años, parte de ellos no habrán pasado al mercado de ocasión y los vehículos que se hubiesen sustituido con la venta de esos vehículos tampoco habrán pasado al mercado de ocasión de cero a cinco años, que es el que realmente presenta problema por ser el más demandado por los clientes”, indica Morales.

El que sí está creciendo es el mercado de coches de más de 10 años, que son coches que, según apunta el director de Faconauto, “deberían estar achatarrados”, por lo que se realizan compraventas a nivel operacinal entre particulares, no es un mercado que esté atendido por profesionales o concesionarios.

Por otra parte, al haber escasa oferta y una alta demanda de vehículos de entre cero y cinco años, “el precio medio del vehículo de ocasión viene creciendo con fuerza en los últimos años”. Morales evidencia que “es la ley de la oferta y la demanda: cuando no hay suficiente oferta, pero hay mucha demanda, como ocurre en el caso de estos vehículos, es precio crece”. Por ello, ad ía de hoy “una persona que quiera deshacerse de su coche de entre cero y cinco años tiene una buena opción de venta para recuperar prácticamente la misma inversión que desembolsó”. Otra cosa será que una vez que venda su coche logre comprarse uno nuevo...