Dos años de trámites sin obras para unir Galicia a la Red Transeuropea

La mayor parte de las actuaciones se encuentran en la fase de redacción de proyecto//El trabajo de modernización de la malla autonómica del ferrocarril convencional debe finalizarse en 2025
Red Transeuropea del Transporte
Alberto Martínez
Locomotoras y vagones para todo tipo de mercancías en la terminal logística coruñesa del Adif en San Diego. Foto: Almara

El 20 de febrero de 2019 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) presentó el Plan Director del ramal gallego del Corredor Atlántico de la Red Transeuropea de Transporte. En el mismo se proponen las obras necesarias para modernizar las vías férreas del noroeste. Redactado por la consultora pública Ineco (Ingeniería y Economía del Transporte) se analizaron los 1.118,1 km de líneas convencionales y los 154,2 km de ancho métrico del interior de Galicia llegando hasta sus límites autonómicos en Ribadeo al norte, Cobas (Rubiá) en el centro, y Vilavella (A Mezquita) al sur.

En el acto de presentación, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, había manifestado que las actuaciones del Corredor Atlántico “modernizarán una red bastante abandonada y que corre el riesgo de quedarse obsoleta”. Pero las cosas de Palacio van despacio. La ausencia de Presupuestos Generales del Estado hasta hace unas semanas y la limitación de recursos propios del Adif, que debe repartir sus prioridades por todo el territorio, propiciaron que hasta el otoño pasado no hayan comenzado las licitaciones para el ramal gallego.

El citado plan contempla tres períodos, el ya transcurrido para el análisis de la red (2018-2019), el actual (2020-2022) en el que se redactan los proyectos de las actuaciones necesarias a ejecutar, así como el detalle de las inversiones necesarias a acometer, y otro a largo plazo (2023-2025) en el que se vislumbrarán las obras, no solo en Galicia sino en este ramal ferroviario que utilizará la vía del río Sil hasta León, para conectar con el eje principal del corredor europeo en Palencia.

Según la previsión económica dada a conocer hace dos años ya se han gastado unos 49,8 millones (el 5 % del total) en la parte de redacción de proyectos. Y ya para obras, está prevista una inversión de 599,5 en el período 2020-2022 (el 60,6 % del gasto), y el resto, algo más de 340,4, en los siguientes años (34,4%) hasta su conclusión en el 2025.

PREVISIÓN. Por ámbitos de actuación, de las cantidades citadas, un 42,3 % se dedicarán a modernizar la infraestructura; el 5,6 %, a ampliar los apartaderos hasta los 750 metros de longitud; un 17,7 %, a la nueva electrificación de la vía; el 15,2% a las instalaciones de control y gestión de tráfico (instalación del ERMTS) y telecomunicaciones; un 17,7 % al cambio de carril de las vías, y el 1,5 % restante será para estaciones intermodales.

Por corredores, las cuantías previstas aportarían unos 116,7 millones a la línea A Coruña-Betanzos y de aquí a Ferrol y Lugo (suman 159 km); otros 177,4 de Lugo a Monforte (71 km); más de la mitad, unos 532,6 millones se destinarían de Vigo a Cobas (límite autonómico) y hasta León (420 km) a través de Ourense y Monforte de Lemos, e incluyendo el ramal Guillarei-Tui.

Además se complementan con otros 58,5 millones para el Eje Atlántico entre Redondela, Arcade, Pontevedra, Vilagarcía (Bifurcación Angueira), Santiago y A Coruña (210 km, que engloba el trazado antiguo y el moderno); casi 17 para Lubián-Ourense-Santiago (248 km), y finalmente poco más de 63,2 en la red métrica ente Ferrol y Vegadeo (154 km). Todo ello sin contar los estudios y proyectos.

LICITACIONES. Dos años después de la presentación de las líneas estratégicas, solo se avanzó en los concursos para la redacción de proyectos. Entre ellos, el primer contrato tras su formalización que se puso en marcha en el pasado otoño fue la redacción de los constructivos referentes al nuevo subsistema de control, mando y señalización de la red ferroviaria convencional de Galicia, por 2,6 millones de euros, a ejecutar en un plazo de ejecución de 24 meses.

Por otra parte, por 900.000 euros hace unos días se inició la redacción de los proyectos en 18 meses para la ampliación a 750 m de vías de apartado en estaciones del tramo León-Monforte de Lemos. En concreto son las de Astorga, Brañuelas, Albares, Ponferrada, Quereño, Villamartín de Valdeorras y Pobra do Brollón, donde además se suprimirá un paso a nivel.

Al respecto, el Adif recuerda que se encuentran en redacción de proyecto otras actuaciones similares de ampliación en las estaciones de Vigo Guixar, apartadero de As Gándaras, Tui, Filgueira, Barbantes, Os Peares y Monforte de Lemos. Todas, en espera de ser cofinanciadas por el Mecanismo “Conectar Europa” de la Unión Europea.

También, en enero se adjudicó por 2,24 millones la redacción en 24 meses de los proyectos de mejora del tramo de Covas (Rubiá) a Monforte (85 km), que comprenden la mejora de desmontes, terraplenes, túneles y renovación de superestructura (carriles, traviesas y balasto).

Un contrato similar fue licitado en 2020, y ya se encuentra en el proceso de adjudicación para el tramo siguiente en sentido hacia León, entre Cobas (Rubiá) y La Granja (Torre del Bierzo), de 62 km de longitud. Tiene una cuantía máxima de 2,2 millones, y el documento deberá ser entregado en 24 meses.

También en el ámbito castellano leónes se acaba de licitar la ejecución de las obras de sustitución de carril y traviesas entre Bembibre y Toral de los Vados, por un máximo de 2,1 millones en un plazo no mayor de 4 meses tras la formalización del contrato.

Finalmente, en el pasado mes de octubre, el Adif encomendó a Ineco, por cerca de 600.000 euros, la redacción en 18 meses de los proyectos constructivos para la renovación total de la línea aérea de contacto (catenaria) entre Ourense y Vigo, con la previsión de la posterior transformación de la tensión actual de 3 kilovoltios continuos a 25 kilovoltios alternos, extendiendo esto último hasta la estación de Monforte de Lemos.

SOSTENIBILIDAD. La prioridad del plan es la adecuación de las líneas para potenciar el tráfico de mercancías (también el de viajeros), mejorar el servicio al reducir el tiempo de viaje, aportar mayor seguridad en la circulación y favorecer la sostenibilidad ambiental. Además se busca incrementar la cuota del tren en el movimiento de mercancías, al integrar dos modos de transporte (vagones plataforma para remolques de camiones en las llamadas autopistas ferroviarias), lo que evitará más emisiones de CO2.