El 21,8% de las menores denunció haber sufrido violencia de género el pasado año

Esta semana se juzgan cinco casos de abuso sexual a víctimas de menos de 18 años // Piden ocho años de prisión para el acusado de amenazar, lesionar y acosar a una chica de 15 en Padrón
Malos tratos
Ángela Precedo
Sucesos. Las víctimas de violencia de género menores de 18 crecieron un 6,2% entre 2018 y 2019. Foto: Commons

“Se entiende por violencia de género todo acto de violencia física o psicológica (incluidos abusos, agresiones a la libertad sexual, amenazas, coacciones o privación arbitraria de libertad) que se ejerza contra una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge”, versa la definición ofrecida por el Ministerio de Igualdad. Aunque, en la práctica, esto se puede simplificar en que son los malos tratos y relaciones no consentidas que dejan profundas secuelas en las víctimas.

En Galicia, en lo que va de año, dos mujeres han fallecido a causa de esta lacra social y en 2019 el número de gallegas inscritas por violencia de género en Igualdad subió un 3,8 %, elevándose de 1.306 a 1.356. Con todo, el verdadero problema radica ahora en la edad de las víctimas: cada vez más jóvenes, gran parte de ellas menores; y en la forma: en control a través de las redes sociales y nuevas tecnologías se ha convertido casi en una moda intrínseca entre parejas jóvenes.

Así, el número de víctimas de violencia de género menores de 18 años creció en el conjunto de España un 6,2 %, pasando de 677 a 718, entre el 2018 y el 2019, siendo el tercer grupo con mayor incremento, solo por detrás de las ancianas de 70 a 74 años y de más de 75. Esto supone que, en la actualidad, casi una de cada 1.000 menores (0,8), sufra o haya sufrido violencia de género.

Asimismo, también es en este grupo de edad en el que se han experimentado mayores subas en el número de denuncias interpuestas por esta causa: un 21,4 % más el pasado año que en 2018. Así lo evidencia el informe Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género 2019, analizado por el equipo de investigación de EL CORREO GALLEGO. Finalmente, si hablamos de víctimas, entre el 1 de enero de 2013 (primer año con información), y el 30 de abril de 2020, se han confirmado 35 casos de menores asesinadas por violencia de género.

¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO? ¿Cuál es el problema? ¿Qué está ocurriendo para que cada vez la edad de inicio de la violencia machista sea más temprana? Hay varios factores sociales que pueden explicar este hecho. Por una parte, la edad de inicio de las relaciones sexuales se ha adelantado bruscamente en los últimos 15 años, pasando de los 17/18 años en 2005 a los 15 en la actualidad, por un desarrollo más temprano entre las adolescentes. Por otro lado, los estereotipos, redes sociales y géneros musicales han instaurado entre los jóvenes una mentalidad cambiante e inestable, dejándose condicionar fuertemente por sus iguales.

Finalmente, y en el plano de lo positivo, también es reseñable la inmejorable labor realizada por instituciones de ayuda a la mujer y por los programas de ayuda de las administraciones públicas, que han hecho que aumente mucho el número de denuncias interpuestas, acercándonos a una cifra cada ves más aproximada a la realidad, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer.

MÁS DEL 71 % DE JÓVENES MANIFIESTA HABER SUFRIDO VIOLENCIA. Las jóvenes son las que han experimentado el pasado año en mayor medida la violencia de género: el 71,2 % entre los 16 y los 24 años, reconoce haberla sufrido. ¿La gravedad del asunto? Que del total, 1 de cada 2 mujeres (el 57,3 %) residentes en España mayores de 16 años ha sufrido esta violencia a lo largo de su vida (11,7 millones) y el 14,2 % (2,9 millones) por parte de sus parejas.

Las cifras solo son cifras, por lo que, para humanizar esta terrible lacra social que, año a año, no deja de atormentarnos y que, ahora, se produce a edades más tempranas, el equipo de investigación de este diario ha querido acercar a los lectores el caso de malos tratos, lesiones, amenazas y acoso a una menor por parte de su pareja (mayor de edad) que se juzgará hoy en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Padrón.

PIDEN 8 AÑOS DE PRISIÓN POR ABUSO A UNA MENOR EN PADRÓN. El acusado podría ser condenado a ocho años de cárcel por maltratar física y psicológicamente a la menor con la que mantenía una relación sentimental desde diciembre de 2017, rota en diciembre de 2018. Además, Fiscalía también solicita orden de alejamiento a más de 200 metros de la niña durante 15 años.

Tras haber iniciado su relación sentimental y transcurrido el primer mes, las discusiones entre la pareja comenzaron a ser continuas, porque el chico se mostraba especialmente celoso de prácticamente todas las situaciones de la vida cotidiana de su pareja.

Por ello, con ánimo de menoscabar su integridad física y psíquica, tal y como recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, empezó a ejercer un control y manipulación directa sobre la menor.

REVISIÓN Y CONTROL DE LAS REDES SOCIALES. Comenzó con algo que actualmente está muy normalizado, por desgracia, entre las parejas más jóvenes: revisando su móvil para acceder al contenido de los mensajes. Además, cuando la menor no se encontraba con él, como prueba de confianza, le exigía que le comunicase en todo momento dónde estaba y que se grabase e hiciese videollamadas para asegurarse.

Al final del día, como se detalla en el escrito de acusación, en presencia de la niña, el acusado revisaba todas las grabaciones efectuadas para ver si se contradecía o mentía. La situación fue empeorando: el acusado, presuntamente, cambió las contraseñas de las redes sociales de la chica e instaló en su terminal telefónico una app que le permitía bloquear el acceso a sus contactos. A todo esto, se sumó el hecho de que el hombre impedía a la menor usar ropa ajustada o llevar el pelo suelto.

CONTROL EN EL INSTITUTO Y DOMICILIO. De igual modo, el Ministerio Público detalla que, en el intento de tenerla controlada, mientras asistía al instituto, durante los recreos, le impedía mantener contacto con sus compañeros y le pedía que se aislase en el baño. En ocasiones, se acercaba para ver lo que hacía o le incitaba a que fuese a su piso y no asistiese a clase.

Tal era su grado de obsesión que, en el escrito, se comenta un episodio en que los padres retiraron a la menor su móvil como castigo y, esa noche, el chico llegó a dormir en el rellano del piso para vigilarla a través de la ventana.

INICIO DE LAS RELACIONES SEXUALES Y AGRESIONES. Fue en Pascua de 2018, según informa Fiscalía, cuando el procesado se cambió de domicilio trasladándose a un piso más próximo a la casa de la menor, momento en el que comenzaron a mantener relaciones sexuales.

Ahí comenzó con sus agresiones hacia la chica, muy variadas: estando en un bar y tras ver que el camarero la tocaba, le mordió en la espalda; tras un altercado en el piso, le lanzó un objeto causándole un hematoma en el ojo; tras otras discusiones le propinaba puñetazos en el estómago, le daba golpes en los pies con un destornillador o le apretaba del cuello fuerte dejándole marcas.

AMENAZA DE MUERTE. Uno de los últimos sucesos que tuvo lugar antes de la denuncia de la menor se produjo tras otra discusión. Con ánimo de amedrentarla, el joven exhibió a la niña una navaja y la amenazó de muerte. Para doblegar su voluntad la atemorizaba diciéndole que se iba a suicidar, que denunciaría a sus padres si no accedía a sus peticiones e incluso que podría hacer daño a su hermana menor.

Todo esto ha dejado en la chica importantes secuelas psíquicas, necesitando de atención y tratamiento psicológico para su recuperación.