El golpe de la covid llevó a la inactividad a 47.100 gallegos en solo tres meses

Confinamiento y cierre de oficinas de empleo públicas evitan que se sumen al paro // Entre los 25 y 39 años crecen el 33 % los no activos
Empleo
José Calviño
DIEZ MUJERES participaron en el curso de monitor de tempo libre organizado en el Concello de Frades impartido por personal de la Escola Galega de Tempo Libre. Foto: C. Frades

La última encuesta de población activa (EPA) cogió por vez primera un trimestre completo, el segundo, en el que el impacto de la pandemia de coronavirus se contagió a toda la actividad económica. Como publicamos el pasado martes, el golpe en la ocupación fue masivo, inédito en España, con casi un millón de trabajadores menos, 32.600 en Galicia. Sin embargo, el paro se mantuvo comedido en cómputo anual, con sólo 2.100 desempleados más que el año anterior por las mismas fechas, e incluso se despeñó un 9,1 % intertrimestralmente restando 14.300 desempleados en la comunidad gallega en junio frente a marzo,. ¿A qué se debe?

Al limbo de los ERTE, que acoge a en torno a doscientos mil gallegos, CCOO y UGT sugieren que atendamos a la cifra de población que se declara inactiva por un hecho básico en esta crisis sanitaria. Y es que resulta probable que muchos trabajadores que perdieron su empleo fueron clasificados como inactivos.

La prueba está en que en España se dispararon, de repente, en 1.411.100 en relación al año anterior, mientras que en la comunidad aumentaban en 50.700. “Non puideron cumprir coas condicións de busca de traballo, basicamente polo confinamento ou por situacións como non estar dispoñible por razóns de coidado de persoas dependentes, que a definición de paro da EPA determina para que sexan considerados parados”, sostienen. El cierre de las oficinas públicas de empleo tampoco ayudó nada. Si atendemos a la evolución en los últimos tres meses, se pasó de 1.098.800 inactivos en Galicia a 1.145.900, cuarenta y siete mil a mayores solo entre marzo y junio, tres meses. Cerca de 518 cada jornada.

Mayor entre las mujeres. Por sexos, la inactividad pesa más sobre las mujeres gallegas (652.300) que sobre los hombres (493.600). Por edades, seis de cada diez tiene más de 65 años, un total de 656.300 donde ellos son 281.200, ellas 375.000. Con relación al segundo trimestre de 2019 creció en casi todos los tramos a excepción del comprendido entre los 60 y 64 años, y con mayor virulencia entre los que cumplían entre 45 y 54. Si atendemos al salto que se dio entre marzo y el pasado junio, en esos tres meses el crecimiento fue espectacular, especialmente, entre aquellos más jóvenes.

Así, los gallegos con entre 20 y 24 cumplidos pasaron de ser 60.600 inactivos al cierre del primer semestre a totalizar 67.700 cuando culminó el segundo. Un 11,7 % más. De 25 a los 29, donde ya no estudia tanta gente –la principal excusa antes de la covid para salirse de la EPA– saltaron de 23.800 a 31.200, y eso es un repunte superior al 31 %. Sumados de los 30 a los 39, hay 14.500 nuevos inactivos en la EPA gallega, un 17,2 % más.

Entre los 30 y los 39 años la subida de la inactividad fue todavía más drástica: si la generación que se asentaba en ese rango de década que se mantenía alejada de la actividad en marzo se situaba en las 36.100 personas, esta cifra se disparó hasta las 48.200 al cierre del pasado junio, doce mil cien o un 33,5 % más.

Con un repunte de inactivos del 15 % se situaron los gallegos y gallegas de los cuarenta a antes del medio siglo, al sumar 8.200 y alcanzar los 62.700. Entre las 50 y 59 primaveras se contabilizaban 102.400 personas no activas, tras crecer un 9,2 % (+8.600). Antes de la etapa de la jubilación (60-65), subió a 95.500, con 2.800 más (+3 %).