El Parlamento do Hórreo va camino de cerrar 2020 sin aprobar ni una sola ley

Los estragos causados por la pandemia de covid-19 se ceban fundamentalmente en la salud de las personas y en la marcha de la economía, pero al final terminan influyendo en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad. Por supuesto también en la actividad política y parlamentaria.

En el caso concreto de Galicia, la incidencia del coronavirus es, en combinación con los dos procesos electorales convocados en 2020 a causa de la enfermedad, uno de los factores que está a punto de marcar un hito histórico en la Cámara autonómica, que por primera vez desde 1982 –primer año de su existencia activa– va camino de completar todo un ejercicio sin sacar adelante ni una sola ley.

La convocatoria de elecciones para el 5 de abril, que obligó a disolver el Parlamento el 10 de febrero, y su posterior aplazamiento al 12 de julio, mantuvieron al hemiciclo al ralentí prácticamente siete meses, hasta principios del pasado agosto.

Durante este intervalo, en la Cámara, que quedó bajo la tutela de la Diputación Permanente, no se pudieron debatir ni tramitar leyes. También quedaron limitados los instrumentos de control al Gobierno, aunque el presidente Núñez Feijóo sí compareció para rendir cuentas, así como varios conselleiros.

De hecho, entre principios de año, todavía dentro de la X Legislatura, y el 7 de agosto, cuando se puso en marcha la actual tras la sesión constitutiva, el Parlamento apenas acogió cuatro plenos, los días 28 y 29 de enero y 4 y 5 de febrero, antes de firmarse el decreto de disolución para la cita electoral del 5–A que tuvo que ser aplazada por la expansión de la covid. Un limbo que el titular de la Xunta compensó con encuentros por medios telemáticos con los líderes de los grupos.

overbooking de leyes en tramitación. Hay que tener en cuenta que todas las propuestas de leyes presentadas por los grupos decaen tras la disolución de la Cámara y deben ser registradas de nuevo al inicio de la próxima legislatura. Así las cosas, tal y como figura en la página web del Parlamento, actualmente hay un buen ramillete de proyectos y proposiciones de ley que en trámite que presumiblemente verán la luz en los próximos meses. En este sentido, no es una temeridad aventurar que 2021 será, frente al actual, un año prolífico en la Cámara.

En proceso para su aprobación se encuentran ahora mismo las proposiciones de ley orgánica, para presentar ante el Congreso, de transferencias complementarias a Galicia en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad viaria y también la de transferencia de los servicios meteorológicos radicados en Galicia a la Xunta. En la misma situación está la proposición de ley, formulada por los grupos Popular, Bloque Nacionalista Galego y Socialistas de Galicia, de reforma del Reglamento del Parlamento.

En cuanto a los proyectos de ley que se quedaron en el tintero y que cuelgan de la Legislatura anterior en espera de ver la luz en la Cámara destacan los de Pesca continental de Galicia, Ordenación del Territorio, Impulso Demográfico, Residuos y Suelos contaminantes, regulación de la acción exterior y cooperación para el desarrollo de Galicia y el Proyecto de ley de museos y otros centros museísticos.

Este mismo martes inició su tramitación parlamentaria con el rechazo de las enmiendas de devolución presentadas por BNG y PSdeG la futura Ley de Pesca Continental de Galicia, que cambiará la regulación de la pesca fluvial después de 30 años e incluye novedades como la creación de las escuelas de río. La Ley de ordenación territorial, que ese mismo día defendió en el hemiciclo la conselleira de Medio Ambiente e Territorio, Ángeles Vázquez, inició su tramitación por segunda vez tras salvar las enmiendas de devolución presentadas.

Uno de los grandes objetivos de esta normativa, tal y como enfatizó la titular del departamento autonómico , es lograr que todos los ayuntamientos cuenten con un plan general, facilitar el desarrollo ordenado en el medio natural y garantizar la protección del paisaje.

Balance de actividad. El Parlamento de Galicia finalizó 2019 con nueve leyes aprobadas. Fueron seis más que en 2018, cuando el legislativo gallego dio su visto bueno sólo a tres normas.

Un bajón que solo tiene como antecedentes otros dos ejercicios: 1982, en el arranque de la I Legislatura, cuando se aprobaron solo la ley de presupuestos y la norma que fijaba la sede de las instituciones en Galicia; y 1990, cuando vieron la luz dos textos: el de presupuestos y otro sobre la concesión de una paga personal al servicio de la Xunta y de un crédito extraordinario.

En el polo opuesto, el ejercicio con más leyes aprobadas hasta el momento en el legislativo gallego es 2008, bajo el Gobierno de coalición PSdeG y BNG, cuando llegaron a ver luz verde 18 textos. En el mandato del popular Alberto Núñez Feijóo destaca la IX Legislatura (2012-2016) en la que salieron adelante hasta 55 normas.