Expertos perseveran en hacer
un uso responsable del agua ante un probable verano seco

Los datos de escasas precipitaciones en junio ponen en alerta a zonas como la cuenca del río Cabe, Monforte, Pantón o Sober
Sequía
E.P./Redacción
Estado del embalse de Abegondo-Cecebre en febrero

Ante la previsión que apuntan todos los modelos predictivos de un verano seco, y después de que las precipitaciones de junio hayan resultado “insuficientes” para rebajar el ‘estrés’ del sistema hídrico, los técnicos de los diferentes organismos, la Xunta y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil han reiterado la necesidad de moderar el consumo de agua, tanto desde el punto de vista individual, como por parte de las instituciones públicas.

Las ‘Mesas’ de la sequía, tanto de la demarcación Galicia-Costa como la de Miño-Sil, mantienen sus niveles de prealerta, con situaciones incluso más preocupantes en algunas zonas, como en la cuenca del río Cabe, un afluente del Sil que baña municipios del sur de la provincia de Lugo, como Monforte, O Incio, Pantón o Sober.

La Oficina Técnica de la Sequía de la Xunta de Galicia confirmó, en su última reunión (del pasado 8 de junio), que se mantiene la situación de prealerta en la demarcación Galicia-Costa, donde el caudal medio de los ríos está un 46 % por debajo de los valores habituales y donde, en el mes de mayo, se ha mantenido la tendencia de valores de precipitación inferiores a los promedios históricos. Con todo, el nivel de ocupación de los embalses se mantiene en porcentajes en torno al 90 % o superiores incluso.

La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, señaló en los últimos días que los problemas de escasez de agua pueden tener origen en varios factores, además de los climáticos, como las captaciones, las infraestructuras de regulación, o los sistemas de abastecimiento de cada territorio. Por ejemplo, no es el mismo escenario el de un municipio que se suministra desde un embalse al de otro que depende de pozos o manantiales, que “no se recargan si no llueve de forma abundante y sostenida”.

“En Galicia-Costa no hay síntomas de escasez para abastecer agua, pero estamos a principios de junio y tenemos niveles en los caudales de los ríos como si estuviésemos en agosto”, alertó, y recordó que, salvo el mes de marzo, las precipitaciones desde el inicio de 2022 han sido prácticamente inexistentes. Así, Teresa Gutiérrez reconoció que “la situación es preocupante” porque “no se sabe si los caudales se van a recargar” y por eso “hay que gestionar, hacer un uso moderado del agua”.

“SIN DRAMATISMO”. En la misma línea, el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, reconoció que el actual panorama, de “año pluviométrico anómalo”, debe abordarse “sin dramatismo”, pero “con cierta preocupación responsable”.

En esta demarcación, la situación de la cuenca se define como de normalidad en Miño Alto, Miño Medio y Medio Bajo, de prealerta en el Sil y el Limia, y de alerta en la cuenca del Cabe”, informó Quiroga la semana pasada.