Feijóo alerta de la metamorfosis de la Justicia como brazo del Gobierno
La onda del tsunami político provocado por la propuesta de la reforma exprés del poder judicial para cambiar la ley de nombramientos de jueces del Consejo General del Poder Judicial, acordada entre PSOE y Unidas Podemos, ha llegado a Galicia en clave de advertencia del presidente de la Xunta sobre los riesgos de la “demolición del edificio constitucional” si finalmente se consuma la metamorfosis y la Justicia se convierte en el brazo del Gobierno como consecuencia de la elección de los jueces. Así se expresó este miércoles Alberto Núñez Feijóo, al comprobar los avances de la construcción de la Ciudad de la Justicia de Vigo, ciudad donde afirmó que quienes “creemos en el estado de derecho, sabemos muy bien que la separación de poderes es lo único que posibilita que el edificio del estado de derecho en España se mantenga en pie”.
El titular del Ejecutivo gallego alertó, ante el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, así como ante el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, José María Gómez y Díaz-Castroverde, y del fiscal jefe de Galicia, Fernando Suanzes Pérez, en que en el momento en que desaparezca la separación entre los poderes “o quede mediatizada por un poder sobre otro, automáticamente, el edificio constitucional adolecerá de vicios constructivos que pueden suponer la demolición parcial del propio edificio”.
Para Feijóo “es el momento” de defender las instituciones judiciales y de reclamar que ni el ejecutivo, ni el legislativo “pueden condicionar la independencia judicial”.
Incidió en que si el Gobierno elige al poder judicial, éste “será, simplemente, un brazo del poder ejecutivo”.
Como presidente de “un gobierno democrático”, Feijóo recalcó su defensa de la democracia “en todos los sentidos: la independencia del legislativo, del judicial y del ejecutivo”. Afirmó que si los tres funcionan “el edificio constitucional se mantiene en pie”, pero si desde los gobiernos se intenta “controlar” el poder judicial “automáticamente entraremos en una deriva peligrosísima” por asegurar que va en contra de la constitución española y del pacto constitucional firmado de 1978. Invitó a los jueces a seguir adoptando decisiones “independientes”, en conciencia y conforme a derecho.