Feijóo contrapone la estabilidad de Galicia con el sectarismo en España

El presidente centra parte del debate del Estado da Autonomía en poner la moderación de la comunidad como ejemplo // Propone una recuperación a la gallega para una salida justa de la crisis
Debate del Estado de la Autonomía
Íñigo Caínzos
BALANCE DE GESTIÓN. Alberto Núñez Feijóo interviene desde la tribuna del hemiciclo, durante su primer turno de palabra en el Debate del Estado de la Autonomía. Foto: Ana Varela

Galicia como ejemplo de moderación, de estabilidad y de normalidad frente a la “inestabilidade” y el “sectarismo” del Gobierno central. Fue uno de los hilos conductores del discurso que Alberto Núñez Feijóo articuló por la mañana en el primer Debate del Estado da Autonomía de la legislatura, con un par de grandes anuncios, el balance de la gestión de su Ejecutivo, antes y durante la pandemia, y la propuesta de “unha recuperación á galega” para “unha sañida xusta” de la crisis.

Feijóo destacó que “a normalidade nunca se interrompeu” en la comunidad”, y subrayó, en este sentido, que se celebre el debate autonómico cuando corresponde, a diferencia de lo que sucede en España, “que non vive un Debate do Estado da Nación dende hai case sete anos”.

Remarcó que la estabilidad “é consubstancial” en Galicia, en un marco en el que “o normal parece o extraordinario” en el conjunto del país. Aquí, dijo, hay “debates serenos e construtivos, institucións que funcionan normalmente, defensa do marco constitucional e do autonomismo, respecto a todas as opinións e, sobre todo, un lugar onde as prioridades do Goberno son as prioridades da xente”.

Señaló que la estabilidad “é un compromiso que hai que renovar día tras día”, y se mostró “orgulloso” de representar a una tierra que “leva moito tempo escollendo a normalidade e o reformismo continuado, pese a formar parte dunha España que non o consegue dende hai varios anos”. En este punto señaló que los Presupuestos Generales van “fóra do prazo legal”, que “o reparto dos fondos europeos estase a facer con criterios arbitrarios e cambiantes”, denunció las disputas de los dos partidos del Gobierno de coalición, que “carecen dun proxecto común”, y que se somete “o futuro colectivo ás esixencias, cando non ás chantaxes, dos partidos minoritarios”

Feijóo tiene claro que todo esto se debe a que “o fin prioritario non é gobernar, senón sumar 176 (apoyos en el Congreso) custe o que custe”, lo que provoca que “son máis sonoros os problemas que xera a política que as solucións que ofrece”.

De hecho, una de las grandes preocupaciones para el presidente es “a falla dunha situación institucional estable a nivel nacional”, con unas comunidades que estuvieron a la altura, dando “unha gran lección a aqueles que reiteradamente cuestionaban o Estado das Autonomías”.

Aunque sí que destacó la gestión del Gobierno central en cuestiones como los ERTE, la dotación del fondo de liquidez o el Fondo Covid, pese a las discrepancias en el criterio de reparto, denunció que faltaron interlocutores, los ministerios ausentes, la marcha de Salvador Illa a concurrir como candidato a la Generalitat o la falta de guión en las Conferencias de Presidentes.

Frente a este “rumbo errático”, aseveró que “en Galicia e na moderación galega” se puede encontrar “contrapunto e esperanza”. Una “moderación” que “non é sempre actuar con tibieza”, sino que implica “ser comedidos cando toca e audaces cando se necesita”.

El mandatario conservador indicó que “o camiño para a inclusión social non pasa polo populismo”. Consideró “un insulto” comparar los problemas de las mujeres de Afganistán con los de las gallegas, en un ámbito, el de la igualdad, en el que se debe seguir avanzando para combatir la violencia virtual.

En esta línea, aseveró que “é compatible defender o dereito á vivenda co dereito á propiedad e a loita contra a okupación”, y posicionó a Galicia “na centralidade”. En el caso del uso del gallego, señaló que “amar o galego é posible sen deixar de lado o español e sen pecharse a outras linguas”.

Feijóo acabó haciendo una defensa de los 40 años de Autonomía, una etapa de “gran éxito colectivo visible no desenvolvemento material, na recuperación do orgullo de país e no fortalecemento da unidade”. “Non hai na longa historia de Galicia un período máis fecundo que estes 40 anos”, en los que la comunidad ha tenido “un peso importante no conxunto de España”.

En esta “nova encrucillada”, considera que “Galicia ten que marcar as súas prioridades políticas e económicas”, por lo que propuso “unha recuperación á galega, xusta de verdade, que achegue os nosos valores e perspectivas aos cambios que se están a producir, e que incorpore plenamente a Galicia aos camiños do progreso sensato”.

SENSATEZ EN LA NORMALIDAD. También era el primer debate después de la pandemia, y el presidente habló de la evolución del virus, de “esperanza colectiva” en una etapa “máis próxima á normalidade” y “máis xusta cos enormes esforzos” que se han tenido que hacer. Destacó los buenos datos epidemiológicos de la comunidad y que “é innegable que o proceso de vacinación está funcionando”, lo que permitirá levantar, la próxima semana, el Estado de Emerxencia Sanitaria. “Estamos no punto máis próximo ao que tiñamos en febreiro de 2020. Vese, agora si, a luz ao final do túnel. Grazas, de corazón, acada un dos galegos que o fixo posible”, declaró.

Aunque “comeza a ser posible mirar cara adiante”, pidió no olvidar a las víctimas de la pandemia ni a las personas que tienen secuelas. Instó a retomar la normalidad “con sensatez”, especialmente en los próximos meses.

BALANCE Y FUTURO. Más allá de la pandemia, de las críticas al Gobierno central y de las alusiones veladas preventivas a la oposición, Feijóo indicó que “o reto demográfico é o problema número un” en una Galicia en la que el saldo migratorio no compensa la caída de nacimientos.

En cuanto a los fondos Next Generation, criticó la falta de cogobernanza y de “regulamentos claros, baremos e normas”, negó que estén gestionando el 50 % de los fondos ,solo un 36,7%, de los cuales, “a maioría chegan con criterios marcados. “Son unha ocasión irrepetible para transformar a economía, e os erros de xestión non poden convertelos nunha oportunidade perdida”.

Feijóo hizo balance de la gestión de la Xunta y defendió la apuesta por “servicios públicos de calidade”, en sanidad, educación y políticas sociales y garantizó “unha revisión completa da folla de ruta dos servizos públicos a longo prazo”. También dio números de las inversiones en infraestructuras y lamentó que los trenes AVRIL no vayan a llegar hasta el verano que viene. Aplaudió, asimismo, el comportamiento del turismo, de la hostelería y de la comunidad educativa.