Feijóo, investido presidente por cuarta vez seguro de que “los días buenos volverán”

Pide ayuda a la oposición para salir adelante entre todos y aboga por sacar la sanidad del debate político “demagógico” // Critica la visión “tan negra, tan pesimista y tan deteriorada” de BNG y PSdeG, pero garantiza que no pondrá “ningún veto” ni “cordón sanitario” a nadie que quiera trabajar por Galicia
Roi Rodríguez
Pedro Puy (PPdeG).

Como ya sucedió el pasado martes, la gestión de la pandemia y el ámbito sanitario volvió a centrar ayer el debate parlamentario durante la segunda y última sesión del pleno de investidura. Una cita en la que el candidato del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, obtuvo por cuarta vez la confianza de la Cámara para presidir la Xunta apoyado en la mayoría del PPdeG y convencido de que Galicia “saldrá adelante” y de que “volverán los días buenos”. “Traballarei para poder decirlle aos galegos que a pandemia rematou”, afirmó.

BNG y PSdeG, como estaba previsto, votaron en contra. Un resultado que ya daba por descontado el de Os Peares cuando accedió a la tribuna para dar réplica a las intervenciones del socialista Gonzalo Caballero y de la nacionalista Ana Pontón, a los que ya no pidió su voto, pero sí ayuda frente a la pandemia para “salir adelante entre todos” porque a Galicia le hace falta y además “por que los gallegos lo merecen”.

“No les vengo a pedir que renuncien a sus principios, como ustedes no me van pedir que renuncie a los míos, pero si vengo a pedir ayuda para salir adelante entre todos: los gallegos lo precisan y lo merecen”, afirmó el candidato popular, quien una vez más tendió la mano al pacto, sobre todo en el ámbito de la reactivación económica. Pese a criticar la visión “tan negra, tan pesimista y tan deteriorada de nuestro país” que tienen el BNG y el PSdeG de Galicia, Núñez Feijóo hizo especial hincapié en la necesidad de consenso que presenta esta Legislatura que necesitará, asegura, de grandes acuerdos entre las fuerzas del hemiciclo.

Además de reafirmar su compromiso de activar una comisión parlamentaria para tratar de buscar un pacto para la recuperación económica y convocar la Mesa del Diálogo Social, el mandatario consideró fundamental “excluir” la sanidad del debate político “demagógico” –como matizó en su intervención posterior– , y tratar de buscar el “consenso” también en las políticas que atañen a este ámbito.

Un partido llamado Galicia. Pese a su voluntad de acuerdo, es consciente de que habrá disensos entre las diferentes fuerzas. En este sentido, defendió las medidas económicas aplicadas por su Gobierno en la última década al tiempo que lamentó el discurso “de apocalipsis” que pretende implantar la oposición y que no se corresponde con los datos reales después de que Galicia acumulase varios ejercicios de crecimiento a raíz, afirmó, de haber gestionado “la economía con rigor”.

En este contexto, recordó que fueron los gallegos los que respaldaron las políticas del PPdeG el 12 de julio cuando obtuvieron “más votos” que el resto de formaciones. En todo caso, avanzó que, superadas las elecciones, él no intentará ser el presidente de esa “mayoría” sino “de todos los gallegos”.

Así, a aquellos que confiaron en otros partidos les pidió que “estén tranquilos”. “Si este Parlamento me da su confianza, los gallegos no tendrán un candidato, sino un presidente y un Gobierno. Si asumo la Presidencia de la Xunta, mi partido seguirá siendo el mismo, Galicia”, aseveró antes de la votación.

En cuanto a los partidos de la oposición, Feijóo eligió quedarse con la parte “propositiva” de su discurso, toda vez que, aunque con distintos instrumentos, tanto Pontón como Caballero se mostraron partidarios de tratar de llegar a acuerdos que beneficien a la comunidad.

En otros aspectos dio por supuesto que no habrá coincidencia. Por ejemplo, aventuró que no acordará con el BNG al “hablar de España” ni compartirá con el PSdeG que La Moncloa “es el Oráculo”. Por ello, abogó por “ganar el futuro” en la “parcela que se puede”.

Así, se centró en pedir ayuda frente al coronavirus “porque nos va a hacer falta, y porque los gallegos lo necesitan y lo merecen”, insistió, garantizando que no pondrá “ningún veto” ni “cordón sanitario” a nadie que quiera trabajar por Galicia.

Ya por la tarde, Feijóo cerró con un mensaje de confianza trasladando su convicción de que Galicia “saldrá adelante”, superará la pandemia y “volverán los días buenos”. Con la voz entrecortada, agradeció la confianza que le otorgó una cuarta mayoría absoluta consecutiva y celebró el “honor” que supone para él “vivir y dedicarse” a Galicia.