Grandes chaparrones darán paso a un fin de semana de sol y calor

Lluvia, sol, lluvia, nubes, chaparrón, ríos de agua corriendo por la carretera, altas temperaturas... Este es el resumen de una jornada de martes en la que la comunidad gallega se encontraba en aviso amarillo por las precipitaciones que traería consigo los restos del huracán, reconvertido en borrasca, Danielle.

Las previsiones iniciales de MeteoGalicia apuntaban a chubascos con 40 milímetros acumulados durante doce horas en la costa de A Coruña y Pontevedra y en la zona del Miño. La realidad se saldó con nada menos que 32,3 litros por metro cuadrado en el ayuntamiento pontevedrés de Cuntis, que fue el que registró más precipitaciones; seguido de Ribeira (30,5 litros); y de Cotobade (28,6).

Con todo, durante la madrugada las lluvias cesaron, aunque ya a partir de la tarde-noche pudo notarse una cierta mejoría en los cielos de casi toda Galicia. Pero, para los que se confiaron en que lo peor ya había pasado, en la mañana de hoy han vuelto con más fuerza si cabe.

Por ello, desde primera hora nuevamente la costa atlántica, el Miño y las zonas de montaña del interior se mantienen en aviso amarillo por precipitaciones que pueden alcanzar los 40 milímetros de acumulado durante 12 horas.

La borrasca Danielle se situará durante unos días en el oeste de la Península, desde donde enviará distintos frentes que regarán parte del territorio, sobre todo la mitad occidental y el entorno de los Pirineos, según informó este martes la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que destacó que este es el primer episodio de lluvias desde el mes de abril, lo que está provocando ese paso de un tiempo plenamente veraniego a un ambiente preotoñal.

ALTAS TEMPERATURAS. A partir de hoy la borrasca comenzará a dar signos de debilitamiento, aunque seguirá dejando alguna que otra precipitación, siendo ya más abundantes los cielos nubosos, cubiertos, pero sin agua. Será la mitad norte de la comunidad la primera en quedar libre de las lluvias, durante esta noche.

El jueves se moderará la intensidad de los chuvascos ocasionales que puedan darse durante la mañana y la tarde en zonas puntuales de Galicia, para dejar por la noche cielos ya poco nublados o prácticamente despejados en todo el territorio. Esto provocará que el viernes los cielos amanezcan despejados y que el fin de semana regrese un tiempo casi veraniego.

De hecho, a pesar de la borrasca y de su impacto, las temperaturas no han bajado sobremanera, manteniéndose las máximas por encima de los 23 grados en toda la comunidad durante el martes y también este miércoles; y previendo que superarán los 22 mañana y el viernes.

Precisamente durante la jornada del viernes en la ciudad de Ourense se llegará a 29 grados, quedándose Pontevedra en los 28 y Vigo en los 27. Eso sí, las mínimas, alcanzadas habitualmente durante la madrugada o primeras horas de la mañana, serán del entorno de los 15.