“No podemos ignorar que la enfermedad mental es la gran epidemia del siglo XXI”

Arturo Reboyras
El doctor Jesús Fraiz en su consulta de Padrón. Foto: A.R.

Psiquiatra con más de cuarenta años de experiencia, ¿qué le motiva para volver a la actividad profesional en estos tiempos que corren?

La respuesta es fácil. La medicina es de las pocas profesiones que hasta hace pocas décadas eran totalmente vocacionales. No existía la jubilación oficial; el límite lo marcaba la disminución de facultades físicas. Los principios de Hipócrates que recibimos al ser licenciados han permitido que a través de los siglos una profesión de ideales humanitarios haya permanecido inalterable en la manera de ejercerla: curar, aliviar o consolar a los enfermos hasta el último momento. Era el objetivo del galeno. En mi ejercicio profesional siempre antepuse el enfermo a la enfermedad, como persona de principios hipocráticos antes que de diagnóstico o etiqueta, que a veces no siempre es cierta. Ahora más que nunca considero que son necesarios los médicos con esta filosofía profesional.

Después de haber visto a cientos de pacientes, ¿qué diagnóstico hace de la salud mental de los gallegos?

En general, la salud metal de los gallegos pasa el aprobado, aunque nos queda pendiente para septiembre la asignatura de asumir definitivamente, sin vergüenza, que la enfermedad mental existe a la par que cualquier otro tipo de enfermedad. No podemos permitir tanto la sociedad como los profesionales que en pleno siglo XXI se continúe estigmatizando y haya resistencia a asumir la enfermedad mental como una más, aunque no dispongamos en la actualidad de los avances técnicos suficientes que nos permitan demostrarlo con imágenes. Tengo la seguridad de que pronto podremos ponernos al nivel científico de otras patologías.

¿Algún caso que le haya llamado especialmente la atención?

En mi experiencia profesional son cientos los casos singulares. Te puedo comentar que en los casi 40 años de ejercicio profesional por la Clínica Fraiz Calvo han pasado más de 15.000 pacientes. Hasta el año 2015, cuando me jubilé. Pacientes a los que siempre estaré muy agradecido de que hayan depositado su confianza en mí.

¿Por qué le cuesta tanto al enfermo mental admitir que tiene un problema y acudir a un profesional?

A través de los siglos, el enfermo mental o alienado ha tenido que sufrir en silencio y aislamiento la estigmatización por parte de la sociedad, que ha sido constante y por desgracia aún perdura en la actualidad. Una de las razones de este aislamiento estaba causado por la ausencia de tratamientos eficaces, desconocimiento de las diferentes enfermedades... La única solución que existía era apartarlos de la sociedad como apestados. A Dios gracias, la investigación científica y el esfuerzo de las industrias farmacéuticas en los últimos 40 años han dado un salto cualitativo exponencialmente con el descubrimiento y difusión de nuevos psicofármacos que curan o alivian a los enfermos. Manejamos medicamentos específicos para cada dolencia y, sobre todo, cabe destacar que producen escasos efectos secundarios, lo que permite al paciente poder desempeñar una actividad personal, social y laboral con totalidad normalidad. A pesar de las expectativas futuras, la psiquiatría continúa siendo la hermana pobre de la medicina. Hasta el momento, a pesar de la divulgación científica, investigación por parte de los profesionales, las reuniones científicas y la colaboración de los medios de comunicación, así como la creación de asociaciones de familiares de enfermos (Alzhéimer, TDH, Autismo, Esquizofrenia, Bipolares, etc.), la cifra de enfermos que acuden a solicitar ayuda continúa siendo muy baja. Es como la punta del iceberg de los enfermos reales. Por cierto, el covid-19 está dejando traumas profundos no solo en los propios enfermos si no también en los familiares.

¿Ha existido siempre la enfermedad mental?

La enfermedad mental siempre ha estado presente, otra cosa es que se le haya ignorado o rechazado. Desgraciadamente, ha tenido que alcanzar unas cifras alarmantes para que los gobiernos y la sociedad se hayan dado cuenta de que es necesaria una intervención urgente a todos los niveles. Sin querer alarmar, puedo afirmar que encontrar hoy en día una familia que no tenga entre sus miembros una persona con enfermedad mental es una excepción. La enfermedad mental es, sin duda, la gran peste del siglo XXI.

En esto influye la sociedad competitiva, discriminatoria, el estrés escolar, familiar, laboral, el consumo de sustancias tóxicas, el aislamiento social, el problema del envejecimiento de la población, donde los ancianos son marginados y desarraigados... Todo favorecido por unos medios de comunicación y audiovisuales sin escrúpulos ni moral, que entre la juventud encuentran un excelente caldo de cultivo para que los niños y adolescentes caigan en la red de imitar a personajes muy poco recomendables, donde la vida humana carece de valor. Esta poderosa arma que son los medios de comunicación desemboca en muchos casos en una escuela gravemente perjudicial para todas las edades, pero mucho más en el caso de la infancia y adolescencia, más vulnerables. Esto ha provocado que cada día aumente el número de personas que precisan una orientación y seguimiento psicológico específico y en casos más agudos incluso psiquiátrico a causa del alto riesgo de padecer una enfermedad mental. Simplemente, por la simbiosis entre el mundo real y ficticio que diariamente facilitan los medios audiovisuales.

¿Qué le diría a los pacientes indecisos para acudir al médico?

A los indecisos o que ignoran lo que les esta ocurriendo, como sucede en personas con problemas con insomnio, ansiedad, apatía, cambios de humor o conducta, mi consejo como médico es que deberían acudir lo antes posible a su médico de Atención Primaria para buscar la causa y poder solucionar lo que para nosotros son síntomas primarios de una dolencia o adaptación, lo que llamamos síntomas diana. Es en ese momento cuando deben acudir a su médico, pues de lo contrario continuarán sufriendo en silencio, gratuitamente, y acarrearán el riesgo de agravarse los síntomas. Solicitar ayuda aumentará las posibilidades de una recuperación más rápida y exitosa.

¿Qué afectaciones le preocupan más en este momento?

Es necesario sacar a la luz y concienciar a los políticos y a la sociedad sobre dos enfermedades mentales que están aumentando de manera muy rápida su incidencia: el Alzhéimer, que cada vez afecta a mayor número de personas; y lo más grave, vemos que su comienzo es cada vez a edades más tempranas. Es lo que denomino amenaza silenciosa. Es la segunda enfermedad más frecuente entre la población después de las enfermedades cardiovasculares, incluso por delante del cáncer. Mi segunda preocupación es el suicidio, que según el Dr. Ghebreyesus, presidente de la OMS, es la primera causa de muerte no natural en el mundo. En el año 2019, se produjeron 800.000 suicidios registrados oficialmente. Es decir, para ser mas concretos, cada 40 segundos se produce un suicidio en el mundo, lo que es una cifra escalofriante y dramática.