La adicción al juego: un hábito cada vez más frecuente entre los jóvenes

En el primer semestre del año más del 30 % de las personas que padecen ludopatía acudieron a la asociación gallega Agalure para recuperarse // Esa dependencia se desarrolla cada vez más rápido
Lorena Rey
apostar y ganar o perder. La ruleta es uno de los juegos más demandados en los casinos, donde los jóvenes se juegan su dinero. Foto: Pixabay.

Cada vez son más las personas, especialmente jóvenes, que se adentran en el mundo de las apuestas. La mayoría desconoce las consecuencias del juego abusivo y, lo que empieza con una apuesta ganadora, acaba convirtiéndose en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.

De esta situación es más que conocedora Agalure, asociación gallega que ofrece ayuda a personas que padecen la enfermedad de la ludopatía u otras adicciones sin sustancia o comportamentales, y que lleva funcionando ya 28 años.

En la actualidad atiende a unas setenta familias de A Coruña y Lugo que reciben tratamiento de rehabilitación mensual, cifra a la que hay que sumar las personas que están con revisiones. “La mayoría viene por el tirón de orejas de la familia que es quien suele detectar antes el problema. Lo primero es trabajar psicológicamente. El afectado tiene que asumir que tiene un problema y además tiene que querer resolverlo”, comenta a EL CORREO Gerardo Rodríguez, directivo de Agalure. Añade a esta declaración que la persona suele acudir a la asociación con dos problemas, “de juego compulsivo y de gasto compulsivo”. Para esta atención cuentan con psicólogos, educadora social, terapeuta ocupacional y un equipo jurídico; diferentes áreas para trabajar con toda la familia.

Rodríguez pone de relieve el dato de que durante el primer semestre del año el 33 % de las personas atendidas eran menores de treinta años, lo que confirma que los jugadores son cada vez más jóvenes. Y a mayores, la adicción se desarrolla más rápido. “Han salido nuevas modalidades de juego que unidas a nuevas tecnologías tanto en el juego online como en el presencial les atraen más. Por lo tanto no hay un tiempo de adquirir la adicción como era antes de unos cinco años en un jugador de tragaperras, por ejemplo, ya que en un jugador de ruleta electrónica está siendo de un año u año y medio”, detalla.

El referencia a lo que se tarda en recuperar se debe tener en cuenta que “cada persona es un mundo” y “depende de si se cumplen las cosas desde un principio”. La media en Agalure está entre los nueve meses y el año y medio.

El motivo de jugar apostando. La gran mayoría de la sociedad en España juega pero no ve los riesgos que conlleva esa actividad. “Cuando dejo de hacer otras cousas por jugar tengo un problema. Si el objetivo es ganar y juego y gano y sigo jugando, entonces ya no es ganar, es jugar. Todo depende de las prioridades que se marque una persona. En cualquier caso, cuando uno está con adicción lo que quiere es jugar, no ganar. Eso teniendo en cuenta que en el azar lo normal es perder”, manifiesta.

galicia tendrá una nueva ley del juego Sobre el proyecto de la nueva Lei do xogo de Galicia, Agalure espera que “los grupos parlamentarios se sienten, y con una amplitud de miras saquen un consenso y sobre todo que protejan a los dos sectores más vulnerables, que son los menores y los autoprohibidos con controles exhaustivos tanto en el juego público como en el privado”.

Tras conocer la opinión de Gerardo Rodríguez retomaremos los principales cambios de la normativa que fue aprobada por el consello de la Xunta el pasado 29 de septiembre y que ahora será enviada al Parlamento. La normativa, entre otras novedades, limita el número de máquinas de apuestas, tragaperras, bingos, casinos y otros establecimientos de juego que pueden estar abiertos en Galicia.

De acuerdo a la ley, en Galicia solo podrán estar abiertos dos casinos y dos salas adicionales, 12 bingos, 118 salones de juego y 41 casas de apuestas. En la actualidad hay 114 salones de juego, 33 tiendas de apuestas, dos casinos y una sala adicional y diez bingos. La apertura de establecimientos está paralizada desde el 2019, cuando la Xunta aprobó un decreto que restringía el número de negocios a los ya existentes.

Las licencias de los locales estarán limitadas a un máximo de 15 años, aunque su duración hasta ahora era ilimitada.

La normativa también regula el número máximo de máquinas tragaperras y de apuestas existentes en la comunidad. Las primeras no podrán ser más de 12.000 y los aparatos auxiliares de apuestas estarán limitados a 3.600. Como ocurrió con las máquinas de tabaco, será necesario instalar dispositivos que impidan su uso por menores de edad. Las empresas tendrán dos años para adaptar las máquinas recreativas de azar, apuestas y las instalaciones de su establecimiento a la normativa. En el caso de las tragaperras y las máquinas auxiliares de apuestas en establecimientos de hostelería, el plazo será de un año antes de la pérdida de la autorización.

La ley regula además en 300 metros radiales la distancia a la que podrán estar los establecimientos de juego de centros escolares y locales de asociaciones de personas vulnerables. Hasta ahora la distancia era de 150 metros, y no se medía de forma radial, sino en pasos. Los establecimientos de juego deberán contar además con un control de acceso para impedir la entrada de menores.

Para proteger a los colectivos vulnerables se prohibirá la publicidad de juego en todos los medios de comunicación públicos de Galicia. Además tampoco será legal que los establecimientos ofrezcan préstamos, descuentos y similares a sus clientes.

Las sanciones por incumplir la normativa oscilarán entre los 100 y los 100.000 euros, aunque en casos excepcionales podrán llegar a 600.000 euros. La ley también faculta a la Administración para incautar las máquinas que incumplan la norma o suspender la autorización de actividad de forma temporal.

El texto ha sido elaborado con el respaldo de las áreas del Gobierno gallego implicadas de una forma u otra en la gestión del juego y sus efectos, incluyendo Sanidade, Educación o Política Social; además de otras instituciones como las universidades, las asociaciones de lucha contra la ludopatía, expertos en adicciones y profesionales del sector.

La normativa solo regula el juego físico, sobre el que tiene competencias la Xunta, ya que el juego en internet depende del Estado.

Por otra parte, la mayoría absoluta del PPdeG en el Parlamento gallego impidió el pasado martes el inicio de la tramitación de una ley reguladora del juego y las apuestas que proponía el PSdeG. El texto establecía medidas para “dificultar y limitar la oportunidad de jugar”, así como que todos los fondos que provengan de sanciones a empresas incumplidoras y el 1 por ciento de las tasas del sector se dediquen “para la prevención”. También establecería la ley socialista licencias con un límite de cinco años para ser renovadas –la del Gobierno gallego, quince– y que los ayuntamientos tengan la capacidad de restringir la apertura de estos establecimientos “en situaciones justificadas”.