La irresponsabilidad ante la covid amenaza con alejar la recuperación más allá de 2023

La irresponsabilidad en medio de una pandemia puede matar. Así de claro. Además de poner en peligro vidas, tensionar un sistema de salud cuyos profesionales vuelven a temer la saturación y se sienten desolados por los comportamientos de muchos ciudadanos –ahora que ya nadie les aplaude en los balcones solo piden que respetemos las recomendaciones y más medios– y amenazar a colectivos de riesgo como nuestros mayores, estas conductas restan riqueza y empleo. Podrían alejar la recuperación “incluso más allá de 2023”.

Así se planteó en la presentación del Informe de Coxuntura del Foro Económico de Galicia, el relativo al segundo trimestre del año, el del hundimiento absoluto por el confinamiento. Su director, Santiago Lago, argumentaba que “si no somos responsables y mejoramos las cifras epidemiológicas lo pagaremos económicamente”. Citó entre las cosas que “hay que dejar de hacer” las que nos ponen los pelos de punta estos días al aparecer en todos los medios: fiestas en pisos, bodas, comuniones, cumpleaños, guateques encubiertos en locales, multitudinarios encuentros familiares... Depende de la “responsabilidad colectiva” evitar que se atrase la vuelta a la normalidad, porque no luchamos contra una “maldición” contra la que nada podemos hacer, y mejor la gestión en Galicia que un “disparate” como el de Madrid.

Por su parte, el economista de la UDC, expresidente de la Xunta y coordinador del informe, Fernando González Laxe, certificaba que si la economía gallega cayó un 3,6 % en el primer trimestre, en el segundo se hundió un 17,9 %. Fue “un mejor comportamiento con España –cayó el 4,2 % y un 21,5 %, respectivamente–, pero se perdió competitividad con la UE”.

Una paralización en todo caso “notable” donde la recuperación, como es ya tónica habitual, será aquí más lenta: “Galicia tardo en volver a los niveles precrisis de 2008 cuarenta trimestres, España 35”, puso como ejemplo. Costará más, reconoce, pero apuntó a sectores básicos con alta capacidad para adaptarse, como son el primario y su rama industrial, y el automovilístico, con el desarrollo de los vehículos del futuro.

Con la inversión, especialmente la privada, desaparecida por al incertidumbre, y el consumo paralizado –comercio, transporte y hostelería se hundieron todas por encima del veinte por ciento– , pues lo que antes era gasto se redirigió al ahorro, el saldo positivo de la balanza comercial gallega en el segundo trimestre convirtió, según Laxe, “a las exportaciones en la palanca de nuestro desarrollo”, especialmente gracias a la aceleración en las de coches.

Evolución prevista. El Foro descarta “un confinamiento similar al de la pasada primavera”, según Lago, aunque los rebrotes y las restricciones pasan su factura a la recuperación económica. Cuantos más se den, peor será la evolución del PIB.

Ya en mayo, el organismo había planteado tres escenarios: el peor nos llevaba a un descenso del 18,9 % que vendría provocado por un nuevo cierre total; sin la hibernación económica, se moverá entre el 8,5 % de descenso si la vida nos hubiese sonreído, hubiésemos sido serios y evitado la segunda ola, permitiendo además un verano turístico mínimamente activo.

Se espera un término medio entre el escenario uno, más benigno, y el dos, con rebrotes pero sin confinamientos, donde el golpe interanual al PIB al cierre de este año se situará en un 12,7 %. “Vamos a acabar el año mejor que España y entre las cuatro comunidades que mejor van a evolucionar”, sostenía. Todo dependerá de la evolución da pandemia. “Si nos portásemos mejor colectivamente, estaríamos más cerca del escenario uno”, apuntó. Sin embargo, estamos cada vez más próximos al dos, y eso implica ceder 2.700 millones de euros extra, saltar de 5.500 a 8.200.

Cabe recordar que el Gobierno central, en sus previsiones macroeconómicas, empeoró el impacto en el PIB español al -11,2 %, Funcas lo hunde un 13 %, mientras el FMI, que vaticinó ayer una mejora generalizada para todas las economías desarrolladas –1,9 puntos en la eurozona– dejó a España descolgada al empeorárselas al -12,8 %.

Golpe al empleo. Sobre el ajuste de empleo, el informe del Foro Económico certifica que se dejó notar más entre los asalariados temporales (-19 %), los trabajadores contratados a tiempo parcial (-12,3 %) y los más jóvenes, entre 16 y 24 años, un -21,2 %.

Detallan además que la población ocupada ascendía en el segundo trimestre a 1.050.400 personas en la comunidad, dato un 4,4 % inferior al del año anterior. De esa cifra total, 120.500 empleados se encontraban en ERTE, un 11,5 % de la ocupación total.

En el estudio se pone de manifiesto, además, que si tomamos como referencia o número de horas trabajadas en Galicia se registró una reducción del 25,9 % en las efectivas –casi nueve menos a la semana, de las 34,3 del segundo trimestre de 2020 a 24,4 el pasado– con la hostelería como el sector más afectado, con una reducción del 70,3 %, seguida del comercio (-41,5 %) y de la industria textil (-37 %).