Las grandes empresas de reparto de comida se llevan comisiones superiores al 30%

Deliveroo, Glovo, Just-Eat y Uber Eats se reparten el negocio nacional del ‘delivery’ // Además de la cuota por envío, también cobran por inscripción // Los pagos a los restaurantes no se realizan en el mismo momento del cobro
Ángela Precedo
uber eats. Además del 20% de IRPF y el 21% de IVA, los ‘riders’ deben pagar autónomos. Foto: Commons

Ahora bien, también es cierto que todavía hay muchos negocios que no mantienen acuerdos con ninguna de estas firmas, y otros que, en localidades más pequeñas, apuestan por alternativas de reparto local. Pero, ¿por qué? ¿Por qué no unirse a una franquicia internacional con miles de clientes en todo el mundo? ¿Por qué no apostar por estar en una aplicación como oferta junto a grandes firmas como Mc Donald’s o Burguer King, entre otras? Y, lo más importante, ¿por qué dejar pasar la oportunidad de obtener la difusión que te puede dar una aplicación con tantos usuarios y clientes potenciales? En las siguientes líneas trataremos de desvelar qué se esconde detrás de este jugoso y llamativo envoltorio. Y es que... como dice el refrán: nadie da nada a cambio de nada.

elevadas COMISIONES DE COMERCIALIZACIÓN. Cada una de estas compañías se lleva una jugosa parte de los ingresos que el restaurante genera con el pedido que realiza el cliente. El que menos porcentaje se lleva de todos ellos es Deliveroo, con un todavía cuantioso 32% del valor del envío.

Para hacernos a la idea de lo que este alto porcentaje supone, imaginemos que realizamos un pedido que conste de dos menús y bebida por valor de 20 euros. El restaurante al que lo pidamos se quedará con 13,6 euros, y Deliveroo con 6,4, una buena tajada, aún siendo la que menos comisión cobra.

Por su parte, Glovo, dependiendo del tipo de establecimiento y de contrato que realice con el mismo, podría llegar a cobrar una cuota media de hasta el 35%. Traducido a cifras contables y siguiendo con el ejemplo que hemos tomado como referencia de ese pedido de 20 euros, el restaurante encargado del pedido recibiría 13 euros y Glovo se quedaría 7. Muchos pedidos hay que hacer al día como para que salga rentable comprar la materia prima y venderla por un tercio menos de lo que la solías ofertar en el local.

Finalmente, las otras dos grandes competidoras, Just-Eat y Uber Eats ostentan una comisión del 36,30%, la más alta hasta el momento. De esos 20 euros, ellos se quedarían con un total de 7,20.

pago de una CUOTA COMO MIEMBRO. Por otra parte, por si esto no fuese suficiente, los negocios no solo pagan ese porcentaje por cada pedido, sino que por estar inscritos en las aplicaciones de cada una de estas compañías, a través de las que el cliente puede realizar su pedido eligiendo entre una amplia variedad de restaurantes, también deben pagar una cuota.

Por ejemplo, Deliveroo cobra una cuota de inscripción de 100 euros más IVA, lo que vendrían a ser 121 euros. Además, como para poder gestionar tu restaurante en esa plataforma necesitarás de un dispositivo con capacidad para ello, te ofrece la posibilidad de llevarte, junto a esa inscripción, una tablet y una impresora bluetooth para gestionarte los pedidos que recibas, incrementando el precio a 190 euros más IVA, lo que equivale a un precio final de 211 euros.

Por otro lado, está el caso de Glovo, donde la inscripción no se realiza de manera anual, sino que la tasa de activación de la cuenta en su aplicación es de 15 euros. Parece barata, desde luego, pero el problema está en que tu restaurante debe ser rentable para no incurrir en fuertes pérdidas mensuales.

Y es que no basta con crear la cuenta y dejarla ahí, sin hacer uso de la misma en caso de que no tengas clientes demandantes de la comida a domicilio que ofreces, porque Glovo cobra una cuota fija de 50 euros a la semana, llegues o no a completar ese valor con los pedidos realizados y la comisión.

También hay otra forma de pagar inscripción, pero de manera más sutil e indirecta, que es la que plantea Just-Eat. En su caso, es gratuito registrarse y anunciarse en su plataforma online, pero, además de la comisión del 36% que se lleva la compañía, cada pedido tiene un gasto añadido para el restaurante de 0,20 euros. Se supone que ese dinero lo cobran por la gestión de los pedidos.

Sin embargo, si bien es cierto que Uber Eats no cobra tasa de activación al dar de alta el restaurante en la ‘app’, al no tener sede ni tributar en España, el restaurante interesado debe darse de alta en Hacienda en el Registro de Operadores Intracomunitarios para poder trabajar con ellos.

PAGOS tardíos A LOS RESTAURANTES. Pongamos que, pese a todo, sigues interesado en entrar a formar parte de estas plataformas líderes del reparto a domicilio en España. ¿Cuándo recibirás tu pago? ¿Será, como parece previsible, inmediatamente después de que el cliente haya abonado el valor del pedido? Y es que tú en un restaurante cobras al cliente al momento, de manera que estás consiguiendo ingresar el dinero que has invertido en la materia prima con la que has fabricado su comida. Así de fácil, sin pérdidas aparentes. Sin embargo, ¿sucede lo mismo si es pedido es gestionado a través de estas aplicaciones?

La respuesta es no. Cada una paga en función de criterios diferentes. Por ejemplo, Deliveroo no hace una transferencia en el momento del pedido, sino que ingresa los días 1 y 16 de cada mes (cada dos semanas) el importe correspondiente a los pedidos de esa quincena. Además, el cliente a ellos no podrá pagarles en efectivo, solo aceptan tarjeta para evitar impagos.

Luego está el caso de las empresas Glovo y Uber Eats, que pagan semanalmente a los restaurantes inscritos. Ninguna de ellas opta por ingresar al momento la cuantía correspondiente al pedido y entrega realizada. Esto lleva al restaurante a tener que hacer un adelanto importante en su previsión de ingresos, gastando en materias primas sin ingresar en el mismo momento el valor de las mismas.