Los gallegos que cobran del Estado duplican a los del sector privado

Pensiones, funcionarios y parados, junto con los ERTE y ayudas autónomos sitúan las nóminas que abona el erario estatal en 1,16 millones// Por contra, solo 588.000 salen de las empresas
Paro
Ángel Arnáiz
La cuarentena por causa de la pandemia está abocando al cierre a un elevado número de pequeños comercios Foto: Angar

La pandemia del coronavirus, que llevó al decreto de estado de alarma el pasado 14 de marzo y a recluir a más de media España en sus hogares durante dos meses, limitando la actividad laboral al mínimo imprescindible que garantizase los servicios básicos, ha tenido un efecto demoledor en el trabajo y en el empleo.

En estas circunstancias extraordinarias se han impulsado una serie de medidas de protección para tratar de evitar que la crisis sanitaria se convirtiese también en una pandemia económica y social. El saldo de esta situación excepcional arrojó el dato de que cerca de 1,16 millones de gallegos cobraron una nómina pagada por las arcas estatales el pasado marzo, unos 235.000 más que el mes anterior.

En la otra cara de la moneda, poco más de 588.200 nóminas fueron las que pagó la empresa privada en el tercer mes de este año frente a las 864.500 de febrero. Estos datos revelan que en solo un mes de pandemia se cayeron 276.300 sueldos que abonaba la empresa privada en la comunidad gallega.

UN MARZO NEGRO. En febrero de este año la situación laboral en Galicia se resumía en estas cifras: pensionistas, 679.000; parados, 98.200; funcionarios, 147.900. Estos tres grupos sumaron un total de 925.100 trabajadores cuyas nóminas afrontó el Estado. Por su parte, los empleados que cobraron de la empresa privada en la comunidad fueron 864.500.

Un mes después, el fatídico marzo de 2020, que será difícil de olvidar en el resto de nuestras vidas, el Gobierno decretaba, el día 14, el estado de alarma, con el consiguiente confinamiento y cese de la actividad laboral en gran parte de los sectores productivos, desde la industria a la hostelería.

Al final de ese mes negro, la situación laboral, comprada con la del anterior, pasó a resumirse en estos números: pensionistas, 678.000; parados, 107.700; funcionarios, 147.900, trabajadores en ERTE, 165.000 y autónomos con prestación, 68.500. Sumaron algo más de 1.167.000 trabajadores a los que los fondos del Estado tuvieron que abonar sus nóminas y prestaciones.

Por contra, los sueldos salidos del sector empresarial privado cayeron a 588.200, frente a los 864.500 del mes anterior, cuando la crisis sanitaria todavía no había estallado, aunque se intuía.

EN ESPAÑA IGUAL. La radiografía de Galicia, que refleja una realidad nada esperanzadora, es casi calcada a la situación global de España en el terreno laboral y del empleo.

Mientras en el mes de febrero de este ejercicio los sueldos abonados por los fondos del Estado ascendieron a 13,4 millones de trabajadores, a la mensualidad siguiente, la del marzo negro, se elevaron a 17,5 millones. En es período se sumaron algo más de 1,1 millones de autónomos con prestación y más de 3,3 millones de empleados acogidos a ERTE, a los 8,8 millones de pensionistas, 1,8 millones de parados con prestación y caso 2,6 millones de funcionarios.

En el otro lado de la balanza, el de la empresa privada, mientras en febrero abonaron 16,6 millones de nóminas, al mes siguiente la cifra descendió hasta las 11,2.

Con los ERTE prorrogados con carácter general hasta junio y una posible extensión para los sectores más afectados, como el turismo, y la prolongación de ayuda a los autónomos hasta que finalice el estado de alarma, la previsión del Gobierno de Pedro Sánchez es que solo el gasto por estas dos coberturas llegue a los 21.600 millones de euros, una cifra que superará con mucho los fondos económicos previstos para desempleo, que el ejercicio pasado rondaron los 19.000 millones.

Un dato significativo es el del mes de abril, en el que el desembolso para los parados aumentó en 3.000 millones, respecto a la misma mensualidad del pasado año 2019.