Meirama se apaga en el ‘jaque mate’ al carbón en toda España

‘Off’ de otras seis térmicas // As Pontes, única activa en Galicia
Energía
Santi Riveiro
VISTA EXTERIOR de uno de los laterales de la central térmica de Meirama, en Cerceda (A Coruña). Foto: Cabalar/Efe

Serán los últimos cientos de kilos de carbón, de los millones que en sus más de cuatro décadas de historia quemó la central térmica de Meirama, que transformará en luz su grupo de 580 megavatios (MW) de potencia, equivalentes a algo más de media central nuclear de las que operan en España. Comenzó a operar en 1980 en la parroquia de As Encrobas, en el concello coruñés de Cerceda, y dejará hoy de hacerlo, según recordó la plataforma Galiza, un futuro sen carbón y había ratificado la compañía propietaria, Naturgy, en su última junta de accionistas, celebrada el pasado 26 de mayo.

El negro mineral calentará por última vez la caldera que genera el vapor que hace girar su colosal turbina, que genera la electricidad. Un día triste para sus 112 trabajadores en activo, 77 de personal propio y 35 de subcontratas, ahora pendientes de su futuro. Desmantelarla durará un lustro y costará casi 14 millones de €. Incluida su chimenea de 200 metros de altura.

Sin embargo, colectivos ecologistas como Galiza, un futuro sen carbón o el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) aplaudían este apagado como un avance fundamental en el proceso de transición energética. No se apaga solo la instalación coruñesa, pues mañana tampoco podrán funcionar ya, al no haber realizado las inversiones precisas a las que obligaba la UE, otras seis, las de Compostilla II en León y Andorra en Teruel, propiedad de Endesa; Velilla (Palencia), de Iberdrola; y Narcea (Asturias), La Robla (León) y Puente Nuevo (Córdoba) de Viesgo. El IIDMA lo considera un proceso vital para que España abandone “por fin” uno de los combustibles fósiles que “más ha contaminado” e indica que a las siete centrales citadas se sumará pronto la de Lada (Asturias), también de Iberdrola.

Naturgy está todavía a la espera de autorización de cierre que debe emitir el Ministerio para la Transición Ecológica. Ello no quita que hoy sea su última jornada operativa. La compañía firmó en abril 2020 el acuerdo para la Transición Justa que impulsó el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, suscrito también por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, y los sindicatos, con desarrollos específicos para la comarca gallega.

Más vale tarde... Para la plataforma Galiza, un futuro sen carbón, “a tardanza da Administración e a empresa en recoñecer a súa inviabilidade deixa grandes incertidumes socioeconómicas na súa área de influencia”. Porque recuerdan que Naturgy divulgó ya en enero de 2019 la decisión de no invertir en una nueva reforma de la central de Meirama que redujese su contaminación.

No podía cumplir así con la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) que se aplica a partir de mañana. Ésto, junto al encarecimiento del precio de los derechos de emisión de CO2, dinamitaron la competitividad de las térmicas y sellaron su defunción.

El adiós a Meirama supone reducir un 30 % la capacidad gallega de producir luz con carbón, recuerda la plataforma. El 70 % restante, 1.400 MW se encuentran en la central de Endesa en As Pontes.

El gran caballo de batalla ahora para los ecologistas es apagar esta planta, pese a que ven a la compañía “alentada” por Xunta y Gobierno estatal a mantenerla en activo, por ahora efectuando pruebas de co-combustión de carbón y residuos orgánicos a partir de la segunda quincena de julio. Una “falsa alternativa ecolóxica” para este colectivo.