Equipo de
INVESTIGACIÓN

Esta madre de Noia, que acabó con la vida de su hijo y después ocultó su cadáver en una maleta en un monte de Menorca, permanece en la cárcel de Palma desde 2010 // Tendrá que cumplir una pena de veinte años de prisión
Ángela Precedo
mapa. Recorrido de la asesina desde su domicilio hasta donde se halló el cuerpo de César. Foto: Google Maps

De origen gallego, esta mujer procedía de la localidad coruñesa de Noia, donde aún residen sus padres, María y Víctor, abuelos que se hicieron cargo de su nieto durante una temporada y sobre los que pesa un sentimiento de desesperación que no les permite hablar sobre el asunto. Ni en su momento ni tampoco a día de hoy han estado dispuestos a realizar declaraciones ante los medios de comunicación.

Y es que, para ellos, el conocer la muerte del pequeño fue un golpe duro de sobrellevar que ya no es que no se esperasen, sino que desconocían por completo, creyendo durante más de dos años que César estaba vivo, que estaba haciendo nuevos amigos en un colegio de Menorca y que ya había hecho la comunión.

Esas eran las noticias que les llegaban a través de su madre. Desconsuelo y shock son las emociones que mejor describirían la sensación de estos abuelos al descubrir que su nieto llevaba muerto mucho tiempo. Al menos, tras varios días de lucha judicial, consiguieron que el cuerpo del pequeño regresase a Galicia y descanse ahora en el cementerio de Santa Cristina de Noia.

CONDENADA A 20 AÑOS DE PRISIÓN, YA HA CUMPLIDO diez. Por su crimen, Mónica Juanatey fue condenada en noviembre de 2012 a cumplir una pena de 20 años de prisión, estando desde 2010 en prisión preventiva. En aquel momento todavía no existía la prisión permanente revisable, que sería aprobada en el Congreso de los Diputados tres años después, en 2015. Hoy día, sin duda, su caso sería uno de los firmes candidatos a la misma, al igual que lo fue el de José Enrique Abuín (el Chicle) o el de Marcos Javier Mirás (el parricida de Oza-Cesuras).

La sentencia del tribunal hacía referencia al “reproche, no ya jurídico, sino social, a una madre que mata intencionadamente a su hijo, y aún más si este tiene solo 9 años”. A esto se sumaba la conducta posterior al crimen de Juanatey: el ocultar el cuerpo y fingir durante dos años a través de Internet que el menor seguía con vida ante sus familiares.

Además, tras haber reconocido lo ocurrido en un primer momento y haberse confesado como autora del crimen ante autoridades policiales y judiciales, se desdijo ante el jurado popular en 2012, asegurando no recordar cómo murió su hijo.

“¿Considera la posibilidad de que hubiera sido usted?”, le preguntó su abogado, Carlos Maceda. “Sí”, respondió. Cabizbaja todo el juicio repitió dos frases que comprometieron su defensa, que pedía para ella solo 15 años de prisión: “No había nadie más”; y “¿qué accidente puede tener un niño de nueve años en una casa?”. Con la primera admitía que solo ella pudo causar la muerte de César y con la segunda rechazaba la hipótesis de que pudiese haberse encontrado a su hijo sin vida.

ASEGURABA NO RECORDAR LO SUCEDIDO. Sobre lo ocurrido el día de los hechos, en julio de 2008, Juanatey relató: “Le pedí el coche a mi pareja para hacer la compra. Le dejamos en el trabajo a las siete de la mañana y fuimos a desayunar. Después preparé el baño a César, fui a la cocina a limpiar los cacharros de la cena y no recuerdo más”. La siguiente imagen que aseguró tener era la de ella en el cuarto de baño con el cadáver de su hijo en brazos. Dijo estar con él así dos o tres horas.

Después metió el cuerpo en una maleta roja junto a los objetos personales del menor, dio vueltas con el coche y se deshizo de ella. “Ni sé dónde lo dejé”, afirmó tras haber dicho que el hallazgo no se produjo en el lugar donde había tirado el cuerpo. A preguntas del fiscal, aseguró que no sabía tampoco por qué reaccionó así: “Es que no sé lo que ocurrió”.

CONTINÚA EN PALMA SIN gozar de PERMISOS PENITENCIARIOS. Desde el gabinete de prensa de Instituciones Penitenciarias nos confirman que, pese a que ya se ha cumplido más de la cuarta parte de la condena (10 años de 5 necesarios para solicitar permisos), la reclusa sigue interna en el Centro Penitenciario de Palma de Mallorca, donde ingresó en 2012 y no se le ha concedido ningún permiso de salida, por lo que todavía está muy lejos de poder adquirir un hipotético tercer grado que le permitiese reintegrarse socialmente. Se desconocen las causas y desde Instituciones Penitenciarias no se nos ha proporcionado más información para “preservar la intimidad de la reclusa”.

SIN ABOGADO recONOCIDO hasta la fecha. El equipo de investigación de EL CORREO también se ha puesto en contacto con su antiguo abogado, Carlos Maceda, cuyo despacho, Maceda Abogados, se encuentra igualmente en la isla balear de Menorca. Este nos ha confirmado que, desde que Mónica Juanatey ingresó en la prisión en el año 2012, ya no mantiene ningún tipo de contacto con ella ni ha realizado más seguimiento, porque ya no figura como una de sus clientas.

Es por ello que, en caso de que se solicitase algún tipo de permiso penitenciario de salida, Mónica tendrá que comunicarlo ella misma, sin intermediación ni asesoramiento de ningún abogado. Por el momento, tampoco le ha sido preciso, ya que no se le han ofrecido permisos ni se ha contemplado la posibilidad de su salida temporal de prisión.