Pese al abaratamiento de luz y combustible, el IPC gallego se dispara un 9,1%

Ocho décimas más que la media nacional // Los alimentos se encarecieron un 9,4 % en un año, con mayor subida en el aceite
Crisis de precios
Ángela Precedo
respostaje. Llenar el depósito duele tanto como antes de la ayuda de 20 céntimos. Foto: E.P.

Salir a hacer la compra hoy en día es un deporte de alto riesgo. Las pulsaciones se ponen a mil y la pulserita my fit empieza a pitar como si no hubiese un mañana, alertando de que hay que calmarse o el infarto puede llegar en cualquier momento.

Y no es para menos, pues observando los precios de todo lo que nos rodea, desbocados, con subidas que no cesan de semana en semana, ¿cómo no sobresaltarse? Ya no hay cuentas que valgan, entre combustible, luz y cesta de la compra... El sueldo no llega.

Aunque nos gustaría decir que abril ha sido el mes del cambio, con la llegada del abaratamiento de los combustibles tras la ayuda proporcionada por el Gobierno, lo cierto es que no es así, pues el incremento de la vestimenta y de ciertos alimentos –en gran parte consecuencia de la guerra en Ucrania– ha hecho que el IPC gallego siga creciendo, disparándose un 9,1 % sobre el mismo mes de 2021, y ocho décimas por encima de la media estatal, del 8,3 %.

Así se refleja en los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que evidencia que tras el incremento del 10,5 % experimentado en la comunidad gallega en marzo (también por encima del 9,8 % que había crecido la media nacional en ese mes), seguimos sumando, aunque, eso sí, en menor medida.

Y, aunque el IPC sigue en niveles inusualmente elevados, lo cierto es que no bajaba tanto en un solo mes (-0,2 %) desde hace 35 años, concretamente desde enero de 1987. El de abril es, además, el primer descenso que experimenta la inflación tras dos meses de fuertes ascensos, que habían llevado al IPC a situarse en marzo en 10,5 %, la tasa más alta en casi 37 años.

MAYORES DESCENSOS. Según se puede extraer de los datos del INE, la moderación del IPC interanual hasta el 8,3 % en el caso español y hasta el 9,1 % en el caso gallego se debe, principalmente, a los descensos de los precios de la electricidad y de los carburantes.

Más en concreto, el grupo relativo a los gastos en vivienda (donde se incluye la electricidad) experimentó en Galicia un descenso del 7,9 % en abril con respecto al mes de marzo (dos décimas más que la media nacional), pese a que en lo que va de año subió un 3,4 % y, frente a abril de 2021, está un 23,4 % por encima. Eso sí, aunque este porcentaje pueda parecer desbocado, está por debajo de la variación registrada en marzo, gracias a la bajada de la electricidad en nada menos que un 26,9 % –frente a la subida que había experimentado la luz en abril de 2021–.

Eso sí, en sentido contrario, los consumidores tuvieron que hacer frente a un precio más elevado del gas, algo que el límite de precio aprobado este viernes en el Consejo de Ministros pretende paliar.

Y, aunque la bajada de ese 7,9 % en el gasto en la vivienda pueda parecer bastante, hay comunidades que bajaron en mucha mayor medida, como Valencia, Andalucía o Extremadura, que mejoraron por encima del 10 %. O Murcia, País Vasco, Melilla, Baleares y Canarias, que mejoraron más que Galicia.

Dentro del grupo transportes, donde se incluye el precio de los combustibles, cabe destacar la bajada gallega de precios en un 4,8 % con respecto al mes de marzo (en línea con la media de España), aunque sigue el crecimiento positivo del 7,3 % sobre el inicio de 2022 y el incremento interanual de un 13,9 %. Es un buen dato la bajada de este mes, pero no suficiente, pues prácticamente todas las comunidades tuvieron mejoras más importantes, a excepción de Melilla, Andalucía, Baleares y Canarias.

MAYORES SUBIDAS. En cambio, los precios de los alimentos registaron en abril un incremento de la tasa interanual del 9,4 %, más de tres puntos superior a la de marzo, por la subida generalizada de la mayoría de sus componentes, destacando el encarecimiento de la carne, el pan y los cereales, las legumbres y hortalizas, y la leche, el queso y los huevos.

Y también creció en gran medida, especialmente en la comunidad gallega, el coste de la vestimenta y del calzado, disparado a un 11,3 % debido al comportamiento de los precios de la nueva temporada primavera-verano (un porcentaje muy superior al de la media nacional, en el 8,5 %). Eso sí, en lo que va de año se han rebajado un 3,3 % –lógico teniendo en cuenta que los meses previos eran de invierno y la ropa es más cara–. Por eso sobre el mismo mes del año 2021 siguen estando un 3,3 % por encima.