Saca pecho el rector de la USC por el trabajo desarrollado contra la pandemia

Reivindicó la presencialidad de la docencia en el acto de inicio de un curso “especial” // “Con máscaras pero con voz, somos capaces de salir adelante”, comenzó su discurso Antonio López
Educación
Charo Barba
El gerente de la USC, Javier Ferreira, charla con un invitado en el claustro del Pazo de Fonseca.

“Con distanciamento pero juntos, con mascarillas pero con voz, con absoluta colaboración y con autonomía responsable somos capaces de salir adelante”. Así comenzó Antonio López, rector de la Universidade de Santiago, su discurso en el acto de inicio de curso 2020-2021, un discurso en el que sacó pecho al dar cuenta de los recursos puestos a disposición de las autoridades y los proyectos de investigación que todavía ahora se llevan a cabo.

Después de citarlos uno a uno, destacó que de los 12 proyectos financiados por el Ministerio a través del Fondo Covid-19 gestionado por el Instituto de Salud Carlos III, dos son liderados desde la USC por investigadores del CiQUS y en otros dos hay una participación muy relevante de científicos del CiMUS, en proyectos a nivel nacional e internacional. “Aparte del protagonismo notable del CSIC, ninguna otra entidad pública de investigación puede acreditar esa posición predominante”, dijo orgulloso.

Fue un acto de apertura de curso bastante deslucido debido a los condicionantes impuestos por la pandemia que vivimos y que obligaron a reducir el aforo del Salón Nobre de Fonseca, además de que sólo unos pocos llevaban las clásicas mucetas y birretes, que dan majestuosidad y color a los eventos. Las clases comenzarán este lunes, 21 de septiembre, de manera presencial.

El rector destacó también para este curso “especial, sin precedentes”, que no se renunciará a la presencialidad y se luchará por hacer “nuestros campus atractivos, y mantenerlos llenos de jóvenes”. En este contexto, el del coronavirus, aseguró que es indispensable el ejercicio de responsabilidad individual para desarrollar la actividad académica con la mayor normalidad posible.

En este afán de no renunciar a la presencialidad, Antonio López subrayó que la convivencia entre estudiantes y también con los profesores, “es un elemento más del proceso formativo”, una formación que no se limita a contenidos, sino también a “valores, competencias y habilidades sociales que se aprenden y cultivan presencialmente”.

Asimismo, la reivindicó por ser un factor de igualdad de oportunidades, y dijo que el final del curso pasado puso de manifiesto la brecha digital a pesar de que desde la USC se implantaron “ayudas y soluciones dentro de nuestras posibilidades”. Por último, recordó el elemento de dinamización económica y social de las universidades en el entorno en el que se sitúan.

Tampoco se olvidó de mencionar el proyecto Suma Valor, una campaña de micromecenazgo lanzada en plena pandemia con la que la USC pretende por un lado abrir la puerta a la ciudadanía para que ésta pueda colaborar con modestas aportaciones que se pueden beneficiar del régimen fiscal en este ámbito y, por otro, que esos ciudadanos sientan también como suyos esos proyectos universitarios.

Finalizó el rector señalando que hay una palabra que cobró protagonismo en estos tiempos del covid-19: resiliencia, la capacidad de adaptación y recuperación frente a una situación adversa. Se mostró convencido de que la institución dio muestras de resiliencia. Una universidad que el 4 de septiembre cumplió 525 años desde que Lope Gómez de Marzoa fundase, con apoyo de los monjes benedictinos, un estudio para pobres que, “aunque de corta vida, fue el germen de este faro que todavía hoy sigue brillando”. “Muchas fueron las calamidades”, dijo el rector, “por las que se tuvo que transitar hasta llegar a ser lo que hoy somos”.

Por eso, ante esta pandemia, “estamos seguros de que saldremos adelante. Porque somos capaces, porque tenemos las herramientas y la capacidad que nunca antes tuvimos y porque la sociedad nos necesita”, zanjó.

LECCIÓN INAUGURAL El catedrático de Matemática Aplicada y exrector Juan Viaño fue el encargado de pronunciar la lección inaugural de este curso, que correspondía por turno a la Facultade de Matemáticas. El docente hizo un recorrido por la evolución experimentada por su disciplina en los últimos años desde la eclosión de las matemáticas españolas en los años 70 hasta su situación actual e influencia internacional, así como perspectivas de futuro tanto en el plano de investigación como el docente.

Viaño prestó especial atención a sus tres campos de trabajo principales, alrededor de la trilogía conformada por la mecánica de sólidos en modelización automática, la simulación numérica y el control de procesos en aplicaciones reales.

Pero también reclamó la presencia de la USC, “con presencia en la sociedad, en las instituciones, en las crisis y en las soluciones”, dijo. “Cuando aplaudimos al personal sanitario y a otros colectivos debemos ser conscientes de que se formaron en nuestras universidades”, continuó.

Y dejó, asimismo, un espacio a los sentimientos: “Una universidad como la que yo tuve la fortuna de conocer y de dirigir, una universidad en la que un niño de aldea, nieto de caseros, pudo dar clase, investigar, gestionar, y llegar a ser su rector”.