Santiago, se acerca a Madrid en tren tras 62 años de vía directa

Entonces Compostela quedó a 231 km menos de la capital del Estado // Con la línea de alta velocidad se recortarán unos 125 km y estará a 2 horas y 50 minutos
Ferrocarril
Alberto Martínez
El puente del río Ulla en Gundían fue la clave para el directo a Santiago en 1958. Foto: Almara

En pocas semanas, desde Santiago de Compostela se podrá viajar por ferrocarril en cuatro horas y cuarto a Madrid-Chamartín. Es el penúltimo avance, previo al definitivo que debe llegar dentro de un año, siempre que los nuevos trenes de alta velocidad sean construidos a tiempo. Entonces la capital de Galicia y la del Estado quedará unida en dos horas y 50 minutos, según lo anunciado en reiteradas ocasiones. En caso contrario tocará esperar algunos meses más y realizar un transbordo en Ourense.

El esfuerzo para la construcción de la línea de alta velocidad ha sido, y aún es, enorme. Han coincidido cambios de Gobierno y con ello los criterios en las prioridades territoriales, un crisis financiera y una inesperada pandemia. En 1998 se preguntaba en el Congreso para cuándo habría un proyecto de velocidad alta a Galicia. Al año siguiente se licitó y adjudicó un Estudio Informativo de mejora de la vía convencional desde Medina del Campo. Ahora se acerca la realidad.

ANIVERSARIO. Este martes, día 8, se conmemora la llegada del primer tren a la estación compostelana procedente de Ourense. Así se inauguraba la línea directa a Madrid en 1958, tras completarse el puente del Ulla en Gundián. Fue un recorte de 231 kilómetros al trayecto, y el tiempo más rápido mediante el TAF (tren automotor Fiat) era de once horas. Ahora, cuando entren en servicio todos los tramos de alta velocidad, se rebajarán otros 125 km.

Antes, los viajeros de Santiago, en una época en la que Lavacolla apenas se utilizaba, tenían que hacer transbordo en Redondela al rápido Vigo-Madrid por ser el viaje más corto y al menos sumar algo más de cinco horas extra a su desplazamiento. En la alternativa por A Coruña al mismo tren, porque se desunían en Monforte para las rías Altas y Baixas, el viajero tenía que cambiar de estación en la ciudad herculina, y no existian horarios coordinados.

HISTORIA. en los años cuarenta del pasado siglo, el tren más rápido Madrid-Galicia era un automotor de la marca Renault ( velocidad de 100 km/hora), que hacía el trayecto a A Coruña y Vigo en 15 horas. Pero no tenía, para su salidas o llegadas en el mismo día, conexión con Santiago.

En 1952 fueron sustituidos por el TAF (120 km/hora) que rebajó en viaje a 12 horas y media. Éstos fueron los predecesores del TER (tren español rápido, aunque durante unos meses se llamo TAR, significando esa vocal automotor). Estas unidades enlazaban Madrid y Compostela en 10 horas y media desde 1965

El siguiente avance se produjo con la introducción de los Talgo. En 1980 salía de Madrid a las 13.05 horas y llegaba a Santiago a las 21.52, por debajo ya de las nueve horas. En sentido contrario el horario de salida en Compostela era a las 12.47 para llegar a Madrid a las 21.38. El expreso Rías Altas tardaba entonces once horas y cuarto.

Con la mejora del material Talgo. en 1994 se salía de Madrid a las 14.00 y se llegaba a Santiago a las 21.30, es decir siete horas y media. En el sentido contrario era algo más: arranque en Compostela a las 13.43 para la llegada a Madrid a las 21.30. Mientras, el expreso Rías Altas había rebajado a las once horas el viaje.

Durante bastantes años se mantuvo esta situación hasta que se empezaron a utilizar tramos construidos de la futura línea de alta velocidad. Ello sucedió con la inauguración de la vía Madrid-Valladolid el 22 de diciembre de 2007.

Antes de esa fecha el viaje era por la vía de Ávila. Desde entonces ya por Segovia y los nuevos túneles del Guadarrama, el tren Talgo VI, pasó a las 7 horas y 13 minutos, lo que se mantuvo hasta 2011, cuando entró en servicio el tramo Olmedo-Medina del Campo (se evitaba la inversión de marcha en esta estación) y el de Ourense-Santiago, y pasó a ser de 6 horas y 9 minutos.

MEJORA EN 2012. En junio de este año llegaron los trenes duales Talgo S-730, y el recorrido más rápido entre las capitales de Galicia y España se hacía en 5 horas y 31 minutos con solo parada en Ourense y Zamora, y 5 horas y 57 minutos parando en A Gudiña, Puebla de Sanabria, y las nuevas estaciones de Medina del Campo y Segovia. Pero el accidente en 2013 de Angrois hizo ampliar sus horarios en algunos minutos más.

Y en 2016 se abre a la circulación el tramo Medina del Campo a Zamora. Y con ello se redondean las cinco horas en el tren más rápido de Madrid a Compostela. Pero en los siguientes años las obras en Zamora, propician que se aumenta en algo más de diez minutos el horario.

Ahora de golpe en pocas semanas, la promesa es de que se rebajarán 52 minutos.