Se contagia a la cesta de la compra el golpe energético, que sitúa la inflación al rojo vivo

“Los mercados están preocupados por la inflación, y con razón, tras el aumento al 6,2 % interanual en los precios al consumidor de Estados Unidos en octubre”, señala Chris Iggo, experto de AXA Investment Managers que, sin embargo, no cree que nuestras economías hayan vuelto “a la estructura institucional que mantenía altos niveles de inflación antes del comienzo de los años ochenta”. En España el mes pasado se saldó con un índice de precios de consumo (IPC) del 5,4 %, que en Galicia escaló aún más, al 5,7 %.

Si a los grandes centros de la inversión internacional la actual situación exige incrementar su atención, a administraciones, empresas y especialmente en los hogares directamente les quita el sueño. Está en juego de cara a este noviembre desde el porcentaje final al que se deben revalorizar las pensiones –podría suponer un sobrecoste de cinco mil millones de euros–, a las demandas de subidas salariales que están causando protestas como la del metal en la bahía de Cádiz –donde reclaman que los sueldos repunten como el IPC– o que llegar a fin de mes se esté convirtiendo en un hito cada vez para más familias. Si hacemos caso a la previsión del Instituto Galego de Estatística (IGE), en el mes en curso se moderaría al 5,3 %.

Si atendemos a los subgrupos que componen el índice de precios, es sin duda el de electricidad, gas y otros combustibles el que más calienta la inflación, con un repunte del 52,1 en la comunidad gallega que supera por dos puntos y medio el 49,6 % estatal. En todo caso, este apartado representa más de 2,7 de los 5,7 que repunta el IPC general.

En el IGE también certifican que las rúbricas específicas con mayores repuntes son las de calefacción, alumbrado y distribución de agua (47,2 %), los aceites y las grasas (24,7) y el transporte personal (12,8 %).

Todo este encarecimiento energético lleva a un calentamiento que, según los expertos, acabará trasladándose a los productos finales que consumen los hogares. Así, el IGE sitúa para este mes de noviembre en el 2,3 % el de los alimentos sin elaborar, que repuntará al 2,6 % interanual en diciembre; en la comida elaborada se mantendrá la subida inamovible en el 2,2 %; los bienes industriales sin productos energéticos ticos se limitarán al 0,8 %; y en la energía en sí irá bajando del 40,7 % de octubre al 35,5 % de noviembre y al 30,8 % del último mes del año. En los servicios prevén que pasará del 1,7 al 1,8 %, para un IPC global gallego del 5,3 este mes y 4,9 el final.

Si acudimos a los datos recogidos por los profesionales de la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal) en productos básicos de la cesta de la compra que podemos encontrar en todos los hogares, tenemos una situación de partida, cuya evolución podremos medir en sucesivas oleadas, que implican que una familia de cuatro miembros desembolsaría en la actualidad una media que roza los 600 euros mensuales en alimentación, la higiene más básica, el lavado de la ropa y la limpieza de hogar.

En el apartado cárnico, a la compra de un par de kilos de filetes de ternera extra, otro tanto de lomo de cerdo y de conejo, y unos ocho de pollo entero se dedicaría hace poco más de una semana 71,74 euros; son cantidades que pueden parecer muy parcas en algunas viviendas, aunque a otras les resultarán bastantes superiores a sus compras.

Lo mismo ocurrirá con el pescado. Cuatro kilos tanto de lubina de acuicultura como de salmón al corte, merluza del pincho, mejillones y gallitos elevarían a 165,21 euros el cómputo medio tras pasar por nueve supermercados diferentes.

Para hortalizas irían 52,17 euros a repartir entre quince kilos de patatas y varios de cebolla, tomates, pimiento verde, zanahorias y múltiples lechugas, más otros 57,88 euros de promedio en frutas como manzana, pera, naranja de zumo, mandarinas, uvas y plátano de Canarias.

A alimentación envasada, incluidos 30 litros de leche, yogures, legumbres varias, arroz, pasta, aceites, azúcar, huevos, atún y sardinas en lata, tomate frito o salchichas frankfurt se destinarían 115,83 euros al mes con los precios actuales, y a varios como pan, fiambre y congelados, 68,15; al apartado de zumo, aguas y cerveza irían 33,79 euros, y al de droguería los restantes 34,51.