Seis mil gallegos que viven en Cuba reciben cada año ayuda que llega de su tierra

Es el país latinoamericano con más beneficiarios del apoyo de Emigración // Los 200 € de media, casi un salario medio anual
Gallegos en el exterior
Santi Riveiro
EN CUBA, en 2016, el titular de la Xunta con el embajador de España en el país, Sergio Toledo y Rodríguez Miranda, entre otros, ante el edificio del Centro Gallego de La Habana donde acudió al XI Consello de Comunidades Galegas. Foto: Efe/Alejandro Ernesto

Cuba vive tiempos convulsos. Las protestas en las calles que espolea la crisis sanitaria y económica, que ha destruido las vías de ingresos de la isla –del turismo a las remesas, pasando por la renta que percibe por los sanitarios y médicos que desplaza por el mundo–, ha provocado serias carencias a sus ciudadanos.

En medio de este contexto, en el país caribeño viven en la actualidad, según el último padrón de población española residente en el extranjero, un total de 44.283 gallegos, que son casi tres de cada diez súbditos de España en la isla, con un total de 149.062, y dentro del universo de 11,2 millones de habitantes de Cuba.

Acudimos al secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, para que nos avance las ayudas que la Xunta moviliza hacia la diáspora en aquel país, y nos revela que son alrededor de seis mil los perceptores de las mismas. “Las medias de las que podemos hablar en nuestros términos sería muy modestas a nivel de Galicia, pero no al de Cuba”, señala. Hablamos de unos 200 euros por persona, para un total que ronda los 1,2 millones.

El dato más reciente del salario medio en Cuba se sitúa en 26,30 euros mensuales. “Hasta hace muy poco tiempo un muy buen sueldo de un trabajador estaba entre los 30 yo 40 €/mes, y una pensión allí no llega ni remotamente a esas cifras”, apunta Miranda. Por esos los doscientos euros que se abonan una vez al año significan aportar a una familia casi el doble de lo que recibirían por una pensión de las de allí en un año. El equivalente a casi un salario anual de un trabajador medio.

Este apoyo forma parte del programa de ayudas económicas individuales, dónde Cuba registra el mayor volumen de perceptores, aunque los hay también de Venezuela, Argentina y otros países. Difieren las cuantías –en los dos últimos países citados ronda los 700 euros– , pues se adaptan siguiendo los índices que marca el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social al nivel de vida de cada país.

Este apoyo está convocado y en vías de resolución. Están dirigidas a mayores 70 años, nacidos en Galicia o hijos de gallegos –la primera generación–, y que tengan una situación de enfermedad, discapacidad... “Una serie de cuestiones de carácter social”, alega Miranda, que es consciente de que luego se irradian al conjunto de las familias.

Son personas cada año tienen que solicitarlas, aportar la documentación en cada convocatoria anual, pues las comunidades autónomas no pueden dar ayudas periódicas. ¿Y quién ayuda a personas de edad tan avanzada en estos trámites, cuando se carece de consulados, embajadas o cualquier representación institucional?

Rodríguez Miranda señala a la Federación de Asociaciones Gallegas de Cuba que, presidida por Sergio Toledo, también titular de la sociedad Rosalía de Castro, suma a todos los colectivos vinculados a Galicia en la isla caribeña: Aurora de Somozas, Santa Marta de Ortigueira, Centro Ourensano y la de Monterroso, además del medio centenar de integrantes de la Agrupación de Sociedades Comarcales y Parroquiales.

Cuentan con una sede –una oficina de atención social– en La Habana con cuatro o cinco trabajadores que se refuerzan cuando es preciso, y que la Xunta contribuye a sustentar. Distribuidos por toda la isla tienen doce colaboradores y éstos cuentan con multitud de voluntarios.

Esta red indirecta hace de nuestra comunidad la única capaz de llegar a toda la isla. Todos los años, excepto el pasado por la pandemia, funcionarios gallegos acudían a notificar la concesión de las ayudas a cada beneficiario. En 2020 se encargó también la red de la Federación. Los pagos, una vez firmados los documentos, se realizan en bancos colaboradores en Cuba.