Serio aviso: asistimos a la posible primera recesión en femenino de la historia

La economista María Bastida defiende pasar de una perspectiva de género legal a otra real
Economía
José Calviño
María Bastida. Foto: ECG

Santiago. En plana pandemia del coronavirus, podemos estar asistiendo a la “primera recesión femenina” que se conozca en la historia. A esta conclusión llegó María Bastida, economista, profesora de Empresariais en la USC y miembro del Grupo Colmeiro de Estudios Económicos en su reciente participación en la Comisión de Reactivación Económica, Social y Cultural en el Parlamento gallego, donde es una de las 46 comparecientes pactadas por los tres grupos políticos.

En un completo análisis, certifica que la actual crisis “afecta muy especialmente al empleo, la calidad y las condiciones de desarrollo profesional de las mujeres”. Según indicó Bastida en su presentación, “para innumerables mujeres en todo tipo de economías, junto con la pérdida de ingresos, los cuidados no remunerados y la carga de trabajo en general se han incrementado de forma exponencial”, y que les afecta mucho más que a los hombres.

Por ahora la evolución de la EPA no incluye, argumenta, un período suficientemente amplio para poder ver tendencias claras de modificación. Pero sí que coexisten sectores de servicios donde el colectivo femenino “se emplea y emplea”, con sectores de actividad esenciales “donde ellas son proporcionalmente mayoría”. Cuidados, enfermería, supermercados...

Recomienda la economista la “necesidad de supervisión de movimientos futuros” para controlar el impacto de la temporalidad y la parcialidad, que afecta mucho más a las mujeres. Cuando el empleo se recupera, tocará ver en qué condiciones lo hace, si es para todos y para todas”. Apunta a la necesidad de pasar de una perspectiva de género legal a otra real, y pide ayudas directos, como paquetes de apoyo económico, en especial para mujeres vulnerables y familias.

Instó a los parlamentarios a reforzar a las empresas, canalizar medidas estructurales específicas y en sectores feminizados. En apoyo a las mujeres trabajadoras, demandó sistemas de protección social también con perspectiva de género y apostar por una corresponsabilidad real. En plena revolución digital, otro ámbito fundamental será la formación. J. C.