Una plaga vegetal más peligrosa para el ecosistema que el eucalipto: la mimosa

Solo hace 200 años que llegó a Europa, pero en Ourense ya está descontrolada desde los 70 // Antaño se usaba para amarrar la viña con su tronco y la despoblación favoreció su eclosión
Ángela Precedo
mata de mimosas en flor. Fotografía perteneciente al trabajo de la UVigo publicado el pasado año 2020, en el que participó el investigador Jonatan Rodríguez. Foto: Gallego

Después del debate generado por la plantación descontrolada de eucaliptos, hay otra plaga vegetal, sin duda más silenciosa y, aparentemente, más inocente, que está amenazando a nuestros montes: la mimosa, o, mejor nombrada, la Acacia dealbata.

Tal y como explica a este periódico el investigador de la Universidad de Vigo Jonatan Rodríguez, coautor de un estudio sobre la pérdida de biodiversidad asociada a estas plantas publicado en 2020, las mimosas son una especie arbórea que proviene de Australia. “No llegaron hace más de 200 años, pues fue en el siglo XIX cuando se introdujeron en Europa, pero les ha dado tiempo para mucho”, dice.

Se trata de unas leguminosas cuya característica más importante es que “forman mutualismos con microorganismos del suelo que le favorecen a la hora de fijar nitrógeno al suelo, siendo capaces de aprovecharlo para su metabolismo, algo que otras especies no pueden hacer”.

Son muy adaptativas al medio en el que se asientan, pues “se establecen en él rápidamente, crecen muy rápido y también germinan muy rápido”, explica Rodríguez, que también puntualiza que, sobre todo, su expansión tiene lugar “en zonas donde se han producido movimientos de tierra, o se han construido carreteras, vías férreas... Cualquier lugar en el que se haya movido la tierra y que quede sin vegetación es favorable para que sus semillas germinen”. Pero, ¿cómo fue que se descontroló esta especie? ¿Por qué se empezó a plantar en Galicia?

En opinión de este investigador, todo se remonta a antaño, cuando “se usaba su tronco para atar viñedos en el rural”. “Muchas personas que se dedicaban a eso lo plantaban en terrenos próximos a sus viñas para luego usar las varas, porque lo cierto es que el tronco es bastante recto y sirve como guía para atar la vid”. Con todo, en los años 60-70 la despoblación del rural hizo que esas zonas quedasen abandonadas, pero con las mimosas plantadas, por lo que esta especie se expandió dramáticamente.

En concreto, donde más se encuentran es en la provincia de Ourense, pero también existen en el interior de Pontevedra y en otras zonas de la provincia de A Coruña más próximas a Santiago, lejos de las costas. En la sierra de O Courel es donde más está sorprendiendo en la actualidad, pues, según Jonatan Rodríguez, “las heladas (xiadas) del invierno hacían en años pasados que sufriesen mucho, pero ahora parece que ya van ganando esta batalla y no les afectan tanto”.

Asimismo, otra de las limitaciones que tenían era la altitud, pues “en Australia suelen crecen desde el nivel del mar hasta los 1.000 metros de altitud y, aquí, en algunas zonas, ya están sobrepasando esos mil metros”.

Algo que también favoreció mucho esa expansión fueron, sin duda, los numerosos incendios que hubo en los últimos años en Ourense y Lugo.