El realismo de sus figuras lo convierten en visita obligada // Pesebre, estrella, ángel, pastores, Reyes y los animales son los protagonistas TEXTO Sol Elvira

Belén a gran escala en la iglesia Santiago de Padrón

Belén
Sol Elvira
Los Reyes Magos dirigiéndose al portal de Belén con sus presentes. Foto: S. P.

Quizá la COVID haya aguado la fiesta a más de uno, pero los amantes de la Navidad pueden disfrutar estos días en diferentes municipios gallegos de los impresionantes belenes que se construyen y que adornan locales e iglesias. Uno de los que más llama la atención, sobre todo por el tamaño y el realismo de sus figuras, es el que todos los años colocan en la iglesia Santiago de Padrón, templo en el que cuentan se inició uno de los caminos jacobeos.

Construida la primera en el siglo X y reformada en varias ocasiones hasta llegar a la actual iglesia del siglo XI, en su altar mayor se encuentra el famoso Pedrón. En una esquina de su nave, por Navidad colocan el nacimiento de Jesús, un Belén que llama la atención por el tamaño considerable, tiene unas figuras a una escala más bien grande. En él destaca el nacimiento de Jesús en el pesebre, símbolo de pobreza y humildad, y la Estrella de Belén, que representa la luz.

Los animales tienen un importante lugar en el nacimiento de la iglesia Santiago de Padrón, sobre todo el buey, como símbolo de potencia de trabajo, del sacrificio, o el burro que presenta la ignorancia. También llama la atención el Ángel, portador de buenas noticias, o los pastores que representan la humildad, alegría, fertilidad y trabajo. También se aprecian los demás oficios: panaderos, labradores arando la tierra, herreros, carniceros y pescadores o las lavanderas en el río, como símbolo de vida, el agua.