Recién oficializada, la ruta pasa por la ría de Muros-Noia, Brión, Rois y Ames hasta Compostela // El peregrinaje fusiona mar e interior y destaca por su belleza y patrimonio TEXTO Marta Torres

Monumentos que alumbran un camino con ‘estrela’

Peregrinación
Marta Torres
Ambas rutas se unen ante la iglesia de San Martiño, en Noia. Foto: A. C.

Desde la Edad Media, cientos de miles de peregrinos han viajado hacia la Plaza del Obradoiro procedentes de muy diversos puntos, nacionales e internacionales. A su vez, las rutas jacobeas que conducen a la capital gallega son muchas y variadas, y entre ellas se encuentra la que parte de la Ría da Estrela, declarada oficial por el Cabildo catedralicio el día 15 de diciembre de 2020.

Su reconocimiento, y el derecho a la obtención de la Compostela a los peregrinos que realicen este trazado, es fruto de un intenso trabajo llevado a cabo en los últimos años. Con el fin de agilizar los procesos de investigación y rehabilitación del recorrido, la promoción y gestión turística se constituyó la Asociación de Concellos del Camino de la Ría de Muros-Noia, integrada por todos los ayuntamientos por los que discurre el itinerario: Ames, Brión, Lousame, Muros, Noia, Outes, Porto do Son, Rois y Santiago de Compostela.

Así, a la labor que han desarrollado los historiadores locales, se sumaron dos estudios fundamentales financiados por los concellos implicados en esta iniciativa: uno de historicidad, que recopila los hitos más importantes de la historia de esta ruta de peregrinación, y otro de delimitación del trazado del Camino, que define con criterios científicos el recorrido del principal eje de comunicación entre las localidades de la ría de Muros-Noia y Compostela. Ambos fueron firmados por un equipo interdisciplinar dirigido por el arqueólogo Mario César Vila, el arquitecto Marcial Rodríguez y el urbanista Javier Harguindey.

Además, el resurgir de esta propuesta jacobea también se debe a la iniciativa y compromiso de la ciudadanía. Esta es una de las claves con las que se está trabajando desde la Asociación de Concellos, así como el Plan Estratégico. Al respecto, desde el colectivo impulsor han avanzado que en los próximos meses se sucederá la creación de diversos grupos de trabajo, en el ámbito de la investigación, educativo, cultural y deportivo, entre otros, con el fin de potenciar y reforzar el trabajo que desde hace tiempo vienen desarrollando asociaciones como Amigos del Camino o Hostelería Ría da Estrela.

Desde el pasado 1 de diciembre se conoce el trazado histórico de este centenario Camino y los concellos se han puesto manos a la obra para la adecuación de los tramos de los que se había perdido la memoria. En la actualidad está perfectamente transitable y su track oficial puede descargarse en la página web www.riademurosnoia.com.

Los recorridos que conducen hasta la tumba del apóstol muestran al mundo el patrimonio cultural, natural, social y local. En el caso del de la Ría da Estrela, zona que se califica con frecuencia como un territorio eterno, conforma una comarca de gran tradición, con poblaciones históricas que se han mantenido estables, salvaguardando su identidad. El resultado de todo esto es un rico patrimonio que acompañará al peregrino en su caminar.

Esta ruta tiene la peculiaridad de contar con un doble punto de inicio. El trayecto puede partir de Muros, un pueblo marinero auténtico donde se encuentra el Santuario de la Virgen del Camino, señal de la gran tradición de peregrinaje.

Continuando su transcurso pasa por el extraordinario molino de mareas del Pozo do Cachón y por restos de empresas de salazón, siempre cerca del mar y de las numerosas playas de esta ría. Abelleira sorprende por la delicadeza de su contorno marítimo, que en Esteiro tiene un contrapunto con mayor bullicio. Mientras que hórreos como los de Bornalle acercan al patrimonio etnográfico, en Outes el recuerdo de sus antiguas carpinterías de ribera se hace presente. Después, al cruzar Pontenafonso, se retrotrae al medievo en un escenario grandioso.

El crucero de Eiroa, uno de los más hermosos de Galicia, da la bienvenida a la pequeña Compostela. La villa noiesa, llena de encantos, cuenta con alguna peculiaridad, como su museo de laudas gremiales. La alameda acerca a la Praza do Tapal, donde la espectacular iglesia de San Martiño será testigo de la unión de los dos caminos. Aquí llega el trayecto del sur, que se inicia en O Son, cerca de su Atalaia; andando hacia Portosín llaman la atención el gran número de petos de ánimas y cruceros.

Una vez reunidos en Noia, el trazado lleva a Lousame, con parada obligatoria en San Xusto de Toxosoutos, monasterio cisterciense situado junto al río del mismo nombre, en una zona de enorme belleza, donde el verde se expande entre cascadas y meandros.

Y es en este punto donde la ría queda atrás y el caminante se dirige al interior de la Comunidad gallega por Brión, Rois y Ames hasta llegar a Compostela. Tierras de hórreos y pazos que lo acercan con calma hasta el destino final: la catedral de Santiago y la tumba del apóstol.

Una experiencia inolvidable y dos alternativas: la muradana (78,3 km) y sonense (53,6 km), que invitan a sumergirse en su historia, a deleitarse con su belleza, a impregnarse de su cultura y, en definitiva, a vivir el Camino, su tradición y sus valores.