Ganó una de las 21 Estrella Verde concedidas por la Guía Michelin por primera vez en España // Roberto Filgueira y Marta Fernández Rey trasladan su filosofía de vida y su respeto al medioambiente al establecimiento que dirigen en Boqueixón TEXTO Víctor Furelos

O Balado, un restaurante para encontrar la felicidad

Hostelería
Víctor Furelos
Roberto Filgueira y Marta Fenández Rey cumplen un sueño con el restaurante O Balado de Boqueixón.

La Guía Michelin concedió por vez primera en España la Estrella Verde, distintivo que ya existía en 13 países. Fueron solo 21 restaurantes de toda España y Portugal los afortunados que podrán presumir de estrenar esta categoría y entre ellos hay tres establecimientos gallegos: el Culler de Pau, que dirige Javier Olleros en Reboredo (O Grove), el Pepe Vieira, con el chef Xosé Cannas en Raxó (Poio); y O Balado, de Roberto Filgueira y Marta Fernández Rey en Codeso (Boqueixón).

Con un distintivo en forma de hoja verde reconoce aquellos restaurantes que respetan los ritmos de la naturaleza y se esfuerzan por innovar llevando a cabo iniciativas que preserven el medio ambiente mediante la gestión de recursos y la eliminación de residuos, algo que hacen a la perfección en O Balado.

Es un lugar con encanto, en el que uno se traslada a un rincón confortable y cómodo en el que la lareira es al mismo tiempo alma y corazón del establecimiento. Pero donde está su verdadera razón de ser es fuera de esas cuatro paredes, en donde conviven catorce ovejas, unas 40 gallinas, una burra y tres perros. Porque Roberto y Marta disfrutan con la naturaleza, con la libertad que les da el paisaje de Boqueixón, con su huerta y con la compañía de los animales.

O Balado es una auténtica casa de aldea a la antigua usanza, en donde los desperdicios no se tiran ya que o son comida para los animales o se convierten en abono.

Pero la historia de O Balado comienza años atrás. Nada apuntaba a que Roberto Filgueira y Marta Fernández Rey se dedicaran a la hostelería. Él, natural de Figueirido, se decidió por estudiar Empresariales, y ella, procedente de A Bandeira, se inclinó por Derecho. En aquel entonces ni se conocían. Hasta que el destino quiso que coincidieran.

Y por esos caprichos de la vida sus caminos se cruzaron trabajando en el sector, ya que ambos alternaban sus estudios con un trabajo veraniego que les permitiera un pequeño desahogo económico. Sus primeras conversaciones llegaron entre turno y turno en el recién inaugurado hotel NH Palacio de Vigo allá por 1998. Y hasta hoy.

Desde entonces iniciaron varios proyectos, siempre con éxito. Sus primeros pasos al frente de un establecimiento fueron en 2003 con el Eirado da Leña, en Pontevedra, en armonía con su gran amigo Iñaki Bretal –que consiguió este año su primera estrella para alegría de Roberto–. Después llegó A Casa do Lado y finalmente el Loaira, al que dio nombre el título de una obra del escritor boqueixanés Anxo A. Rei Ballesteros, tío de Marta.

Pero en 2013 su vida dio un giro. Cuando su hija Candela, que hoy tiene once años, y su hijo Paulo, que ya cumplió nueve, eran más pequeños se iluminó una bombilla que los llevó a afrontar un nuevo proyecto muy diferente a todo lo que habían hecho hasta la fecha. Buscaban más calidad de vida para ellos y sus niños y supieron encontrarla.

Una vez más surgió la casualidad, esta vez en forma de herencia. Marta recibió una casa en la pequeña aldea de Ardesende, en la parroquia de Codeso del municipio de Boqueixón. La pareja invirtió todos sus ahorros convencidos de que volvería a triunfar. Es cierto que su restaurante es de esos locales a los que hay que ir a propósito, pero ellos consiguieron que valga la pena gracias a un local con un ambiente cautivador y una cocina que enamora por su sabor y su presentación e invita a repetir.

Pero O Balado no es un simple restaurante. Es una filosofía de vida. En esa casa reconvertida se encuentran unas escasas mesas para dar cabida a solo veinte comensales a mediodía todos los días de la semana o en las noches de viernes y sábado. Es suficiente para que los clientes estén bien atendidos y se marchen contentos.

Esa filosofía parte de un autodidacta, de un cocinero hecho a sí mismo y sin conocimientos académicos que junto con Marta, que es la cabeza visible en la sala, apuesta por una forma de vida saludable, por la sostenibilidad como pieza básica de su día a día.

Roberto Filgueira define su cocina como “muy sencilla que no simple, en donde lo más importante es el sabor”. Y esa alianza del fuego de la lareira como eje principal de la cocina y la sala y su respeto al medioambiente les otorgó un nuevo reconocimiento, además inesperado, con esa Estrella Verde que lucirán con orgullo.

No se cansa de repetir Roberto que O Balado es un proyecto pequeño y humilde por lo que para él fue toda una satisfacción y una sorpresa muy emocionante ver su nombre entre los más grandes.

Pero O Balado no es nuevo en la Guía Michelin ya que figura entre los restaurantes recomendados por la prestigiosa publicación dentro de su apartado de Bib Gourmand, destinado a los restaurantes en los que se come por 35 euros o menos (bebida aparte). Y es que sus platos son dignos de los paladares más exigentes.

Roberto Filgueira y Marta Fernádez Rey apostaron por la calidad de vida sin renunciar a sus pasiones, el mundo de la hostelería y el respeto al medioambiente. Y con ello consiguieron ser una familia feliz. Y por encima premiada.