ARTESANÍA Y TECNOLOGÍA. Asteleiros Triñanes de Boiro asume el reto de fabricar un novedoso bateeiro de madera, de diseño tronco-cónico y proa invertida // Se podrá arrimar más a las bateas y gana treinta metros cuadrados de superficie de trabajo // Innova también en los controles de calidad TEXTO Suso Souto

El arte de reflotar la carpintería de ribera

Mar
Suso Souto
‘los jaimes’. El buque Los Jaimes se hizo con un novedoso sistema de control de calidad.

En 1983, cuando tenía 21 años, Gerardo Triñanes empezó a trabajar en el astillero de carpintería de ribera que su padre, José Triñanes, había fundado en Ladeira-Chazo (Boiro) en 1977. Eran años de bonanza para esta actividad artesanal. En las Rías Baixas había unos sesenta astilleros de este tipo y, en Galicia, más de cien. Pero la introducción del poliéster en los 90 marcó el inicio del declive. Hoy apenas quedan cuatro o cinco en Barbanza, y poco más de una docena en toda Galicia, muchos ya en proceso de cambio a otros materiales debido a la escasa demanda de embarcaciones de madera.

Más de cuatro décadas después, Gerardo Triñanes se esfuerza por mantener a flote el negocio familiar que heredó de su progenitor. Y lo hace manteniendo y transmitiendo las técnicas artesanales que de él aprendió, pero echando mano también de las nuevas tecnologías de aplicación en la madera: madera laminada, empleo de epoxis, nuevos contrachapados, etc. Actualmente tiene 16 empleados (2 son mujeres). La mayoría de ellos se formaron en el propio astillero. Seis son carpinteros de ribera profesionales, todos mayores de 60 años, que aprendieron las técnicas de Gerardo, su maestro, y asistieron a cursos de empresas especializadas en composites. Con todo, en los últimos años, y debido a la escasa demanda de barcos de madera, se dedican también a la construcción de embarcaciones de poliéster reforzado con fibra de vidrio, como el pesquero Los Jaimes, que salió de dichas instalaciones recientemente, y el catamarán bateeiro Segundo Nogueira, en fabricación. Ambos son de diseños innovadores y cuentan con un sistema novedoso de monitorización de los procesos de curado en los laminados de poliéster, enmarcados en el proyecto Nero y en colaboración con el centro tecnológico Aimen. Este proyecto innovador determinará en el futuro la resistencia y la fatiga del buque, y también se podrá monitorizar la salud estructural de la embarcación.

El próximo proyecto en el que prevé trabajar Asteleiros Triñanes (todos los que desarrolla proceden de la oficina técnica Ingemar Naval Architects) es un bateeiro de moderno diseño tronco-cónico (los cascos tradicionales son redondos) y de proa invertida (las tradicionales son lanzadas). Se trata de una embarcación de 20 metros de eslora, de superficie recta bajo el agua, de mayor manga (7,20 metros) que un bateeiro tradicional y, en consecuencia, con mayor estabilidad.

MAYOR FUNCIONALIDAD. Su diseño le permitirá arrimar el puente de mando a la batea más que un buque tradicional, lo que, sumado a una mayor superficie en la zona de trabajo (unos 30 metros cuadrados más) le otorga una mayor funcionalidad. Su coste se estima en 760.000 € más IVA, aunque dependerá del equipamiento final. Su construcción está a la espera de la resolución de la solicitud de una ayuda en el ámbito de la acuicultura.

El precio medio de un bateeiro de madera, de veinte metros de eslora, es prácticamente el mismo que uno de poliéster, dependiendo también del equipamiento.

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