Concluye con sensaciones agridulces debido a las consecuencias del COVID y a la marea roja // El berberecho de segunda categoría se vendió 20,52 € el kilo, el de tercera a 16,32 y el de cuarta a 9,27 € // La japónica superó los 27 € TEXTO María Cano

Noia pone fin al primer tramo de campaña con precios récord

Marisqueo
Esperanza Pouso

Hoy será el último día de trabajo para los mariscadores de Noia, ya que la junta general del pósito acordó concluir el primer tramo de la campaña el 30 de diciembre. Así, con la finalidad de dar descanso a los bancos naturales y capear la caída de los precios después de las fiestas navideñas, los productores no volverán a faenar hasta el uno de febrero.

Los precios han alcanzado cifras récord estas últimas semanas, lo que ha supuesto un respiro para los profesionales del pósito noiés. El pasado lunes en las subastas de marisco en las lonjas de Testal y O Freixo el precio del berberecho de primera categoría superó los 27 euros. El de segunda se pagó a más de 20 € el kilo, el de tercera a 16,32 y el de cuarta, el de menor tamaño, sobrepasó los 9 euros. En cuanto a la almeja fina, se vendió a 88,66 euros la de primera, a 62,21 la de segunda y a 44,02 euros la de tercera; la babosa, a 39,81 y 37,62 euros, y la japónica a 27,24 y 26,19 euros. Unas cifras favorecidas por el cierre de fronteras, que provocó que no se pudiera traer producto de otros países.

El colectivo tenía todas la esperanzas puestas en estas fechas festivas, pues hay que recordar que esta temporada nada ha tenido que ver con las anteriores, que fueron extraordinarias tanto en captura de bivalvo como en facturación; en enero de este año el movimiento económico en la cofradía noiesa ya superaba los 19, 7 millones de euros.

Esta campaña arrancó el pasado 14 de septiembre. Desde la cofradía San Bartolomé ya habían anunciado que en este ejercicio habría marisco más pequeño y en menor cantidad, pues venía marcada por el escaso desove del pasado año y un invierno muy lluvioso, incidiendo en el desarrollo de la cría. A ello se sumó la situación derivada de la pandemia del coronavirus, que repercutió negativamente tanto en la demanda como en las cotizaciones. Y, por si esto fuera poco, se vieron obligados a interrumpir la actividad extractiva en múltiples ocasiones por la presencia de altos niveles de toxina en aguas de la ría de Noia.

El secretario del pósito noiés, Adelino Freire, ha hecho balance de lo que va de campaña. Asegura que “non é un ano bo, pero este tramo último si o é, en vista da situación xeral do sector e doutras confrarías, pois non é só malo para Noia; o problema das tallas deuse en todos os pósitos... E visto que nós dependemos do sector da restauración, poder terminar o ano 2020 con estes datos é sinal de esperanza, de que as cousas pouco a pouco vaian mellorando e de deixar atrás este ano que resultou tan nefasto”, indicó.

Asimismo, Adelino Freire reconoce que la toxina también afectó a los resultados obtenidos: “Forma parte da profesión, pero a COVID non; foi algo inesperado que está prexudicando a todo o mundo. Hai profesións que están paradas totalmente; o mariscador polo menos ten un soldo, inferior ao de outros anos, pero teno para cubrir gastos”, añadió al respecto el secretario.

RIBEIRA. También en los últimos días se notó un incremento de las cotizaciones en la lonja de Ribeira: la navaja alcanzó un precio récord de 39 euros el kilo; la almeja babosa llegó a 38 €, el camarón a 160 €, la centolla se vendió a 40 €, el bogavante a 45 y la nécora a 75 €.