|| La otra jugada ||

Carletto nunca pierde la cabeza

Víctor Tobío
Mateu Lahoz. Foto: E.Press

EL FÚTBOL español puede hacer historia, de hecho ya lo ha hecho, en esta segunda quincena del mes de mayo ya que ha clasificado a dos de sus equipos para disputar las finales femenina y masculina de la Champions League. En realidad la final femenina ya se jugó ayer entre el Barcelona y el Olympique de Lyon -a la hora de escribir este comentario aún no se había jugado- en la localidad italiana de Turín hasta donde se desplazaron más de 20.000 aficionados que culés que dada la vergonzosa temporada del equipo masculino, se han decantado por seguir a las de Jonatan Giráldez.

Y el próximo día 28, en el Estadio Saint Denis de París se verán las caras el Real Madrid y el Liverpool. Será esta la tercera vez en que ambos equipos se encuentren en una final. La primera fue también en París, en 1991, de triste recuerdo para los merengues pues acabaron perdiendo. En la segunda oportunidad, en 2018 en Kiev, la balanza se decantó del lado madridista, con la polémica lesión de Salah por medio y ahora llega la oportunidad para que unos y otros inclinen la balance de su lado.

Aquel equipo madridista estaba entrenado por Zidane que tenía en el banquillo de enfrente Jürgen Klopp, el mismo con el que dentro de seis días se verá las caras un viejo amigo, Carlo Ancelotti. De aquellos dos equipos hay muchos jugadores que volverán a encontrarse en esta final. Por parte inglesa serán de la partida, casi con toda seguridad, Alexander-Arnold, Van Dijk, Robertson, Hender, Salah, Mané, Milner o Firmino. Y de la de los blancos, los Carvajal, Kross, Casemiro, Modrid, Bencezá, además también siguen vistiendo la casaca blanca Nacho, Isco, Asensio, Vázquez y un Bale venido a menos y que fue la gran figura aquel día en Ucrania, marcando dos goles, uno de ellos de excelente factura.

Pero el hombre que sigue haciendo historia a sus ahora 59 años no es otro que el que ocupa el banquillo blanco. Ancelotti figura ya con letras de oro en la historia del balón redondo pues es el único técnico que ha ganado las cinco grandes ligas -Italia, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia-, además de formar parte del trío de técnicos con tres tres champions junto a Bob Pasley y Zidane, sin olvidarnos que ya como jugador también conquistó dos ‘orejonas’ integrado en aquel mítido Milán de finales de los ochenta y principios de los noventa, entrenado por Arrigo Sacci y con un centro del campo compuesto por el propio Ancelotti, Roberto Donadoni y Frank Rijkaard, además de disponer de otros compañeros del nivel de Van Basten, Gullit, Baresi, Maldini,... Un equipazo, vamos.

El mérito del técnico nacido en la localidad italiana de Reggiolo reside en la tranquilidad que transmite al grupo y el rendimiento que saca de todos sus jugadores que están convencidos de que pueden enfrentar con éxito cualquier dificultad a pesar de saberse inferiores. Llegó Ancelotti al Madrid en uno de los momentos más delicados, para sustituir a un Zidane que lo había ganado todo pero que en la última temporada no había sabido gestionar un vestuario complicado. Además, el club había decidido dejar marchar a Sergio Ramos y traspasado a Varane. Encima dos de los llamados a tirar del ‘carro’, Hazard y Bale, cada uno por razones diferentes, dimitieron de su responsabilidad. En realidad el galés lo había hecho mucho tiempo antes. Y Florentino, decidido a apostar todo por el fichahe de Mbappé, decidió no invertir un euro en reforzar el equipo.

Pues bien, con casi todos los pronunciamientos en contra, el bueno de Carletto no solo ha ganado el Supercopa de España el pasado mes de febrero, sino que también se hizo con la Liga con varias jornadas de antelación, lo que le ha permitido ir dando descando en estos últimos partidos a los hombres que más han jugado y así podrán llegar a la capital francesa descansados y con las pilas cargadas porque, cierto es, no lo van a tener fácil ante el Liverpool, ahora mismo, probablemente el equipo más en forma de Europa. Pero también en su momento se enfrentaron con todos los pronósticos en contra a PSG, Chelsea y Manchester City y toda la Europa futbolística sabe lo que pasó.

Como bien dijo hace unos días un excelente conocedor del fútbol europeo, Thierry Henry, preguntando sobre quién veía favorito en la final de la Champions, “todos los clubes europeos temen al Real Madrid y el Madrid teme al Barcelona” y aunque cree que los ingleses ganarán destacó la gran temporada de un Benzema que es la baza de un equipo que quiere seguir haciendo historia en una competición que le viene que ni pintada.

En todo caso, a los blancos siempre les quedará el disponer en el banquillo con un hombre que gane o pierda, seguro, lo que no perderá será la cabeza porque la tiene muy bien amueblada, siguiendo la tradición de otros que antes ocuparon su puesto, desde Miguel Muñoz hasta Zidane, pasando por los Molowny, Hiddink, Pellegrini o Vicente del Bosque.