|| Lo que debería ser y no es ||

Messi: una nueva marcha atrás

Firmas
Víctor Tobío
Carlos Sáinz. Foto: Efe

DESPUÉS DE dos meses ausente de mi cita dominical con ustedes y reflexionando sobre la actualidad del mundo del deporte, me hice la promesa de no escribir sobre la espantada de Messi tras sus veinte años de azulgrana. Es tal el volumen de noticias generado estos días por el 10 culé, que uno, lo confieso, estaba ya un poco harto y eso que apenas, a lo que se ve, el culebrón no ha hecho más que empezar.

Pero una cosa son los deseos y otra cosa bien distinta los hechos que en este caso vienen marcados por la marcha atrás del crack argentino que me ha obligado, a prisa y corriendo, a reescribir este comentario. Así con de caprichosos estos niñatos mimados hasta el extremo de cambiar de criterio -en el caso del argentino no es la primera ni la segunda vez-, en apenas unas horas, provocando que el presidente de todo un Barcelona anunciase que estaba dispuesto a irse si ese era el deseo de Leo.

Pero que se vaya atando bien los machos el fenomenal delantero blaugrana pues no hay más que ver las encuestas realizadas estos días por los periódicos deportivos catalanes para darse cuenta de que del amor al odio hay una linea muy fina, tan fina que suerte va a tener de disputar sus primeros partidos sin público en el Camp Nou, con lo que tras unas cuentas cabriolas y varios goles seguramente las lanzas se tornarán cañas y todos tan contentos.

El que estará como unas castañuelas es el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas que si tenía poco con el coronavirus, solo le faltaba que se marchase al extranjero el jugador que mejor representa hoy los intereses de LaLiga y que tras la salida de Cristiano Ronaldo hace dos veranos a la Juventus, quedó prácticamente como único estandarte para vender una competición en los mercados internacionales.

Tiempos difíciles. Conviene no olvidar que venimos de una temporada atípica, interrumpida varios meses y que se remató sin público en los graderíos y que ha provocado un socavón de enormes dimensiones en las economías de todos los clubes, especialmente de los más poderosos, al punto que Barcelona y Real Madrid presupuestarán este año unos 200 millones menos de lo que lo venían haciendo y ya están llamando a los representantes de los jugadores que renegociar sus fichas a la baja.

Es más, sus gestores están actuando con tal precaución a la hora de acudir al mercado que LaLiga figura casi a la cola de lo invertido por los clubes de las mejores competiciones del Viejo Continente. Con italianos e ingleses cortando el bacalao, incluso nos supera Francia que se sitúa, ahora mismo, en el tercer lugar en inversión.

Pero si en el apartado económico los clubes españoles apenas se han dejado un par de cientos de millones de euros por el camino, lo que más preocupa ahora mismo a Javier Tebas es la descapitalización de grandes figuras que son las que, al fin y a la postre, atraen a los aficionados y con ello a los patrocinadores que permiten que el producto se venda mucho mejor.

El reto que se le plantea ahora al máximo responsable de la LFP es el de que en época de crisis y ante un mercado en franca regresión, conseguir que patrocinadores y, sobre todo, las televisiones, sigan prestando la atención debida a una Liga que ha perdido a muchos de sus talentos.

El Real Madrid fichó el pasado verano al belga Eden Hazard, un excelente media punta pero que, de momento, no ha respondido a la calidad que atesora y con un carácter acomodaticio que hace dudar que a su edad (29 años) pueda convertirse en estandarte de una liga huérfana de estrellas y, encima, con Florentino Pérez nada dispuesto a invertir un euro en un gran fichaje, al menos hasta el próximo verano en el que todo apunta a que irá a por el francés Kylian Mbappé. Pero, mientras tanto, Zidane tendrá que arar con lo que tiene, que no es poco pero lejos de aquellos equipos plagados de cracks, en los que el hoy entrenador merengue participaba como jugador.

Tampoco por parte del Atlético de Madrid cabe esperar gran cosa en lo que a figuras de relumbrón se refiere. Hizo su gran apuesta la pasada temporada fichando a una promesa portuguesa, Joâo Félix, al que todavía le falta un hervor para fraguar en el jugador que apuntaba en las filas del Sporting lisboeta.

Lucha interna. Y por el camino nos queda un Barcelona inmerso en una lucha interna que nada bueno presagia. Con un presidente cuestionado que dejará su puesto en el mes de marzo si no lo obligan a irse antes, moción de censura mediante, y un equipo apaleado y en plena reconstrucción que busca desesperadamente, de la mano de Ronald Koeman, volver a sus raíces y para ello tendrá que echar mano de un Messi que se queda pero de aquella manera, por lo que habrá qué ver cómo reacciona ese vestuario ante un jugador que se quería ir y con la incertidumbre de ver si los Griezmann, Dembélé, Coutinho y compañía consiguen revertir la situación, algo poco creíble dados los antecedentes.

Así las cosas, la temporada echará a andar con muchas incógnitas y una certeza, la ausencia desde hace dos años de uno de los mejores jugadores del mundo -Cristiano- y la presencia de otro que está pero no está.

MUCHAS DUDAS. En tiempos de la covid-19 todas las medidas que se tomen para impedir su propagación son pocas y en esas está la LFP que ha confeccionado una serie de normas de obligado cumplimiento para que se pongan en práctica esta temporada y que, llegado el momento, van a generar más de una polémica, sino al tiempo.

¿Qué pasará en el caso de que ya en plena competición se detecte un jugador que da positivo? ¿Provocará esto la suspensión de uno o más partidos? ¿El equipo afectado podrá pedir el aplazamiento de sus partidos? En definitiva, ¿cómo se abordará cada caso? Estas son muchas de las preguntas que ahora mismo se están haciendo los aficionados.

Es más, con el calendario ya conocido, se va a dar el caso curioso de que equipos que jueguen como locales sin público en las gradas, se verán abocados a disputar su partido de vuelta con campos en los que podrían autorizarse la presencia de aficionados lo que no deja de ser un agravio comparativo por no hablar de una adulteración de la competición. ¿No habíamos quedado en que todos los equipos jugarían bajo las mismas premisas o no se jugaría.? En fín...

En cuanto a la aparición de jugadores que den positivo, la LFP ha establecido que cada equipo podrá pedir el aplazamiento de un partido pero al siguiente se le dará el encuentro por perdido y con la intención de que estos casos no sean frecuentes, a cada equipo se les permitirá dar de alta 35 fichas, diez más de las habituales.

Bastarán 13 jugadores sanos para que el partido se dispute, incluidos si solo son 5 de la primera plantilla, aunque aquí volvemos a toparnos con la adulteración de la competición. ¿Se imaginan al Celta o al Getafe jugando con solo 5 jugadores de su primera plantilla o un Real Madrid enfrentándose al Barcelona en esas condiciones? Confiemos en que no tengamos que llegar a estos extremos porque de lo contrario el lío que se va a montar puede ser de campeonato hasta el punto de que podría suspenderse de nuevo la competición.