Infructuosa lucha para intentar salvar Todoque del imparable paso de la lava
Quédense, queridos lectores, con el nombre de Todoque. Es el barrio de 1.300 habitantes perteneciente al ayuntamiento de Los Llanos con el que se ha ensañado el gran río de lava del volcán de Cumbre Vieja en las últimas horas. La isla de La Palma permanece muy atenta al curso de la colada de material incandescente que ha engullido ya más de 350 viviendas desde el pasado domingo. Los bomberos de Gran Canaria desplazados a la zona afectada se han centrado desde la noche del martes en cavar una profunda fosa en el barrio de Todoque para tratar de encauzar la lava y que se desplace de la zona habitada. “Sabemos que es difícil luchar contra la naturaleza, pero tenemos que intentarlo”, señaló a EL CORREO uno de los efectivos que participan en el operativo.
Durante toda la jornada de ayer, el despliegue de medios se centró en la evacuación del barrio de Todoque. Algunos vecinos tan sólo contaron con 15 minutos para poder recoger enseres personales, documentación y recuerdos. La imagen que ofrecía este momento era verdaderamente desoladora. Allí este periódico pudo ver el verdadero rostro del sufrimiento y la angustia de tantas personas que veían cómo la colada de magma se acercaba a sus casas, para llevarse por delante el esfuerzo de toda una vida. Mientras tanto, los bomberos ayudaban a los afectados a recoger sus pertenencias y animales.
Por otro lado, en las últimas horas ganó todavía más intensidad el cráter, originándose explosiones aún mucho más fuertes y agresivas que las de las primeras jornadas. Por ahora el volcán ha arrasado ya con más de 150 hectáreas, alcanzando la colada el grosor de 15 metros y con una previsión de actividad de entre 24 y 84 días, según pronosticaron ayer los expertos. Es decir, se prevé que podría permanecer escupiendo lava durante una media de 55 días.
Todoque es el barrio previo al mar. Desde esta zona urbana hasta la línea de costa predominan principalmente las fincas de cultivo de plátano, una cuestión no menor puesto que la agricultura y en concreto la industria platanera es la principal fuente de riqueza del suroeste de La Palma. Ayer también se intensificaron las lluvias intermitentes de ceniza, que, además de cubrir con un fino manto negro el entorno del volcán, también provocó irritaciones de piel y ojos a no pocos vecinos y periodistas que permanecían en la zona más cercana al crácter. Hoy será el último día del EL CORREO en la isla, con el que se completa una misión especial para informar sobre lo sucedido y su impacto en tantos gallegos que residen en la Isla Bonita.