Sánchez ve en el nuevo Gobierno un impulso vigoroso a la recuperación

La nuevos ministros y vicepresidentas prometieron sus cargos en el Palacio de la Zarzuela // Lo hicieron ante el rey Felipe VI y el presidente del Ejecutivo // El gabinete refleja una apuesta feminista
Alberto Vidal
Foto de familia del rey Felipe VI con el presidente Sánchez y las vicepresidentas y ministros y ministras que prometieron sus cargos este lunes en la Zarzuela. Foto: Europa Press

Los nuevos ministros prometieron este lunes sus cargos y tomaron posesión de sus carteras con declaraciones que apelan a la esperanza en la recuperación y con el mensaje de que la labor que está realizando el Gobierno de Pedro Sánchez “merece la pena” frente al “ruido” que provoca la oposición. Esta es la idea que lanzó el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al asumir la responsabilidad que desempeñaba hasta ahora la ya exvicepresidenta primera Carmen Calvo.

Bolaños y otros once miembros del Ejecutivo prometieron sus competencias ante el rey y en presencia de Sánchez después de que el Boletín Oficial del Estado publicase sus nombramientos.

Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera tuvieron que pasar por Zarzuela al ascender cada una de ellas un grado en las vicepresidencias que ostentaban hasta ahora, mientras que cambiaron o asumieron nuevos cometidos María Jesús Montero, que suma Función Pública a la competencia de Hacienda, y Miquel Iceta, que pasa de Política Territorial a Deportes.

A ellos se sumaron los nuevos ministros: José Manuel Albares (Asuntos Exteriores), Pilar Llop (Justicia), Raquel Sánchez (Transportes), Pilar Alegría (Educación), Isabel Rodríguez (Política Territorial) y Diana Morat (Ciencia e Innovación).

Sánchez, en un acto en Moncloa para presentar el plan estratégico para el desarrollo del vehículo eléctrico, insistido en que su nuevo Ejecutivo pretende impulsar la recuperación económica, social y territorial. “Nuestra prioridad es la recuperación económica, social y territorial. Y para lograr un recuperación vigorosa no podemos conformarnos con regresar al punto de partida previo al covid, sino transformar nuestra economía”, dijo el presidente. “Esta es la tarea, el objetivo principal, del nuevo Gobierno, en esta nueva etapa: la recuperación económica, social y territorial”.

A ese objetivo se refirió la práctica totalidad de nuevos ministros en sus tomas de posesión, empezando por Bolaños, quien en Moncloa y arropado por las tres vicepresidentas, siete ministros y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que Sánchez pretende “transformar España sin dejar a nadie atrás”.

Por eso, y tras recordar medidas como los Erte, el ingreso mínimo vital o la subida del salario mínimo, afirmó que lo que está haciendo el Gobierno “merece la pena” frente al “ruido, la crispación, las palabras altisonantes y los debates que no llevan a nada”. En un acto que Calvo calificó de “el más amoroso de la historia de la política española” al entregar su cartera a un amigo como Bolaños, éste bromeó recordando las veces que se alegró de no ser ministro y consideró que “estas cosas ni se pueden pedir ni se deben rechazar”. Unas palabras que, en conversación informal con los periodistas, rechazó de forma tajante que fueran dirigidas al exjefe del Gabinete de la Presidencia, Iván Redondo.

Desde el entorno de Redondo se asegura que fue él quien quiso salir del Gobierno pese a que Sánchez le insistió en que se quedase y le ofreció ser ministro, mientras que fuentes del Ejecutivo señalan que pretendía obtener el cargo que el presidente adjudicó a Bolaños.

En el acto en el que recibió la cartera de Exteriores de manos de Arancha González Laya, José Manuel Albares apostó por reforzar el papel de España en el mundo, para lo que ha instado a ponerse ya “manos a la obra”. Además, en medio de la crisis entre los dos países, hizo un guiño a Marruecos, al que calificó de “gran amigo y vecino”.

La nueva portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se comprometió a mantener una actitud de diálogo y a atender el reto de la política municipal.

Mientras que Pilar Llop centró sus deseos en que cuanto antes se pueda desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, María Jesús Montero afirmó que trabajará para hacer una administración pública más moderna, ágil y coordinada, y Diana Morant apostó por dar prioridad a la ciencia y a la innovación como palanca para la recuperación de España.

Miquel Iceta, que admitió sentir mucho tener que dejar Política Territorial, reivindicó la cultura “frente al odio” y defendió el escudo de España porque no ha visto nunca “cosa más integradora”. Por su parte, Pilar Alegría prometió culminar la última reforma educativa y aprobar la futura ley de Formación Profesional, un camino en el que ha apostado por alcanzar consensos y hacerlo “codo a codo” con las comunidades autónomas.

A todas las tomas de posesión acudieron miembros del actual Gobierno para acompañar a los ministros entrantes o salientes menos en el caso del relevo en Transportes, donde Raquel Sánchez (que se comprometió a abanderar el desarrollo sostenible y a construir democracia con el derecho a la vivienda) recibido la cartera de José Luis Ábalos.

Ábalos, que defendió su legado, decidirá esta semana si abandona también la Secretaría de Organización del PSOE, una salida que Ferraz da ya por hecha y ante la que afirma que la vicesecretaria general, Adriana Lastra, toma ya las riendas del partido hasta el 40 Congreso socialista de octubre.

Consejo de ministras En paralelo a la apuesta por la recuperación económica, el nuevo Ejecutivo también dejará muy clara su defensa del feminismo. De hecho, la remodelación refuerza la presencia de mujeres al frente de ministerios, ya que pasan a ser ahora el 63 por ciento del Consejo de Ministros. Es decir, 14 de las 22 carteras están en manos de mujeres, frente al 54 por ciento anterior. Asimismo, las vicepresidencias están ahora también en manos de tres mujeres. En línea con ese potencial, Yolanda Díaz , vicepresidenta segunda prometía ante el rey Felipe VI que guardaría el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministras.