Ucrania cierra fronteras para jóvenes en edad de combatir ante el inicio del reclutamiento ruso

La huida de ciudadanos continúa ante las amenazas de empleo de armas nucleares // Ambos bandos se están preparando para un recrudecimiento bélico del conflicto
Estado de alarma
Ángela Precedo
prisioneros ucranianos desembarcan en el aeropuerto militar después de haber sido intercambiado por reclusos rusos, incluido el oligarca Viktor Medvedchuck. Foto: Efe

Un día ha pasado desde que Putin anunció la intención rusa de endurecer su postura bélica sobre Ucrania, amenazando con la anexión de los territorios ocupados y con un reclutamiento masivo de 300.000 soldados más, y ya son miles los rusos que han huido del país de todas las formas que les han sido posibles, llegando incluso a pagar un precio mínimo de 1.300 euros por un billete de avión. Aviones, trenes y autobuses se colapsaron el miércoles y, aún este jueves, las colas continuaban.

Son muchos los que tras las palabras del Kremlin sobre una “movilización parcial” –que se producirá en caso de que finalmente sean llamados a filas los reservistas– no quieren quedarse en un país donde podrían volver a llover bombas más pronto que tarde. Frente a esto, desde el gobierno ruso tildaron de “exageradas” las informaciones sobre la existencia de esas grandes colas en los aeropuertos.

“La información sobre la alteración en los aeropuertos está exagerada en gran medida. Hay mucha información falsa al respecto”, señaló el portavoz de la Presidencia, Dimitri Peskov, este jueves. Así, manifestó que “hay que ser cuidadoso para no ser víctima de la información falsa sobre este asunto”.

Además, y para calmar los ánimos dentro del país, donde ya se han organizado revueltas que se han saldado con represión, el Kremlin también subrayó en el día de ayer que el anuncio del presidente ruso sobre una ‘movilización parcial’ no implica cambios en el estatus de las operaciones militares desencadenadas en febrero con la invasión de Ucrania. “Esto es una operación militar especial”, recordó Peskov.

“Ahora, hacemos frente ‘de facto’ al bloque de la OTAN, con todas sus capacidades logísticas”, afirmó. “Esto ha llevado a esa necesidad (de movilización parcial de la población)”, zanjó. El propio Putin aseguró que esa decisión de movilizar a 300.000 reservistas (el 1,1 % de su capacidad) “no es un farol”.

Sin ir más lejos, este mismo jueves las citaciones oficiales a ciertos reservistas para incorporarse al frente ya han empezado a entregarse en distintos puntos. En Moscú y otras ciudades rusas, este era el tema del día en el transporte público y en la calle, entre mayores y jóvenes. En el metro de la capital, una mujer explicaba a otra que uno de sus familiares ya había recibido la temida notificación para integrarse a las Fuerzas Armadas de Rusia.

El medio siberiano Taiga.info publicó un vídeo en su web en el que se puede ver cuatro autobuses aparcados delante de un estadio de la ciudad de Neriungrí, en Yakutia, en el Lejano Oriente, que recogían a algunos de los miles de reservistas que Putin ha ordenado enviar a combatir en Ucrania. Familiares se despedían de ellos entre lágrimas.

El jefe de la república de Buriatia confirmó también que el proceso está en marcha desde el mismo miércoles en el Extremo Oriente, del que proceden muchos soldados que combatieron en Ucrania en el principio de la operación militar.

En principio, Putin aseguró que solo serán llamados a participar en la movilización parcial aquellas personas que han cumplido el servicio militar oblitario, tienen experiencia en combate o alguna especialidad que necesitan las Fuerzas Armadas. Pero hay dudas sobre esta aseveración, pues han comenzado a hacerse públicos casos que apuntan a que también hay otros hombres que no son reservistas que han sido citados a presentarse.

Así las cosas, en Ucrania ya se preparan para lo peor. Y saben que son capaces de hacerle frente a Rusia, como ya demostraron durante lo que va de conflicto, reduciendo la presencia de tropas a las zonas ocupadas del este, liberando el oeste y el centro del país. Pero para eso necesitan soldados, que tratan de buscar entre su población.

Por ello, las autoridades ucranianas anunciaron este jueves que los hombres que estudian en el extranjero y que tengan edad suficiente serán llamados a filas y no podrán abandonar el país mientras dure la ley marcial decretada ya desde el pasado febrero, al inicio de la invasión.

Un portavoz del servicio fronterizo, Andri Demchenko, justificó la medida ante la detección de una falsificación masiva de documentos que acreditarían estudios en el extranjero que supuestamente no existen. Solo en julio y agosto, se detectaron 600 casos de fraude, dijo.

Cabe recordar que la ley marcial impide la salida de Ucrania de hombres de entre 18 y 60 años en términos generales, aunque se contemplan ciertas excepciones en el caso de familias numerosas, estudios o cuidado de personas dependientes. La medida se ha prorrogado en varios ocasiones y por el momento se mantendrá en vigor, como mínimo, hasta el próximo 21 de noviembre.

LA MOVILIZACIÓN PARCIAL ANUNCIADA POR PUTIN YA ESTÁ EN MARCHA. Y por si el ambiente no estuviese lo suficientemente caldeado, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, reiteró ayer las palabras de Putin sobre el empleo de armamento nuclear en la contienda, dejando claro que el Kremlin está dispuesto a todo para ganar esta partida.

Así, subrayó que Moscú “puede usar” todo tipo de armamento en caso de amenaza, incluidas esas armas nucleares, y agregó que el país ya “ha elegido su propio camino y no hay marcha atrás”. De este modo, puntualizó que el anuncio realizado el miércoles por Putin de ‘movilización parcial’ implica “no solo la movilización de capacidades, sino de todas las armas rusas, incluidas las armas nucleares estratégicas a partir de nuevos principios para lograr esta protección”.

“Se celebrarán referéndums y las repúblicas del Donbás y otros territorios serán aceptados en Rusia. La protección de todos los territorios que se unan se fortalecerá de forma significativa gracias a las Fuerzas Armadas rusas”, explicó.

En este sentido, manifestó que “los generales idiotas retirados no tienen que asustar con charlas sobre un ataque de la OTAN en Crimea”. “Las armas hipersónicas garantizan alcanzar mucho más rápido objetivos en Europa y Estados Unidos. El ‘establishment’ occidental y todos los ciudadanos de los países de la OTAN deben entender que Rusia ha elegido su propio camino. No hay marcha atrás”, zanjó.

LA UE APLAUDE EL CORAJE DE LOS DESERTORES, PERO MANTIENE PUERTAS CERRADAS. ¿Cómo no escapar del país ante tales declaraciones? La huida masiva de ciudadanos rusos prosigue, pero desde la Unión Europea, aunque han aplaudido su “coraje”, mantendrán las fronteras cerradas –excepto Alemania, que ya ha ofrecido públicamente asilo a los reservistas rusos que deserten–.

En rueda de prensa desde Bruselas, el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, destacó que la UE está al lado de los rusos que con “valentía y coraje” se oponen a las maniobras del Kremlin. “Esto demuestra que están expresando su opinión sobre las acciones del régimen de Putin en su guerra ilegal”, subrayó.

En todo caso, apostó por mantener las fronteras de los países de la UE cerradas hacia Rusia, después de acordar hace unas semanas poner más trabas a los visados a ciudadanos rusos y de que los países bálticos fueran más allá para imponer un control más estricto de sus fronteras terrestres.

Preguntada por la posibilidad de facilitar la entrada a los rusos que huyen del país, la portavoz de Interior de la Comisión Europea, Anitta Hipper, consideró “esencial” tener un enfoque común de los Veintisiete en esta materia y recordó que las reglas europeas permiten rechazar la entrada por razones de “seguridad nacional u orden público”.

Así las cosas, subrayó que es competencia de los propios Estados miembros del bloque el control de sus fronteras, aunque recordó que de acuerdo con el código Schengen, las autoridades europeas tienen la obligación de estudiar las peticiones de asilo que puedan solicitar los ciudadanos rusos.