Ucrania toma ventaja, da un giro a la guerra y logra forzar el repligue de las tropas rusas

Putin insiste en su amenaza de cortar el suministro de gas si Europa sigue adelante con su plan de ‘precios tope’
Estado de alarma
Ángela Precedo
A diario se siguen exhumando cuerpos de civiles. Foto: Vasily Zhlobsky / Efe

Casi siete meses de guerra en Ucrania se saldan sin ninguna conclusión más allá de que la economía europea se viene a bajo ante los movimientos de Putin con su ‘juego del gas’. Las zonas bajo dominio ruso tampoco parecen ser diferentes a aquellas en las que ya se habían impuesto en los primeros días del inicio del envite. De hecho, lejos de avanzar, la conquista rusa incluso parece no estar tan clara en la parte prorrusa del país, en las regiones de Donetsk y Lugansk, y mucho menos en el resto, donde los ucranianos siguen recuperando terreno poco a poco. Las tropas rusas comenzaron a abandonar este domingo la parte norte de la región de Járkov y, según medios ucranianos, ayer se izó la bandera ucraniana en la localidad de Kosaja Lopan, situada a 4 kilómetros de la frontera con Rusia. La tropas rusas habrían abandonado poco antes la localidad, que está 30 kilómetros al norte de la ciudad de Járkov.

Ya el sábado Rusia había anunciado el repliegue de tropas del sur de Járkov, lo que había atribuido a la decisión de reforzar las fuerzas en Donestk. Sin embargo, muchos expertos consideran que no se trata de un repliegue estratégico sino de que muchos soldados rusos han optado por huir ante el avance ucraniano.

Según el Insitut for the Study of the War (ISW), en los últimos cinco días los ucranianos han recuperado más territorio que el que los rusos habían logrado ocupar desde abril. Según las autoridades ucranianas, no todas las tropas rusas han logrado abandonar la región de Járkov y quedan unidades motorizadas aisladas de todo suministro cuyos integrantes son presa del pánico, informó Efe.

Si Putin quería una victoria fácil, el pueblo ucraniano ha demostrado que, con la ayuda internacional, lucharán con uñas y dientes para defender lo que es suyo. El presidente de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin, reconocía que la situación en la región es “tensa” pero “estable” en el frente pese a los recientes avances militares del Ejército ucraniano.

También el presidente de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadirov, se refirió a los recientes avances ucranianos en Jarkov y aseguró que estas regiones volverán pronto a estar bajo control de tropas rusas.

“El Ministerio de Defensa (ruso) ha aclarado la situación de por qué han dejado las ciudades de Izium, Kupiansk y Balakleya en dirección a Jarkov. Ha sido una medida forzada debido a la estrategia militar para (evitar) bajas humanas”, argumentó Kadirov en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.

“Os aseguro que todas estas ciudades van a ser recuperadas. Nuestra gente ya está allí, tipos especialmente entrenados para esta tarea. Otros 10.000 combatientes están preparados para ser enviados. Pronto llegaremos a Odesa y veréis resultados concretos”, añadió.

Pero lo cierto es que la guerra ha dado un giro y, ante ello, Vladimir Putin trata de buscar la única salida posible: presionar a Europa con su arma más potente, el gas. Y es que más allá de la gran potencia armamentística del país euroasiático, que goza de armas nucleares pioneras a nivel mundial, la herramienta que mejor les está funcionando es, sin duda, el chantaje. Sabiéndose suministrador principal de gas a muchos países europeos, Putin trata de amenazar con subir precios, cortar suministros o reducir la producción.

Pero Europa cada vez se encuentra más preparada para todo, con previsiones de reducción progresiva del uso del gas ruso, para llegar a su corte total, y la fijación de precios máximos tanto al propio gas como también al petróleo. Este último también está generando grandes problemas en el mercado mundial, con subidas como nunca antes vistas de los combustibles.

decisión estúpida. Pero la decisión de Bruselas y de los miembros del G-7 de poner precios máximos al gas y al petróleo, como cabía esperar, no ha terminado por contentar al mandatario ruso, que ha amenazado con cortar el suministro si llevan a la práctica esta decisión. “Hay obligaciones contractuales”, apuntó Putin, y, “si se toman decisiones políticas que contradigan los contratos, no los cumpliremos”, sentenció el presidente durante su intervención en el VII Foro Económico de Vladivostok, el pasado viernes.

Estas declaraciones, además, llegaron en el mismo día en que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, reiteró su opinión de aplicar en las fronteras de la Unión un máximo para el gas, decisión que, por cierto, Putin calificó de “estúpida”. Y tampoco la del foro fue la única advertencia que lanzó el mandatario ruso.

¿ADIÓS A LA EXPORTACIÓN DE CEREALES A PAÍSES POBRES? Otra de ellas pasa por incumplir parte del único acuerdo logrado entre ambos países desde que comenzó el conflicto: el pacto alcanzado entre su país, Turquía, Ucrania y Naciones Unidas sobre la exportación de grano. “Tal vez deberíamos pensar cómo limitar la exportación de cereales y otros alimentos a lo largo de esta ruta”, planteó Putin a lo largo de su discurso.

Sin embargo, indicó que lo consultará con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. “Después de todo, fuimos él y yo quienes elaboramos un mecanismo para la exportación de gas ruso ucraniano”, concluyó. En este sentido, desde Moscú defendieron que este acuerdo que alcanzaron hace unos meses lo están ahora empleando desde Bruselas con el objetivo de adquirir los cereales que, de acuerdo a Rusia, deberían dirigirse a estados con menos recursos que los europeos.

Y es que, según reportó el diario ‘El País’, de los 88 buques que partieron cargados de grano de los puertos ucranianos desde que se firmó el acuerdo, solo dos se han destinado a los planes del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. Este hecho, de acuerdo con la opinión de Putin, no solo es “una estafa”, sino que lo definió como “un engaño de la comunidad internacional” a los socios africanos y a otros países con verdaderas necesidades alimenticias, como el Tercer Mundo.

TERESA RIBERA VE POSIBLE EL ACUERDO EUROPEO. Desde España, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló el viernes que sí es posible llegar a un acuerdo a nivel europeo para limitar el precio del gas importado desde Rusia a la Unión Europea, como parte del nuevo paquete de medidas del bloque para hacer frente al alza de los precios de la energía y asegurar el suministro energético de cara al invierno. “Donde yo sí creo que hay un acuerdo importante es en algo que se ha descontado y es la necesidad de enviar un mensaje al gas que se exporta desde Rusia por tubería”, detalló la ministra para la Transición Ecológica a su entrada al consejo de ministro de Energía de la UE, celebrado la pasada semana.

“Creo que hay algunos países que no apoyan la idea de limitar nada que proceda de Rusia. No muchos”, añadió Ribera, que matizó que “una inmensa mayoría de países” entiende que es “importante medir bien y tomar medidas en esa dirección”.

“Creo que es un tema sensible. Es importante trabajar bien el modo en que la Unión Europea y sus operadores pueden mandar una señal de cuál es el precio que estamos dispuestos a pagar”, agregó la ministra para la Transición Ecológica preguntada sobre la posibilidad de poner un límite al precio del gas ruso, si bien matizó que es una cuestión que no está madurada todavía, pese a los recelos de Putin. En este sentido, indicó que las consecuencias de tal medida se dan por descontado teniendo en cuenta las actuaciones de Rusia y, por tanto, instó a “trabajar bien” esta propuesta.

Ribera apuntó que se trata de un debate que “se va a abrir ahora” y destacó la importancia de mejorar la transparencia de mercados energéticos y entender “cuál es el papel de los ‘traders’, de los agentes que intercambian estas materias primas”, así como a los precios que compran y venden las materias primas.

“Debemos tener claro qué ocurre con los países productores y si son aliados nuestros”, advirtió la vicepresidenta Ribera.

VISTO BUENO AL SEGUNDO TRAMO DE 5.000 MILLONES DE EUROS EN PRÉSTAMOS A UCRANIA. Mientras la medida se gesta, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea ya dieron el viernes su visto bueno al desembolso de un segundo tramo de ayuda macrofinanciera a Ucrania por valor de 5.000 millones de euros.

“Los ministros han respaldado la segunda parte del programa de ayuda macrofinanciera excepcional y han acordado aportar garantías soberanas”, señaló el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

“El nuevo préstamo de 5.000 millones de euros se utilizará para el funcionamiento diario del estado y para garantizar el funcionamiento de la infraestructura crítica del país, como oficinas, escuelas y hospitales”, indicó.