Feijóo presiona a Sánchez, pero el presidente rechaza adelantar el toque de queda

Santiago. El incremento de los datos de los contagios, camas ocupadas, ingresos en las ucis y de la incidencia acumulada de casos de coronavirus en Galicia y en el conjunto de España mantiene un foco de tensión abierto entre los ejecutivos de los diferentes territorios y el Gobierno central por la graduación de la medidas a aplicar para poner freno a la expansión de la pandemia.

Dentro de ese contexto, el presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, elevó de nuevo su voz públicamente para que desde la Moncloa rectifiquen su posición y permitan a las comunidades autónomas ampliar el toque de queda.

Sin bajar el toque de queda de las diez de la noche a las ocho de la tarde, Feijóo remarca que será necesario implantar mayores limitaciones en los próximos días a la hostelería, la práctica del deporte o incluso el aislamiento de municipios. “Si todos nos refugiásemos en nuestras casas a partir de las ocho de la tarde, las medidas restrictivas serían menores”, abundó.

El inquilino de Monte Pío insistió en que si el Gobierno central no va a dar más armas a las comunidades autónomas, éstas tendrán que utilizar otras herramientas para restringir tanto la movilidad como determinadas conductas y comportamientos sociales que permiten el aumento de los contagios.

En la antesala de la reunión semanal que todos los lunes celebra el comité clínico que asesora a la Xunta, Feijóo reiteró que la gallega está entre las tres comunidades autónomas con “menor presión” en las unidades de cuidados intensivos y apeló a seguir tomando medidas “más estrictas” y más restrictivas en los próximos días, lejos de “tranquilizarse”.

Reproches del PPdeG En el mismo tono, pero con más carga partidaria que institucional, el secretario general del Partido Popular de Galicia, Miguel Tellado, también arremetió contra Pedro Sánchez. Según su criterio, el presidente del Gobierno, está actuando guiado por intereses “electoralistas” al poner los criterios políticos en Cataluña “por encima de la vida de las personas”.

Mientras, Sánchez defendió la estrategia estatal que está desarrollando el Ejecutivo para luchar contra el coronavirus, y aseguró que tanto el estado de alarma y sus medidas como el plan de vacunación “están funcionando”, a pesar de las críticas de algunas comunidades autónomas y de la oposición.

Apelación a la unidad Además, volvió a hacer un llamamiento a la unidad y aseguró que, a pesar de los “ataques feroces” que recibe en ocasiones como respuesta, no se va a “desanimar” y va a seguir apelando al acuerdo entre todos, porque “ninguna desgracia distingue de colores políticos”.

“La naturaleza, con la borrasca Filomena, nos ha vuelto a dar una gran lección, que es que ninguna desgracia distingue de colores políticos. Ni los desastres naturales, ni las enfermedades, ni los reveses económicos. Todos nuestros compatriotas padecen los mismos problemas y la respuesta de los representantes debería ser la misma. Desgraciadamente, no siempre es así”, afirmó.

Según Sánchez, esa actitud de algunos representantes que rechazan la unidad o el hecho de que sus llamamientos hayan caído a veces “en saco roto” o hayan sido respondidos “con ataques feroces”, es “razón de más” para seguir trabajando para lograrla. “No me desanima”, garantizó.

El presidente del Gobierno se refirió en concreto a las “fallas en la unidad” que se produjeron en el ámbito parlamentario, si bien defendió que se han suplido en Europa, con el acuerdo de los fondos europeos, o en el ámbito autonómico, con la estrategia de cogobernanza puesta en marcha por el Gobierno desde el verano para gestionar la lucha contra la pandemia.

Así lo aseguró el mandatario, a pesar de que muchos gobiernos autonómicos critican al Ejecutivo central por dicha estrategia, y casi todos reclamaron sin éxito que modifique el estado de alarma para poder endurecer algunas de las medidas, como el toque de queda, para adelantarlo.

“Tenemos una estrategia estatal contrastada. Sabemos cómo doblegar la tercera curva. Se ha aprobado por todas las comunidades autónomas, con indicadores comunes, acciones comunes, y tiempo suficiente para poder evaluar la eficacia de las medidas que ponemos en marcha. Tenemos también la experiencia acumulada y un rumbo claro de cómo hacerle frente”, reivindicó.