Galicia endurecerá las restricciones porque “todos los datos son malos”

Feijóo ve probable que se extiendan las limitaciones que afectan ya a Arteixo, Viveiro y Xinzo // La comunidad bate un nuevo récord tanto de contagios diarios, 1.727, como de casos activos, 16.030
Roi Rodríguez
consello. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ayer durante la rueda de prensa. Foto: Efe

Con el claro objetivo de “salvar vidas”, Galicia va camino de endurecer en los próximos días las restricciones para evitar la expansión del coronavirus dada la evolución epidemiológica, ya que “todos los datos” son “malos”, tanto de nuevos contagiados como “sobre todo” de presión hospitalaria. “Malos sin ningún tipo de condición ni de matiz”, según afirmó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Con este panorama, en rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Gobierno gallego, celebrada en Santiago, el mandatario autonómico avanzó que es probable que en el comité clínico de la próxima semana se decida ampliar “a buena parte” de la comunidad las máximas restricciones que afectan ya tres municipios –Arteixo, Xinzo y Viveiro–, donde está cerrada la hostelería y las actividades no esenciales.

Tras mostrarse comprensivo con que las nuevas limitaciones son “molestas e incómodas”, añadió que “vamos a proseguir”, situando la prioridad en salvar el mayor número de vidas posible. “No tenemos interés en incomodar a nadie”, aclaró, añadiendo que en lo que importa es “que haya menos respiradores, menos personas intubadas y menos gente que ingresa en los hospitales”.

El reto fundamental, concluyó Feijóo, es el de doblegar una ola que ya es muy superior a la segunda y, “lamentablemente”, auguró, va a ser superior en número de hospitalizaciones y de ocupación de uci a la registrada el pasado marzo.

Galicia, no en vano, batió ayer un nuevo récord tanto de contagios diarios, con 1.727, como de casos activos, 16.030, mientras que la presión hospitalaria continúa en ascenso y cerca ya de lo peor de la primera ola. Según sus datos, la ocupación en unidades de críticos alcanza ya el 18 %, la mitad que en el conjunto de España. La incidencia acumulada a siete días es ya de 350 casos –401 en todo el país–, mientras que a 14 días sube a 586 (795 a nivel nacional). De ahí que una vez más el de Os Peares apelase a la responsabilidad y a cumplir las normas.

Sobre el inicio de la vacunación, aludió a que según los expertos va a bajar la mortalidad, especialmente en los colectivos más vulnerables. Dicho esto recalcó que se acredita día a día que el número de dosis “no es suficiente” y que tampoco lo será en los próximos meses. “No lo será ni en febrero, ni en marzo, ni en abril, ni en mayo”, vaticinó, lamentando que toda la capacidad instalada en Galicia, que le permitiría dispensar hasta “cien mil vacunas diarias”, lamentablemente no se va a poder activar. “Por tanto, estamos necesitados de pedir un esfuerzo”.

De este modo, advirtió que la Xunta no va a “dudar” en intensificar las restricciones en función de la evolución epidemiológica. Y si esta sigue empeorando, “las medidas serán cada vez más restrictivas”, insistió, dejando claro que ni van a improvisar ni van a “frivolizar” con recetas mágicas ni fáciles. “Vamos a seguir el criterio del comité clínico y adecuar las medidas a ellos”.

Falta de rigor del Gobierno. A renglón seguido, Alberto Núñez Feijóo lamentó la “falta de rigor” del Gobierno central por no acceder a la petición formulada por varias comunidades, entre ellas la gallega, de permitir adelantar el toque de queda, una herramienta que el comité clínico que asesora a la Xunta ve clave para intentar contener la tercera ola de la pandemia.

El mandatario confesó “sorpresa y frustración” por comprobar que, pese a que “la mayoría” de autonomías pidieron “formalmente” en el Consejo Interterritorial de la Salud esta “flexibilidad” en el adelanto del toque de queda, el Gobierno que dirige Pedro Sánchez impide “trabajar con herramientas” que las comunidades “necesitan” para hacer frente a la COVID.

Apoyó sus dardos a La Moncloa en que comunidades con gobiernos de distintos colores políticos (nacionalistas, socialistas o populares) se sumaron a la petición, por lo que no “hay diferencia ideológica” en la solicitud. Enfrente, sí ha constatado “falta de rigor” por parte del Gobierno central y, en concreto, del Ministerio de Sanidad.

“No podemos más que lamentar públicamente la falta de rigor ya no de quién gestiona la pandemia, porque no lo hace, sino de quien no la deja gestionar. Estamos acostumbrados a que no hagan cosas, pero pedimos que nos dejen trabajar”, exigió, antes de incidir en que, a la vista de la opinión de los expertos, no adelantar el toque de queda es “un error” cuyas consecuencias “se están pagando”.

En el turno de preguntas, el presidente incidió en la “irresponsabilidad” de esta decisión e insistió en su “estupefacción” por ello, antes de recalcar que para ningún presidente es “plato de gusto” decirle a los ciudadanos que tienen toque de queda a las 20.00 horas.

“Ninguno lo hace por capricho, por sus colores políticos o para desgastar al Gobierno central”, afirmó y se volvió a remitir a la recomendación de los expertos. De hecho, subrayó que, de haber algún “desgaste”, será el del Ejecutivo autonómico que adopta la decisión.

“Yo ya no pido que el Gobierno fije un toque de queda en España a las 20,00 horas. Le pido que me lo deje hacer y yo asumo mis responsabilidades y las consecuencias de esas decisiones”, sentenció, para insistir que tanto él como el resto de autoridades autonómicas que pidieron dar este paso lo hacen con el ánimo de “acertar, salvar vidas y proteger el sistema sanitario”.

Preguntado al respecto, defendió que no considera que se le deba “reprender” por pedir ahora el toque de queda e incidió en que, en su día, lo que dijo es que ve “un error” hablar de “toque de queda” y de “estado de alarma” en España. A su modo de ver, debería haber una ley para gestionar la pandemia y el uso de “determinados conceptos” tiene “costes reputacionales” para España. “No me gusta la terminología de toque de queda o estado de alarma, pero es la que hay”, finalizó