La movilidad gallega en verano se disparó los fines de semana y se redujo en laborables

Desde el inicio de la pandemia el pasado 10 de abril fue la jornada con menos traslados: un 78,5 % por debajo de un día normal// Contrasta con el 9 de agosto cuando subió un 32,2 % respecto al momento referencial del Mitma
COVID
Jorge Garnelo
circular. Dos personas caminan durante la pasada jornada por el paseo marítimo de A Coruña. Foto: Cabalar

Las medidas restrictivas relativas al movimiento, efectuadas para disminuir la incidencia del COVID, alteraron significativamente los desplazamientos en Galicia. Así se puede observar mediante las datos que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) difundió ayer, donde consta que estos alcanzaron sus mínimos el 10 de abril, durante el estado de alarma: un 78,48% menos que la fecha base del periodo referencial (del 14 al 20 de febrero) establecido por el departamento dependiente del Gobierno central.

El Mitma puso a disposición de la ciudadanía durante la pasada jornada una gigantesca cantidad de datos vinculados a la movilidad diaria, tanto a nivel estatal como autonómico, obtenidos con tecnología Big Data.

Las cifras relacionadas con nuestra comunidad muestran el impacto de las normas aplicadas para reducir toda clase de circulación con el objetivo de disminuir la evolución pandémica del coronavirus.

Una brusca bajada en esta (representada por la relación viajeros-kilónetros) se formalizó tras declararse el estado de alarma (14 de marzo). Durante ese mes y abril, los desplazamientos retrocedieron, oscilando entre el 21,52% hasta el 48,97% de los viajes que se habían desarrollado en los días del ciclo base definido.

Es decir, la movilidad estuvo por debajo de la mitad (salvo el 16,17 y 18 de marzo). En mayo volvió a aumentar progresivamente la cantidad de viajeros-km, sobrepasando el día 4 el 50 % y alcanzando los valores más altos a finales, cuando se superaron porcentajes del 70 % respecto al periodo de referencia marcado.

En junio ocurrió prácticamente lo mismo. La movilidad se siguió incrementando lentamente hasta las últimas jornadas con tasas casi iguales a las de las datas base estipuladas por el Mitma. Solamente se rebasó esta la noche de San Juan (donde ascendieron un 1,36 % los viajes-km).

También prosperó en julio, consiguiendo su mayor registro el día 26 con un 120,34 %. Y finalmente, agosto culminó ese incremento, acogiendo el 1 su valor máximo (132,2 %).

En este sentido, cabe destacar una relevante diferencia y es que, mientras en primavera las fechas con mayores cifras de desplazamientos se daban entre semana, disminuyendo de manera importante sábados y domingos, durante el verano se dio la situación inversa, situándose el punto de inflexión a mediados de junio.

En septiembre empezó una caída fulminante de la movilidad que varió entre su valor más alto (110,02 %) y el menor (82,45 %) casi treinta puntos porcentuales, aun así fueron registros mucho menos bajos que los obtenidos en el confinamiento.

El fenómeno de los fines de semana se entrecortó otra vez en septiembre, consolidándose en octubre, donde nuevamente había mayores tasas de movilidad los días laborales. Asimismo, las circulaciones continuaron bajando, reduciéndose a prácticamente la mitad en la última data del mes (53,96 %).

El pasado noviembre fue donde más se notó la diferenciación entre días normales y de descanso, alcanzando cifras dispares al comparar ambos espacios temporales, casi todas los primeros por encima del 70 % de la movilidad (respecto al ciclo de referencia) y menos del 55 % durante los sábados y domingos.

POR PROVINCIAS. Tomando como partida el día 15 de cada mensualidad, desde marzo hasta noviembre, respecto a las jornadas correspondientes al ciclo base (del 14 al 20 de febrero), puede observarse como la dinámica comentada anteriormente se repitió a nivel provincial.

A Coruña mantuvo esas fechas una movilidad (en comparación a las datas de referencia) que se fue incrementando según transcurrieron los meses, hasta pasar el verano, volviendo a disminuir: 39,82 % (marzo), 42,66 por ciento (abril), 50,23 % (mayo), 74,16 por ciento (junio), 108,95 % (julio), 108,16 por ciento (agosto), 93,18 % (septiembre), 80,14 por ciento (octubre) y 43,19 % (noviembre).

Precisamente la bajada más fuerte se percibe contrastando los dos últimos periodos, como consecuencia de las medidas restrictivas instauradas por la Consellería de Sanidade con relación al traslado interurbano, ante el aumento significativo de contagios por coronavirus.

El patrón, aunque con diferentes cifras, también se nota en Pontevedra, donde esos días los viajeros-kilómetro que hubo, frente a las personas que se trasladaron en el espacio temporal antecedente, siguieron prácticamente la misma evolución: 41,10 % (marzo), 45,42 por ciento (abril), 56,92 % (mayo), 78,15 por ciento (junio), 111,46 % (julio), 125 por ciento (agosto), 95,25 % (septiembre), 84,53 por ciento (octubre) y 44,74 % (noviembre).

Al igual que la región herculina, esta zona tuvo su mayor tasa de desplazamientos en el estío, y (como se verá a continuación) del mismo modo que las restantes demarcaciones, superando la movilidad global que hubo en las jornadas base.

Para Ourense, esos porcentajes (a día 15) fueron los siguientes: 40,6 % (marzo), 47,96 por ciento (abril), 58,02 % (mayo), 86,93 por ciento (junio), 115,97 % (julio), 129,2 % (agosto), 107,16 % (septiembre), 78,52 % (octubre) y 46,44 % (noviembre).

Asimismo, en Lugo, por último, se aprecia una tendencia similar: 38,74 % (marzo), 50,39 por ciento (abril), 55,68 % (mayo), 86,15 por ciento (junio), 107,01 % (julio), 124,17 % (agosto), 105,60 % (septiembre), 89,68 % (octubre) y 44,5 % (noviembre).