La USC encabeza la lucha contra el covid más prometedora

Los investigadores José Martínez Costas y Javier Montenegro coordinan sendos grupos del CiQUS
Sanidad
Ángela Precedo

Santiago. Los proyectos de desarrollo de vacunas frente al coronavirus llevados a cabo en el CiQUS continúan progresando. El grupo de investigación dirigido por José Martínez Costas acaba de entrar en una nueva fase de estudio, ya que la Comisión Europea le concedió financiación específica para la realización de pruebas preclínicas muy completas en animales de experimentación que permitirán, si los resultados son satisfactorios, “llegar hasta la fase clínica de ensayos en seres humanos”, según sostuvo Martínez Costas.

Por su parte, el grupo de investigacion de Javier Montenegro, que está desarrollando una plataforma para cribar posibles vectores no virales que puedan ser utilizados como transportes de ARN mensajero que codifica las proteínas del virus, recibió 126.000 euros por parte del Instituto de Salud Carlos III.

La investigación del grupo de Martínez Costas se está llevando a cabo en colaboración con el grupo de Javier Ortego en el Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CISA-INIA). Así, el camino en busca de una vacuna contra el covid-19, iniciado a comienzos de abril al amparo del Instituto de Salud Carlos III, se amplió gracias a la financiación de la Comisión Europea.

bajo coste y tiempo reducido. El equipo gallego trabaja desde abril en el desarrollo de una vacuna en base a una nueva metodología, desarrollada en el propio centro y patentada por la USC, que permite resultados en márgenes de tiempo reducidos y a bajo coste. Esta línea de trabajo, como explica Martínez Costas, permite crear vacunas contra cualquier patógeno.

“Hacemos que células de cualquier origen fabriquen microesferas e introduzcan dentro de ellas los antígenos víricos”. Estas partículas “se purifican muy fácilmente y tienen capacidad intrínseca para estimular al sistema inmune, lo que las convierte en ideales como vacunas para el coronavirus”, argumenta.

Durante estos meses, “hicimos varias versiones de las microesferas. Ahora vamos a caracterizarlas utilizando sueros de pacientes que nos fueron cedidos desde el HULA”, añade.

VECTORES PEPTÍDICOS. Por otro lado, el grupo de Montenegro se basa en los estudios que demuestran que las vacunas basadas en ARN mensajero se encuentran en la base de algunos de los ensayos clínicos que se están llevando a cabo. Uno de los mayores retos es la extrema sensibilidad del transporte de ese material genético y, para paliarlo, el equipo trabaja en el desarrollo de una plataforma sintética Á. Precedo