La vuelta a clase será el día 10 de septiembre

Educación negociará el calendario con los sindicatos el martes próximo // Su propuesta es como la de otros años
Educación
Rosa Ríos
Las aulas volverán a llenarse en Galicia el próximo 10 de septiembre.

La Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional envió ayer a los sindicatos la propuesta de calendario escolar para el próximo curso 2020/21 en los centros educativos, que no contiene modificaciones significativas respecto de años anteriores. El borrador se analizará el próximo martes en la mesa sectorial de la enseñanza no universitaria.

Según el documento remitido, para el alumnado matriculado en 2º ciclo de Infantil, Primaria y Educación Especial las clases comenzarán el 10 de septiembre de 2020 y finalizarán el 22 de junio de 2021.

Mientras, para los matriculados en ESO, Bachillerato, y Formación Profesional el inicio de curso será el 16 de septiembre y se prolongará hasta el 22 de junio de 2021.

En las enseñanzas de régimen especial, las actividades lectivas serán entre el 16 de septiembre de 2020 y 30 de junio de 2021, de acuerdo con los calendarios de pruebas de acceso y pruebas de certificación establecidos para cada una de ellas.

Asimismo se establecen como períodos de vacaciones las tradicionales fechas de Navidad –desde el 23 de diciembre de 2020 hasta el 7 de enero de 2021, ambos inclusive–; Carnaval –los días 15, 16 y 17 de febrero de 2021– y Semana Santa –desde el 27 de marzo hasta el 5 de abril de 2021–.

El borrador de Orden también recoge el calendario para el funcionamiento de los comedores escolares de los centros públicos, que en Educación Primaria funcionarán desde el 10 de septiembre de 2020 hasta el 22 de junio de 2021; y en ESO desde el 16 de septiembre de 2020 hasta el 22 de junio de 2021, coincidiendo con el periodo lectivo.

El documento enviado a los sindicatos educativos también marca los días no lectivos o festivos así declarados por la Consellería de Economía y las fiestas laborales de carácter local. Recomienda también que los centros educativos de la misma localidad elijan los mismos días no lectivos. Además, y con el fin de unificar la celebración de los patrones de cada nivel educativo, se establece el Día do Ensino con la consideración de no lectivo a efectos académicos el día 7 de diciembre de este año.

El proyecto de Orden también define las conmemoraciones que se celebrarán, como el Día de la Infancia (20 de noviembre) o el de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre), entre otras.

PLANIFICACIÓN Después de la reunión que mantuvo la ministra Isabel Celaá con los responsables de las autonomías, la comunidad educativa gallega está preocupada por la adopción de medidas de seguridad y prevención ante un hipotético retorno a la enseñanza telemática en caso rebrote del covid19.

La situación no gusta a las agrupaciones de anpas de centros públicos gallegos, tanto por la falta de planificación y de avances tras tres meses de pandemia, como por la politización a la que se ve sometida la cuestión educativa e incluso alguna de las medidas de seguridad.

Una de las propuestas planteadas inicialmente para el próximo curso, que finalmente quedó al margen del acuerdo de las comunidades, se refería a la reducción de grupos a un máximo de 20 alumnos por aula. La conselleira Carmen Pomar, rechazó esta posibilidad y defendió “no fragmentar” ni “romper los grupos de referencia establecidos”.

La mayoría de sindicatos de profesorado, sin embargo, y también los padres, discrepan y defienden la reducción alumnos por aula y el refuerzo de plantillas de los centros cara al próximo curso.

La CIG censuró la falta de responsabilidad de la administración y advirtió que estos postulados van “en contra de las recomendaciones de las instituciones internacionales”, que sitúan la ratio elevada como “uno de los principales problemas de los sistemas educativos”.

Suso Bermello, secretario nacional del sindicato, insiste en que no se puede pretender volver a “una normalidad como si no pasase nada”, y criticó, a su vez, los 2.000 millones anunciados por el Estado para las comunidades, que “no son suficientes” para asumir el proceso.

Por su parte Luz López, secretaria xeral de CCOO-Ensino, defendió la necesidad de un acuerdo para “aumentar personal y atender esta nueva presencialidad” en los centros, que es “positiva pero que no puede ser a cualquier precio”.

“Hay que aumentar trabajadores docentes y no docentes y promover la evaluación de puestos de trabajo y de riesgos, y a partir de ahí elaborar protocolos que ofrezcan garantías”, declaró a Europa Press.

Toda esta planificación debe realizarse “con la antelación suficiente para dar tranquilidad a las familias”, añadió López, pero también debe partir de un diálogo con las organizaciones sindicales.

Al respecto, Julio Díaz, de ANPE-Galicia, insistió en que se debería crear un grupo de trabajo “con todos los agentes implicados para agilizar el principio del curso”. Asimismo, cree que la reducción de ratios es un reto que el Estado debe “afrontar cuanto antes”, y que el tema sanitario “tiene que estar por encima” de todo lo demás.

El sindicalista recordó, además, la necesidad de preparar las infraestructuras y ampliar plantillas, la dotación de medios para evitar casos como el de marzo y el impulso de un plan específico de formación en nuevas tecnologías.

En la misma línea, FeSP-UGT apeló a la dotación de las herramientas tecnológicas necesarias para paliar la brecha digital, tanto de profesorado como de alumnado, y pidió la “implicación” de las comunidades autónomas en la reducción de ratios, el incremento de personal y en las medidas adecuadas de protección.