Los universitarios se ven “blanco fácil” de críticas tras el aumento de contagios

Están de acuerdo en que las fiestas son foco de transmisión del covid, pero aseguran que no hay tantas como se da a entender // Continúan sus quejas sobre el pago de matrícula por clases de menor calidad
COVID-19
Ángela Precedo / Jorge Garnelo
o burgo. Así estaban los pasillos de la residencia. Foto: Cedida

“Realmente somos el blanco fácil al que apuntar cuando hay problemas”, asegura un grupo de estudiantes a las puertas de las facultades de Biología y Matemáticas en Santiago. Aunque son conscientes de que “las fiestas sí pueden ocasionar contagios, no hay tantas como se vende, lo que pasa es que las que hay salen en los medios”.

Por otro lado, una de las integrantes del grupo puntualiza que, “en las reuniones que podamos organizar en nuestros pisos, estamos los mismos que ves aquí, los amigos, los de siempre, y no establecemos contacto con otras personas, por lo que si nos contagiamos allí, nos contagiaríamos aquí también”.

Por su parte, tres estudiantes de la facultad de Farmacia, Sara, Paula y Carmen, explican que “al ser muchos, siempre puede haber algún irresponsable en medio, pero en general todos tenemos un buen comportamiento, nosotras no hemos salido de casa en todo lo que va de curso y por uno no se nos puede culpar a todos”. Al respecto, Paula apunta al reciente “cierre del Avante, por incumplir el aforo, con acumulación de casi 100 personas”. “Algo de culpa tendrán las autoridades también por permitirlo”, evidencia.

Asimismo, Andrea, alumna de último curso en la facultad de Filología de Santiago, en la que incluso se han establecido puertas diferenciadas de entrada para alumnos y profesores, incide en que “somos los únicos que estamos llevando a rajatabla todas las medidas: nos echamos gel cada hora cuando cambiamos de clase, respetamos las distancias y llevamos la mascarilla como debemos llevarla, así que no merecemos que ahora nos culpen del aumento de los contagios cuando ves a otros profesionales de los centros que no tienen tanto cuidado”.

En conclusión, todos se consideran víctimas de una acusación desmedida que las autoridades de la Xunta han vertido sobre el conjunto de estudiantes de la USC, sin precisar en que la mayoría sí están cumpliendo con las normas sanitarias. “Estamos muy quemados”, aseguran las alumnas de Filología de Santiago.

CLASES ‘ONLINE’ DE MENOR CALIDAD. Otro tema controvertido es el de las clases online. Andrea y María, alumnas de Filología, explican que “nosotras tenemos prácticamente todas las materias presenciales, aunque nos dividen por grupos y cuando unos vienen, no vienen los otros, y viceversa”. Por otro lado, Sara, Paula y Carmen, estudiantes de Farmacia, destacan que “en primer año sí tienen todo presencial, pero nosotros lo tenemos bastante repartido, con muchas clases desde casa”.

Al respecto, un grupo de alumnos de Biología y Matemáticas consideran que “son un caos las clases así, la calidad no es la misma que la de las presenciales, aunque por lo menos pautan mejor el tiempo de las expositivas; el verdadero problema viene en las prácticas”.

PAGO DE ALQUILER POR PISOS INUTILIZADOS. Todos los estudiantes entrevistados por el equipo de investigación de este diario se quejan de estar pagando pisos que utilizan la mitad de tiempo que otros años, y haber pagado lo mismo por la matrícula de una carrera donde gran parte de las clases son online y de menor calidad.

“¿Cómo pueden cobrarme lo mismo este año por la matrícula de unas clases en las que no estamos dando lo mismo que otros años?”, destaca Andrea, de Filología, y María subraya que, “a mí, el año pasado ya me cobraron tres meses de piso durante el confinamiento en los que no hice uso de él, si este año llega a suceder lo mismo...”.