Todos los países ayudan con dinero a su sector hostelero menos España

Muchos gobiernos habilitan un ingreso mensual , en algunos casos de hasta 3.000 euros // En Galicia quieren unir a todas las administraciones para sumar sus aportaciones en un bote común
Víctor Furelos
Ilustración que circula por las redes y que refleja la actualidad de la hostelería y otras empresas

Hace apenas un año políticos de todos los colores acudían a Fitur, la gran feria del turismo, a presumir de la hostelería española, del alto nivel de nuestra cocina, de la profesionalidad del sector... Hoy, ante la agonía de hoteles, restaurantes, cafeterías y el ocio nocturno, los mismos políticos miran para otro lado.

Abandonaron a un sector que cada día vive sumido en la angustia. Porque desde el primer estado de alarma cerraron 65.000 bares y otros 100.000 están en peligro. La facturación descendió más de un 50% respecto al pasado año y se destruyeron 350.000 empleos.

Solicita el sector al Gobierno central ayudas directas por valor de 8.500 millones con un argumento de peso: el turismo aporta más del 15% del PIB nacional. Pero en Madrid se hacen los locos.

Mientras, en Galicia sí se recibieron algunas ayudas gracias a la Xunta, aunque insuficientes. El segundo plan de rescate a autónomos, microempresas y hostelería de la Xunta ya está en marcha y contará al menos con 50 millones.

Se suma esa cantidad a los 90 millones del primer plan al que se presentaron más de 40.000 solicitudes y ya se pagaron 32.500, por valor de 66 millones. Un total de 24.000 peticiones provienen de la hostelería (37 millones), de las que 20.000 están aprobadas y recibirán, algunos ya lo hicieron, una media de 1.850 euros. No parece mucha cosa tras diez meses de aperturas y cierres y de restricciones en los aforos. Pero son las únicas ayudas directas que conocen los hosteleros gallegos.

Diputaciones y ayuntamientos también aportan su grano de arena anulando tasas o con desembolsos mínimos pero hay ayudas vergonzosas como la de Val do Dubra con cuatro bonos, uno al mes, para gastar en comercios del municipio por valor de 250 euros cada uno. ¡¡¡Mil euros en total para el comercio!!! Y para la hostelería nada de nada.

El sector no puede estar pendiente de cada ayuda ahogado en papeleos. Y en una postura muy inteligente y lógica se pretende unir a las distintas administraciones –Xunta, diputaciones y ayuntamientos– para que creen un fondo común, de al menos 350 millones de euros, para repartir en el sector. Es la forma de demostrar la voluntad de ayudar. El resto son pugnas políticas.

Es de esperar que desde este rincón, aplicando ese sentidiño tan demandado por administraciones de distinto color político, se pueda articular un sistema novedoso, ágil y eficaz que evite la muerte de un sector que tan buen nombre da a Galicia. Porque el Gobierno de Madrid ni está ni se le espera.

Donde sí saben de la importancia de mantener viva la hostelería, el turismo y el comercio es en otros muchos países, que habilitaron bonificaciones fiscales y ayudas directas que ya cobran hosteleros y comerciantes. Y aunque ya se sabe que las comparaciones son odiosas...

ITALIA. El Gobierno paga, a los restaurantes de 29 zonas turísticas, desde una semana después de su cierre por las restricciones, un máximo del 20 % de los ingresos que hayan perdido con respecto al año anterior y subvenciona la compra de materias primas 100 % italianas para favorecer la economía local. Además aplazan el cobro de las terrazas y las cotizaciones sociales. La suma de las ayudas supone 5.400 millones de euros.

FRANCIA. Bares y restaurantes están incluidos en ayudas de hasta 10.000 euros al mes para empresas con menos de 50 trabajadores que sufran pérdidas del 70 % de sus ingresos. Si la facturación descendió un 50 % la ayuda es de 1.500 euros al mes. Además, se amplía el espacio para terrazas y se compensa a los empleados con ayudas económicas.

PORTUGAL. Compensa las pérdidas de la hostelería con una ayuda equivalente al 20 % de los ingresos perdidos. Asimismo, si la caída de la facturación oscila entre el 25% y el 40% se recibe el 30% del alquiler hasta un máximo de 1.200 euros mensuales y si las pérdidas superan el 40% la ayuda equivale a la mitad del alquiler hasta un máximo de dos mil euros. Además aprobó un paquete de ayudas de 7.200 millones de euros. A mayores, amplió la línea de crédito para el sector turístico y el industrial exportador reforzando su dotación que pasa de 750 a 1.050 millones de euros.

ALEMANIA. Concede hasta 200.000 euros a establecimientos hosteleros dependiendo del tamaño de la empresa y asume hasta el 90% de los costes fijos (alquiler, luz, agua, gas...) en función de las pérdidas. Ofrece una ayuda directa y a fondo perdido que adelanta el 75% de la facturación respecto a la de 2019.

HOLANDA. Es el país más generoso. Compensa las pérdidas con 2.500 euros al mes por establecimiento a los que añade 40 millones de euros a fondo perdido para compensar los costes. Son en total 15.000 millones de euros.

GRECIA. Aplicó una reducción del IVA, del 24 % al 13 %, en el transporte y en los servicios relacionados con el turismo y una importante rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social. El Estado avala créditos de bancos a las empresas del sector y destina, además, mil millones en ayudas directas a hostelería.

REINO UNIDO. Aporta a cada establecimiento 3.000 libras al mes (3.370 euros) para gastos corrientes como alquiler, luz y agua. Además compensa al sector con el pago de los dos tercios del salario de los trabajadores.

BÉLGICA. Cuando las restricciones obligan al cierre de un local, el Gobierno aporta 3.000 euros al mes. Además, bares, cafeterías, restaurantes, hoteles y servicios de cáterin están exentos de su contribución anual a la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria. Además, hay 50 millones para apoyar al sector de eventos.

RUMANÍA. Ingresa a cada establecimiento el 20 por ciento de la facturación del año pasado.

LUXEMBURGO. Aprobó medidas de apoyo de 20.000 euros al mes para microempresas; 100.000 euros al mes para pequeñas y medianas empresas; y 200.000 euros al mes para grandes empresas. Y eso sin haber decretado el cierre total de bares.

SUIZA. Después de habilitar un fondo de 20.000 millones de francos suizos (18.562 millones de euros) para créditos financieros a los que se podía acceder de una forma muy flexible, se dobló esa cantidad debido al gran número de solicitudes. Las empresas pueden obtener un crédito del 10% de su facturación anual, con un máximo de 500.000 francos (464.076 euros) sin ningún tipo de interés y disponiendo de cinco años para devolverlo. En caso de una reducción del horario laboral, el Gobierno cubre el 80% del salario objeto de reducción, con el límite de 11.460 euros mensuales.

SUECIA. En el país con menos medidas restrictivas del mundo, las cotizaciones sociales se anulan excepto la cuota de pensiones. El Gobierno asigna 5.000 millones de coronas (algo más de 494 millones de euros) para rebajar los costes del alquiler. Además, si el arrendatario rebaja el pago puede solicitar compensaciones al Estado. Se prorroga durante un año el pago de diversos impuestos como la declaración del IVA y los impuestos sobre los salarios. El Estado asume el coste total de las bajas por enfermedad. Además, puso en marcha un paquete de ayudas económicas directas por valor de 28.000 millones de euros.

CHINA. El Gobierno chino habilitó para sus empresas medidas fiscales por valor de 322.000 millones de euros. Realizó inyecciones de liquidez a corto plazo a entidades financieras que pusieron en marcha programas de refinanciación y créditos especiales para empresas por unos 137.000 millones de euros.

ESTADOS UNIDOS. Poco antes de abandonar la presidencia, Donald Trump desbloqueó el proyecto de ley que libera 900.000 millones de dólares (742.500 millones de euros) para lidiar con los efectos de la pandemia y que fue consensuado en el Congreso por republicanos y demócratas. Se destinan 300.000 millones (247.492 millones de euros) a ayudas directas a las empresas, así como 300 dólares (247 euros) adicionales y semanales por desempleo a individuos. Además, el Congreso iniciará el proceso para aumentar de 600 a 2.000 dólares (de 494 a 1.650 euros) el valor de los cheques que recibirán quienes ganen menos de 75.000 dólares (61.869 euros).

ARGENTINA. Es muy curioso el caso argentino ya que se enfrenta a la crisis sin que le cueste un duro al Estado. Aprobó una Ley para que todos aquellos argentinos con un patrimonio de más de 200 millones de pesos (unos dos millones de euros) tributen hasta un 3,5% de su capital. Se esperan recaudar 3.000 millones de euros que se utilizarían para otorgar subsidios a la pobreza y créditos a pequeñas y medianas empresas.

... Y ESPAÑA. Todos los países, con la excepción de China, habilitan dinero contante y sonante para los hosteleros, además de beneficios fiscales o rebajas significativas en las tasas y seguros sociales. El plan de rescate del Gobierno español no contiene ninguna ayuda directa y cuando los hosteleros lean las cifras de las que presumen Pedro Sánchez y los suyos seguro que se frotarán los ojos incrédulos ante semejante tomadura de pelo. Porque el Ejecutivo español defiende que hostelería, turismo y comercio se beneficiaron hasta el momento de una movilización de recursos de 57.000 millones de euros. Y eso no es todo. El Consejo de Ministros aprobó el pasado 22 de diciembre el plan de choque para estos sectores por valor de 4.220 millones que, según ellos, contempla ayudas para pagar los costes fijos, facilidades para acceder a liquidez y rebajas fiscales y de cotizaciones a la Seguridad Social. Y aún hay más, dice el Gobierno que destinó la escalofriante cifra de 110.000 millones a financiación a través de los avales del crédito ICO, un dinero que los negocios tendrán que devolver tanto si pueden sanear su cuentas como si no.

Son unas cuentas con trampa, más típicas de un juego de trileros. Ante esa fachada millonaria de ayudas se esconde una mentira. La mayor parte de esos 57.000 millones son para los ERTE y no para ayudas directas; los 4.220 son en gran parte para sufragar alquileres a propietarios con más de diez locales o a beneficios fiscales a otros arrendadores o a rebajas en cotizaciones; y los 110.000 millones son avales que ni se llegarán a ejecutar. En ningún caso hay dinero contante y sonante.

Y mientras hosteleros y comerciantes que piden ayuda a gritos. Y urgente, que cada día que pasa son miles de cierres de locales y dramas en muchas casas. Habrá que rezar para que las distintas administraciones, de diferentes signos políticos, apuesten por una unión que sea un ejemplo y salve el sector sino quieren cargar en su conciencia con la ruina de miles de familias.