Acercamiento a la figura de Maruxa Seoane en la Granell

La muestra rinde homenaje a la mujer de Luis Seoane, figura clave en la trayectoria del pintor
Ana Iglesias
foto de archivo de Maruxa Seoane que ilustra el cartel de la muestra en la Granell

Se llamaba Mª Elvira Fernández López, pero siempre fue conocida por Maruxa Seoane, tomando el apellido de su inseparable compañero, el pintor, grabador, dibujante y escritor Luis Seoane, para quien fue una figura clave en su trayectoria, tanto en sus años de vida en común como tras el fallecimiento del artista, ya que dedicó su vida a la recuperación y agrupamiento de su legado para Galicia.

Un proceso que finalizó en 1996 con la creación en la ciudad de A Coruña, de donde también era ella, de la Fundación Luis Seoane.

Diecisiete años después de su muerte, Maruxa Seoane es el eje de un proyecto expositivo que ahonda en su figura y que podrá visitarse desde el próximo jueves, día 9 de julio, en la Fundación Eugenio Granell, comisariada por el artista y profesor de arte Juan de la Colina.

“A mostra nace do desexo de destacar e renderlle homenaxe á personalidade de Maruxa Seoane e, ao mesmo tempo, recoñecer e visibilizar o seu labor, reducido con frecuencia ao papel de muller de artista”, explican fuentes de la organización, que han reunido para la muestra una selección de óleos, fotografías, obra gráfica y documentación diversa, así como varios testimonios, “coa fin de elaborar o retrato dunha muller do seu tempo, que por vontade propia dedicou a súa vida a Luis Seoane participando da súa vocación de servizo á cultura galega”.

“Maruxa é a gran musa de Luis Seoane, que a ve como o prototipo da muller galega. A súa presenza impregna a súa obra, ás veces de maneira evidente, como nos retratos que lle dedica, outras de forma máis subtil, como nos debuxos do álbum Homenaje a la Torre de Hércules ou en varias das numerosas representacións femininas que poboan a produción do creador galego”, explica la Fundación Granell, que albergará la muestra hasta septiembre.

Además, la exposición incluye, en un espacio creado ex profeso para la ocasión, un documental dirigido por Juan de la Colina, que ilustra y reflexiona acerca de la figura de Maruxa Seoane.

Experimental en la forma, la película tiene vocación de documento veraz, y la banda sonora fue realizada específicamente por el músico de origen gallego Pao Durán, incluyendo grabaciones de los años 40 con la voz de la propia Maruxa cantando.