Caso Síndrome de Noé: rescatados más de 70 perros en estado insalubre

Hacinados en una vivienda, fueron trasladados a diferentes protectoras tras el esfuerzo de varios particulares // El Concello mantiene que se dio parte al gobierno autonómico y se gestionó la salida de una veintena de ellos a Bando
ECG Redacción
Otro de los ejemplares que fue atendido hace unos días

Más de setenta perros hacinados en el galpón de una vivienda de la zona sur de Santiago, sin desparasitar, rodeados de excrementos y con enfermedades como sarna o presencia de hongos. Este es el panorama que se encontraron tanto vecinos como cualquiera que pasase cerca de dicha vivienda, desde la que se desprendía un fuerte olor hacia la calle así como ladridos constantes. Ante esta situación, varios particulares comenzaron a movilizarse para intentar solucionar un problema que, según apunta el Concello, viene de un lustro atrás. La situación se fue agravando en el tiempo ante los problemas de salud de la responsable de la vivienda, que padece el denominado Síndrome de Noé, además de otros problemas de índole socioeconómico.

El pasado año, tras la mediación municipal, se procedió al traslado de una veintena de los animales al refugio de Bando, pero más de medio centenar permanecieron en el domicilio. A mediados del pasado mes de agosto, personal veterinario pudo acceder al interior del inmueble tras obtener el debido permiso de la propietaria. Tras realizar una exhaustiva revisión del estado de salud de los animales, se determinó que la falta de higiene era general, con problemas de piel, hongos y grandes rastas en el pelo de los perros. Asimismo, el espacio en el que convivían se encontraba infestado de restos de heces y orina, vómitos y podredumbre. También se detectaron problemas genéticos derivados de la consanguinidad por la falta de control en la reproducción. Dos de las ocho personas movilizadas son Lucía Martínez y Tere Lema, quienes contactaron con diferentes protectoras para que estas pudieran hacerse cargo de los animales.

La situación es de vergüenza ajena. Fue una vecina del barrio la que contactó con algunos amigos animalistas, como yo. Un grupo de personas que nos interesamos por los animales, porque desde Xunta y Concello tiraron balones fuera. Hubo informes del Seprona pero no se hizo más”, explica Tere. “El día que fui estuve todo el día. La veterinaria desparasitó a todos, y los separamos por zonas. Las preñadas y los enfermos los pasamos para otras habitaciones”, indica. Se administraron anticonceptivos y chips a las femias, varias de ellas preñadas, y se atendieron numerosas heridas y otros problemas. “Tamén pelo con sucidade e humidade, problemas nos ollos, mordeduras... “, apunta el informe realizado por el grupo. Todo sumado a la actitud alterada de los animales ante la falta de costumbre de trato humano.

Finalmente, tras ponerse en contacto con varias protectoras de Galicia, se consiguió trasladar a la mayor parte de los animales incluso haciendo uso de coches particulares. En este momento, han quedado solo cuatro, todos ellos con chip y bajo control sanitario. “Actualmente, faise seguimento de cada uns destes cans/cadelas e con gran orgullo vemos a diferenza de vida que están a ter. Ogallá todos consigan perder o medo e o estado salvaxe co que cargan que lles impide o acceso a ser adoptados”, añaden.

Más allá de la resolución, el grupo de particulares que cogió la iniciativa para buscar una alternativa en condiciones denuncia la poca respuesta obtenida por parte de la administración autonómica y local. “Consideramos, visto o desprezo por intervir nun caso tan dramático e extremo, que debemos participar e seguir, ao noso entender, un plan de actuación”, explican tras denunciar que no fueron recibidos por ningún responsable del Concello pese a haberlo solicitado. “Tampouco o Refuxio de Bando, segundo o Técnico de Medio Ambiente e Secretario da Fundación Refuxio de Animais, acepta recoller máis cans alegando carecer de prazas e sen propoñer outras opcións. Xa en 2020 recolleran da casa un número importante deses cans deixando que o problema de proliferación seguise adiante”, lamentan.

Desde el Concello, a través de la responsable de Benestar Animal, Esther Pedrosa, indican que se dio parte a la Xunta para que actuase bajo la Ley de Protección Animal. Si bien, la concelleira especifica que era inviable sancionar a la responsable de la vivienda debido a su estado de salud. El técnico municipal de Medio Ambiente, Ángel Pérez, comprende la indignación de las personas denunciantes pero especifica que desde la corporación municipal se realizó todo lo posible. Así, indica que él mismo realizó varias visitas al lugar y se convenció a la dueña de que se necesitaba una intervención. También se llevó a cabo el contacto con la Xunta y el traslado a Bando pero aclara que los recursos resultaron escasos para poder atender a todos los animales. Ante esto, agradece la labor realizada por este grupo de personas.