Comienza hoy su andadura el radar ‘discontinuo’ en el túnel de Conxo

Es el de O Restollal, que se cambiará de sitio cada cierto tiempo // Controlará los seis carriles en ambos sentidos // Con la limitación a 50 se detectaron vehículos a más de cien por hora
Carlos Deaño
El cajetín de O Restolla continúa colocado. Foto: A. Hernández

Después de muchos avisos, trámites y pruebas, el radar del paso inferior de Conxo comenzará hoy a registrar oficialmente infracciones. Aquellos que circulen por la zona a más de cincuenta kilómetros por hora, tanto en uno como en otro sentido, quedarán expuestos a la correspondiente sanción de tráfico.

Al igual que sucedió con el instalado en O Restollal, el Ayuntamiento tomó la decisión de colocarlos tras detectar que en uno y otro punto, a pesar de ser vías urbanas con limitación de velocidad entre 40 y 50 por hora, al tener cuatro o más carriles, los conductores aceleraban y lo habitual era duplicar el máximo permitido, e incluso alcanzar los 110 por hora.

En O Restollal, que atraviesa un área muy poblada y en la que están en marcha nuevas promociones urbanísticas, se detectó un problema de seguridad vial para los peatones. De hecho, solo el pasado mes de mayo, a pesar de que todavía estaba vigente el estado de alarma, el número de sanciones registradas en este punto superó las mil.

Esta calle, además, está previsto transformarla ampliando las aceras y disminuyendo los carriles de circulación, para que en lugar de fisonomía de ronda periférica pase a ser un bulevar urbano.

En el caso del túnel, el problema para la seguridad vial es todavía mayor, sobre todo, en sentido Milladoiro. El carril de acceso a la SC--20 desde la rotonda superior de Conxo, es demasiado corto, y encima coincide en un cambio de rasante que limita mucho la visibilidad.

La alta velocidad del tráfico pasante provocó más de un susto y más de un siniestro, lo que llevó a Raxoi a modificar el convenio con la empresa que gestiona las sanciones de tráfico y permutar el radar móvil que se desplazaba por la ciudad, por dos fijos.

De esta forma, se pretende reducir la velocidad en ambos puntos, aunque realmente solo habrá un cinemómetro, ya que uno de los cajetines estará vacío, pero los conductores nunca sabrán cuál de los dos es el que no sanciona en ese momento, porque las carcasas seguirán colocadas en su sitio.

Se trata de un mecanismo que también utiliza la DGT, y no hace mucho el propio Pere Navarro reconoció que hay más cajetines que radares y algunos están vacíos, pero su efecto disuasorio cuando los conductores ven el aviso es exactamente igual.

El de O Restollal se inauguró en febrero, per el de Conxo se retrasó algo más, en buena parte, porque el tramo forma parte de la SC-20, y la titularidad del mismo es del Ministerio de Fomento, por lo que fue necesario contar con su autorización. Estaba previsto que comenzara a prestar servicio en el primer trimestre, pero la pandemia obligó a esperar.

El aparato instalado es un mecanismo de precisión, capaz de captar el movimiento de los vehículos en ambas direcciones y hasta un máximo de nueve carriles. Con todo, en España la homologación es solo para seis, que son los que hay en Conxo, contando los de acceso al paso inferior. y entrada y salida al vial.

En resumen, que en esta zona de la ciudad habrá a partir de ahora dos radares; el que lleva instalado desde el año 2013, en el interior del túnel del Hórreo, y éste, que unas veces estará activo en el paso inferior, y otras veces estará en O Restollal. Dado que el báculo y la caja permanecerán en el sitio, solo se podrá averiguar dónde está cuando llegue una sanción.

El Ayuntamiento destaca que la función de estos aparatos no es recaudatoria, ya que recuerdan que están debidamente señalizados, sino reducir la excesiva velocidad en la zona, algo que, explican, ha sido reivindicado por las asociaciones vecinales existentes en ambos barrios.